“El ruiseñor” - Kristin Hannah

Las historias sobre la Segunda Guerra Mundial me atraen y me gustan por igual. Por desgracia, las guerras dan mucho juego literariamente hablando y algunas de las mejores novelas que he leído están situadas en una guerra. De entre ellas, la que más me llama la atención es la 2ª GM. Es curioso que, aunque he leído muchas novelas situadas en esa época, aún me siga asombrando comprobar hasta dónde se pudo llegar.

Cuando desde Suma de Letras nos propusieron hacer la lectura conjunta de esta novela, no me lo pensé dos veces.

Éstas son mis impresiones

Kristin Hannah

Kristin Hannah nació en 1960 en el sur de California.

Aunque estudió Derecho, con la publicación de su primer libro, en 1990, se convirtió en escritora profesional. Desde entonces ha ganado diversos premios y ha publicado 21 novelas de gran éxito en Estados Unidos, entre ellas Winter Garden, True Colors y Firefly Lane.

Datos técnicos

Título: “El ruiseñor”

Autora: Kristin Hannah

Editorial: Suma de Letras

Fecha de publicación: febrero de 2016

Edición: rústica, con solapas
PVP: 19,590 € /12,90 el ebook
Páginas: 576
ISBN: 978-84-836658284

Argumento

Francia, 1939. En el tranquilo pueblo de Carriveau, Vianne Mauriac se despide de su marido, Antoine, que debe marchar al frente. Ella no cree que los nazis vayan a invadir Francia, pero lo hacen, con batallones de soldados marchando por las calles, con caravanas de camiones y tanques, con aviones que llenan los cielos y lanzan bombas sobre los inocentes. Cuando un capitán alemán requisa la casa de Vianne, ella y su hija deben convivir con el enemigo o arriesgarse a perderlo todo. Sin comida ni dinero ni esperanza, Vianne se ve obligada a tomar decisiones cada vez más difíciles para sobrevivir.

La hermana de Vianne, Isabelle, es una joven rebelde de dieciocho años que busca un propósito para su vida con toda la temeraria pasión de la juventud. Mientras miles de parisinos escapan de la ciudad ante la inminente llegada de los alemanes, Isabelle se encuentra con Gaëton, un partisano que cree que los franceses pueden luchar contra los nazis desde dentro de Francia. Isabelle se enamora completamente pero, tras sentirse traicionada, decide unirse a la Resistencia. Sin detenerse nunca para mirar atrás, Isabelle arriesgará su vida una y otra vez para salvar a otros.

En el amor descubrimos quiénes queremos ser.
En la guerra descubrimos quiénes somos en realidad.



Impresiones

La historia comienza en 1939, poco antes de que Alemania invada Francia.

Carriveau es un tranquilo (y ficticio) pueblo francés del valle del Loira. Allí vive Vianne Mauriac con su marido Antoine y su hija Sophie. Aunque se oyen vientos de guerra, los Mauriac dudan que puedan afectarles; desgraciadamente, no va a ser así. Pronto Antoine es llamado a filas para defender la que suponían imbatible línea Maginot. La línea cae y Antoine es hecho prisionero. Los nazis invaden todo el norte de Francia, tan sólo queda libre (al menos, supuestamente), una zona de Francia en la que se instaura el conocido como gobierno de Vichy. Carriveau está en la zona que queda bajo el control nazi y Vianne tendrá que aprender a vivir con ello, incluyendo la estancia de un nazi en su propia casa.

Isabelle es la hermana pequeña de Vianne. Apenas una adolescente muy bella, decidida y un tanto alocada. Meses antes del inicio de la guerra, se encuentra en París viviendo con su padre pero éste, sabiendo lo que se avecina pues vivió la Primera Guerra Mundial, la manda a Carriveau al cuidado de su hermana. Pero Isabelle no se resigna a la ocupación nazi y decide hacer algo; lo último es quedarse de brazos cruzados.

Esta novela viene avalada por muchos premios y recomendaciones. Me suele dar igual esto de los premios pero los reconocimientos de esta novela son de los que sí me llaman la atención: premio Goodreads a la mejor novela de ficción histórica (premio que dan los lectores), 50 semanas en el Top 10 del New York Times, más de un millón y medio de ejemplares vendidos… Está claro que es un libro que gusta y, ¿sabéis que´? Que no me extraña nada.

Como he dicho al principio, me gustan mucho las novelas ambientadas en la Segunda Guerra Mundial. Hay tantas historias que aún se pueden contar… Y no me estoy refiriendo a batallas, que éstas no me gustan nada; me estoy refiriendo a historias de la gente corriente, la que tuvo que sufrir la guerra: como judío, como deportado, como desplazado, como combatiente o, simplemente, como mero ciudadano de un país ocupado. Uno de estos países ocupados fue Francia. Y los franceses sufrieron gravemente sus consecuencias; se estima que hubo medio millón de franceses muertos (más o menos la mitad civiles, la otra mitad soldados). En Francia hubo mucha represión, expolio, deportaciones de judíos a campos de concentración pero también muchos franceses que se unieron al que parecía el bando ganador (los colaboracionistas, miembros de la policía que, cumpliendo órdenes, dieron lugar al vergonzoso Vel d’hiver, etc…). De todo esto vamos a ver en esta novela pero también, por suerte, de la otra cara de la novela: los partisanos, la resistencia y los héroes comunes y corrientes que, sin transcender, hicieron grandes cosas para salvar a sus vecinos más desfavorecidos.

Vianne e Isabelle son dos hermanas totalmente contrapuestas. Si la una es modosa y calladita, la otra es aguerrida y todo pasión. Pero, a la hora de la verdad, las dos son dos pequeñas o grandes heroínas. Según las vas conociendo, no puedes evitar plantearte qué harías tú en su lugar, ¿serías Vianne o serías Isabelle? Yo tengo claro que sería Vianne; creo que todas las madres lo seríamos. Pero eso no quita para que ambas me hayan gustado por igual.

Creo que esta novela es un homenaje al valor de mucha gente común que, calladamente, hizo mucho para liberar al país o para, al menos, ayudar a gente desfavorecida. La Resistencia francesa se ha hecho muy famosa. No sé si habrá algún personaje en el que esté inspirado el ruiseñor (veo probable que así sea) pero lo que sí tengo claro es que se hicieron muchas cosas similares a las que hicieron Isabelle, Henri, Gaeton y Vianne. De hecho, no puedo recordar en qué novela, pero ya he leído en alguna cómo se ayudó a pasar gente perseguida a través de los Pirineos

La autora utiliza una prosa sencilla pero cuidada y elaborada, en una narración en tercera persona pero en doble perspectiva: la de Isabelle y Vianne que va alternándose en cada capítulo. Cada una de estas dos perspectivas son igualmente interesantes, sin que en ningún momento me haya llegado a decantar por una de las dos pues tan interesante es la situación de Vianne viviendo en la misma casa de un nazi y arreglandóselas para sobrevivir ella y su hija, como la de Isabelle vagando por esos mundos de Dios. Es de esos libros que, por muy a gusto que estés con un personaje, no te importa nada cuando en el capítulo siguiente se centra en la otra protagonista porque sabes que te va a gustar de la misma manera.

Los personajes están trazados a la perfección; sus caracteres definidos con mimo y, sobre todo, dándoles una pátina tremenda de credibilidad y de realidad. No dudo de que hubiese personas como Vianne y como Isabelle (de hecho, miré en google a ver si había habido en la resistencia alguien con el sobrenombre del ruiseñor, tal era lo real que me parecía)

Es un libro muy ameno, desde el principio hasta el final. Empieza muy bien, se mantiene perfectamente pero, aunque parezca mentira, incluso va a más cuando está llegando al final. Un final precioso (que no me llegó a sorprender porque me llegué a “oler” que algo así podía ocurrir) y muy emocionante, que os aconsejo leer con un paquete de kleenex al lado



Conclusión final

“El ruiseñor” es una novela preciosa. Muy emotiva, de ésas que se leen con el corazón en un puño. Y es que ya desde el principio sabemos lo que pasó durante la Segunda Guerra Mundial en general y en Franca en particular y, por ello, intuimos que a nuestras queridas protagonistas les puede pasar todo tipo de cosas; probablemente muchas de ellas malas.

Me ha gustado especialmente que se centre en las mujeres; ésas que no fueron a la guerra como sus maridos pero que tuvieron que quedarse y luchar con lo que había: restricciones de alimentos, de madera para calentarse, nazis con los que convivir, niños que mantener a salvo. Todas ellas fueron unas heroínas, sin duda.

Finalmente, hacer mención a la edición que nos ofrece Suma de Letras, preciosa. Sobre un fondo azul oscuro, se ve la torre Eiffel desvaída (desgraciadamente, durante aquella época París no fue la ciudad de la luz). Y en primer plano, un ruiseñor en un arbusto, resaltado en tonos dorados. Todo muy elegante

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