"Diamantes de luz helada" - Carlos Díaz Domínguez

Esta es la cuarta novela que leo de Carlos Díaz Domínguez y, como las tres anteriores, ha sido una lectura fantástica

Éstas son mis impresiones

Ficha técnica

Editorial: Amazon Publishing
Páginas: 414
ISBN: 978-1074025700

Sinopsis

¿Quién es Alfredo? Esa será la pregunta que se convertirá en una obsesión para Sagrario Ortiz, una joven periodista a la que un cruce de casualidades llevará a conocer a alguien que se encuentra en la última etapa de su vida: Elvira Pineda. La intensa complicidad surgida entre ambas mujeres provocará que Elvira confíe a Sagrario un asunto familiar de la máxima trascendencia acontecido hace más de treinta años. El encargo propuesto llevará a la profesional a iniciar un viaje donde ninguna certeza será fiable, y que la conducirá desde Almería a Canarias y al Sáhara, ya que tendrá que adentrarse no solo en el pasado de Elvira, sino también en el de su corta y calculadora familia. Diamantes de luz helada es una historia de búsqueda, de tesón, de fe en lo que jamás se ha dejado de creer, de compromiso personal, de lealtad, donde se darán cita los sentimientos más enraizados y enfrentados del ser humano, y que nos llevará a formularnos una doble pregunta: ¿Quién es y dónde está en realidad Alfredo?

Impresiones

Todo comienza cuando Sagrario, una periodista que acaba de quedarse en el paro, va a pasar un fin de semana con su novio a la finca que la abuela de éste, doña Elvira, tiene en Almería. Allí tendrá que convivir unos días con su horrible suegra, Violeta, pero también descubrirá a una anciana encantadora. Entre Sagrario y Elvira surge una complicidad instantánea que hace que ésta le ofrezca temporalmente, hasta que encuentre trabajo de lo suyo, llevar los papeles de sus numerosas posesiones. Pronto Sagrario empezará a obsesionarse con la fotografía de un joven y con un nombre: Alfredo. Y más cuando Elvira le encargue buscarle

En “Diamantes de luz helada” nos vamos a encontrar con tres tramas, una situada en el presente y dos en el pasado. La del presente os la acabo de contar. En ella conoceremos a Sagrario, a su novio y a la familia de éste. Una familia de posibles en la que la horrible Violeta lleva a todos con mano firme. Y, por supuesto, no soporta a la novia de su queridísimo hijo. En el pasado tendremos dos tramas. En una de ellas conoceremos a un joven topógrafo que se encuentra prestando sus servicios en el ejército. Ha sido destinado a las Palmas donde conocerá a una joven llamada Pino de la que se enamora. La otra trama del pasado se refiere a unas cuestiones políticas y militares relacionadas con la presencia española en el Sáhara, el derecho de los saharauis a la autodeterminación y las pretensiones marroquíes sobre el territorio. Las dos tramas del pasado transcurren durante varios meses del año 1975 y, más o menos, se irán alternando hasta que, como es evidente, confluyen.

Las tres tramas se irán alternando con una importancia más o menos similar. Como suele hacer Carlos, nos traerá un episodio bastante desconocido de nuestra historia. Al menos, en mi caso. Por supuesto, sabía que el Sáhara fue una colonia española y que dejó de serlo en los años setenta; pero hasta ahí. No sabía cómo había sido el proceso ni ningún otro dato más. Y me ha gustado conocerlo “de primera mano”. Sí que es verdad que la parte “militar” del pasado es la que menos me ha gustado de las tres tramas porque a mí lo militar, lo bélico, no me suele gustar salvo en el aspecto personal. Por eso, me estaba resultando mucho más interesante y entretenida la parte de Alfredo y la de Sagrario. Pero sí que es cierto que esa cosa tan secreta que estaban tramando los militares en el Sáhara me llevaba por la calle de la amargura. Si en las otras dos tramas lo que me mantenía en vilo era el saber qué iba a pasar con los personajes, cómo iban a acabar, en el caso de la trama militar me interesaba la trama en sí y qué tenía eso que ver con la realidad histórica.

La novela nos habla de secretos. Secretos familiares por un lado pero también secretos políticos. De esos clasificados durante años, décadas incluso, que poco a poco están saliendo a la luz. Y Carlos une unos y otros, los familiares y los políticos, con mucha maestría

Los personajes están muy bien caracterizados, dotados de una gran personalidad, el lector se los cree. Me han gustado mucho Sagrario, Elvira y Alfredo. Y he odiado profundamente a Violeta y, en menor medida y por pasividad, a su marido y a su hijo Miguel.

El estilo de Carlos se puede resumir en una sola palabra: impecable. Escribe con maestría, definiendo perfectamente los personajes, dibujando perfectamente los escenarios, mezclando realidad histórica y ficción con tanta pulcritud que es imposible discernir dónde acaba la primera y empieza la segunda. Su prosa es cuidada y elegante pero no exenta de agilidad y ritmo. Sabe mantener la tensión narrativa cuando hace falta y emocionar cuando es menester hacerlo. El resultado es una novela entretenida, instructiva y emocionante.


Conclusión final

“Diamantes de luz helada” es una novela de ficción histórica sobre los meses previos a la salida de España del Sáhara. Una novela que nos enseña la cara más oscura de la política, los tejemanejes entre diversos países, el juego a dos bandas; una trama “militar” en la que nada es lo que parece y donde hay que hilar muy fino. Y, al mismo tiempo, una historia llena de secretos familiares que me ha encantado descubrir. 

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