Desde hace años Fitzek es un imprescindible en mis estanterías.
Éstas son mis impresiones de su última novela.
Ficha técnica
Editorial: Ediciones B
Páginas: 360
ISBN: 978-8466676892
Sinopsis
Un pequeño movimiento en la comisura de la boca, el más mínimo cambio en la pupila, son suficientes para «leer» el verdadero yo de una persona.
Hannah Herbst es experta en reconocer las señales secretas del cuerpo humano y, como asesora policial, ha atrapado a varios delincuentes peligrosos. Mientras se enfrenta a las consecuencias de la pérdida de memoria después de someterse a una operación, se encuentra ante el caso más terrible de su carrera: una mujer ha asesinado brutalmente a su familia y tras su confesión ha logrado escapar. Hannah dispone únicamente del breve vídeo en el que la asesina admite su culpabilidad para analizar el caso. El único problema es que... la asesina del vídeo es la propia Hannah.
Impresiones
Este libro es una auténtica locura. Por eso, cuanto menos os cuente de su argumento, mejor. Lo idea es empezar a leer y dejarse sorprender. Os aseguro que os sorprenderéis ya desde las primeras páginas.
¿Qué pasa si mezclamos a una mujer que ha podido o no matar a toda su familia, un cirujano que no lo es en realidad, que mata gente y acaba de escaparse de prisión y secuestrar a alguien, otro asesino en serie llamado el Pescador que no se sabe quién es ni por dónde anda, un policía y su mujer, otra mujer que no sabemos quien es… y lo mezclamos todo? Pues sale una auténtica locura de historia que nos tendrá en vilo desde la primera hasta la última página.
Son muy pocos los personajes de esta novela. Los que he mencionado en el párrafo anterior y poco más. Y todos son , por decirlo de alguna manera, sui generis. De todos dudaremos, de ninguno sabremos a qué atenernos.
Resulta muy interesante la profesión de uno de los personajes. Es experta en leer microexpresiones. Son expresiones faciales que duran menos de un segundo y que, leídas por un experto, dan una idea cierta de lo que esa persona siente. Se supone que es imposible controlarlas y, por lo tanto, mentir.
Como digo, el libro es una auténtica locura. Es imposible saber por dónde te va a llevar la historia, qué nos quiere realmente contar Fitzek. No intentéis elaborar teorías porque todas y cada una de ellas os las tumbará por tierra a los pocos segundos de hacerla. Cuando parece que vas viendo algo claro, viene otro giro de tuerca y todo se pone del revés; pero, ojo, que eso no dura más que unas líneas: normalmente en el mismo capítulo, en la misma línea o incluso en el mismo párrafo, todo ha cambiado de nuevo. Hay momentos en que la historia llega a parecer absurda y dudas que el autor pueda llevarla a buen puerto. Pero no, llega a puerto y explica todo convenientemente. Eso sí, atentos no os perdáis por el camino.
Conclusión final
“Gestos letales” es un thriller que no da respiro, lleno de vueltas y más vueltas. Un libro para leer cuando dispongáis de un poco de tiempo porque, literalmente, se pega a las manos.
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