Hace casi cinco años os hablé de la primera novela de esta autora: “Primera instancia” (reseña). No sabía entonces que era también la primera entrega de una serie que continúa con la novela que reseño hoy: “Segundas intenciones”. En esta, Almudena recupera a la mayor parte de los personajes.
Éstas son mis impresiones
Ficha técnica
Editorial: Cosecha negra
Páginas: 216
ISBN: 978-84-127439-2-0
Sinopsis
En un pequeño pueblo del sur muere asesinado un próspero empresario, Álvaro Muñoz Estrada.
Tres mujeres se perfilan como las principales sospechosas: Mariola, ex mujer de Álvaro, resentida por su infidelidad; Cayetana, gerente de la empresa, incapaz de esconder sus propias ambiciones, y Ana, su actual pareja. Las relaciones de las tres con la víctima y la historia del propio Álvaro, que se desgrana en pequeños retazos desde su infancia, componen la trama principal de este thriller judicial.
Impresiones
La jueza de Primera Instancia e Instrucción Inmaculada Alday se va a tener que enfrentar a un nuevo caso en ese su tranquilo destino en un pueblo de Cádiz en el que nunca pasa nada. En su vertiente civil, su Juzgado está llevando el traumático divorcio de la pareja más adinerada del pueblo. El asunto no está siendo fácil y esa mañana tienen de nuevo una reunión con las partes y los letrados para intentar llegar a un acuerdo. Pero el esposo, Álvaro Muñoz Estrada, no aparece. No podría hacerlo: está muerto. La noche anterior los cónyuges tuvieron una cena junto a sus abogados y la administradora de la empresa propiedad de Álvaro que se desarrolló perfectamente. Pero al salir, Álvaro tuvo un accidente con su coche y murió. ¿Accidente? Eso parece al principio pero, según va avanzando la instrucción, parece que el asunto puede revestir carácter criminal.
En esta novela Almudena recupera personajes de la anterior. La joven jueza Inmaculada Alday, para la que el pueblo de Cádiz es su primer destino. Algunas cuestiones personales funcionarán como trama secundaria. También aparece Julián, el Secretario Judicial, dos miembros de la guardia civil que llevarán junto a Inmaculada la instrucción del expediente. Y pocos más. Los demás serán personajes nuevos que casi casi se circunscriben a la pareja en proceso de divorcio, sus abogados y alguna otra persona relacionada con ellos.
Ya sabéis que me gustan mucho las novelas “jurídicas”, especialmente cuando el autor sabe de qué habla como es el caso. Almudena es jurista y además está bien asesorada en cuanto al funcionamiento de un pequeño juzgado como es en el que ejerce la jueza Alday. Veremos su funcionamiento en el día a día. Un juzgado pequeñito que por no tener no tiene ni personal administrativo y casi todo lo tienen que hacer entre la juez y el secretario. Su relación con las fuerzas del orden, en este caso la Guardia Civil, con los abogados, incluso con los habitantes del pueblo. En estas localidades tan pequeñas todo el mundo se conoce y la forma de trabajar no tiene nada que ver con una capital de provincia.
Al ser segunda novela cabe preguntarse si se puede leer sin haber leído la anterior. La respuesta es que, evidentemente, mejor en orden porque los protagonistas son los mismos y sus circunstancias personales tienen cierta relevancia. Además, hay alguna referencia al caso y a la víctima anterior. Pero, tampoco tendréis ningún problema si decidís empezar por esta novela porque los casos son independientes y la autora da los suficientes datos para que no os perdáis.
La narración se articula en dos tiempos. La trama principal, que es la investigación de la muerte de Álvaro, sucede en el año 2006 y ocupa la mayor parte de la novela. Al final de cada capítulo se contienen una o dos hojas, tres a lo sumo, referidas a un pasado más remoto. Ahí conoceremos a Álvaro niño e iremos creciendo con él.
Una de las cosas que más me han gustado de esta novela es lo normal que es. Normales son los protagonistas y sus vidas personales. Incluso la pareja en proceso de divorcio lo es: ricos, sí, pero con los típicos problemas de una pareja gastada en años cuando otra persona se mete en medio. Las cuestiones personales se entremezclan con las profesionales referidas a la empresa de Álvaro y ahí ya tenemos más de lo que tirar.
La novela se estructura en trece capítulos, todos ellos situados en septiembre del año 2006. Al final de cada capítulo, como he dicho, una especie de subcapítulo situado en el pasado. Es un narrador omnisciente quien nos cuenta la historia, focalizando especialmente en la jueza Alday. Con un estilo sencillo y directo, sin florituras y sin andarse por las ramas, con bastante diálogo, definiendo bastante bien los personajes y entremezclando adecuadamente la trama principal con las personales secundarias, el libro se lee a gusto, resulta entretenido en todo momento y acaba con un final que no me esperaba en absoluto.
Conclusión final
¿No hay dos sin tres? Ojalá la jueza Alday nos traiga otro caso en breve. Yo estaré ahí para leerlo.
Pues pinta bastante bien, pero tengo tantas novelas de este género pendiente que tardaré en ponerme con esta serie.
ResponderEliminarBesotes!!!