"El misterio del carruaje" - Fergus Hume

Los libros de la editorial d’Época son un auténtico lujo. En todos los sentidos. Tanto externamente –no hay más que verlos- como internamente –con títulos escogidos con mucho cuidado entre la mejor literatura clásica. Hoy os traigo la reseña del penúltimo título que han publicado, “El misterio del carruaje” de Fergus Hume, dentro de su colección Misterios de época. Una novela que, os adelanto, me ha encantado

Éstas son mis impresiones

Fergus Hume

Fergus Hume(1846-1935) 1859-1932) fue un prolífico novelista inglés injustamente olvidado en nuestro país. Publicó cerca de 140 novelas, la mayor parte de las cuales son novelas de misterio ambientadas en Inglaterra, pero también en América y África, continentes que visitó con frecuencia.

Sus tramas siempre fueron muy ingeniosas, y aunque ninguna de sus siguientes historias disfrutó de la popularidad de «El misterio del carruaje», el conjunto de su obra ocupa un lugar de importancia histórica en el desarrollo de la novela de detectives

Su huella y su legado siguen vigentes y merece ser visibilizado y recordado.

Datos técnicos

Título: “El misterio del carruaje”
Autor: Fergus Hume
Traductora: Rosa Sahuquillo y Eva María González
Editorial: d’Época
Colección Misterios de Época
Edición: tapa dura con sobrecubierta y lazo de punto de lectura
Introducción: Susanna González
Ilustraciones originales de C. Sedano
ISBN: 978-84-943634-0-5
352 páginas
P.V.P. 23,50 euros
(Incluye como obsequio marcapáginas y lámina réplica de la ilustración de cubierta)

Argumento

Cuando un hombre es hallado muerto en el interior de un carruaje de alquiler, uno de los más distinguidos ciudadanos de Melbourne es acusado de asesinato. El ilustre joven proclama su inocencia, pero se niega a dar una coartada. Pronto se descubre la identidad de la víctima: un caballero recién llegado a la ciudad, muy bien relacionado con las altas esferas de la sociedad, y quepretendía en matrimonio a la hija de un rico hacendado, Madge Frettlby, que a su vez está enamorada de Brian Fitzgerald, un apuesto irlandés instalado en Melbourne para hacer fortuna.

Desentrañar el misterio será tarea de un eminente abogado y dos intrépidos detectives que llevarán al lector desde los más distinguidos salones de la alta sociedad, al submundo más miserable de los bajos fondos.

Impresiones

“El misterio del carruaje” es, como todos los libros de la editorial d’Época, un libro bello, tanto por dentro como por fuera. Las ediciones de d’Época son perfectas y poseer cualquiera de sus libros es un auténtico lujo. En mi caso, sin ninguna duda, los diferentes libros que de ella tengo ocupan un lugar de lujo en mi biblioteca particular.

Esta editorial recupera libros clásicos, quizás los títulos no más conocidos de sus autores, de calidad contrastada y los envuelve en una preciosa edición, muy cuidada. Si tenéis la posibilidad de tener un libro de esta editorial en vuestras manos, no lo dudéis y echarle un vistazo. Son libros perfectamente encuadernados, en los que se ha utilizado material de gran calidad y, por supuesto, se ha cuidado la edición al máximo. Ya sé que me repito como el ajo y digo lo mismo cada vez que reseño un libro de esta editorial pero es que, de verdad, cuando se hacen las cosas con tanto mimo y cuidado y se consiguen obras de tanta calidad como las de d’Época hay que resaltarlo, no importa las veces ques e haga

En el caso del libro que hoy me ocupa, el volumen tiene tapa dura con sobrecubierta. Un detalle que siempre me gusta cuando se trata de libros con este tipo de encuadernación es que la tapa tenga la misma ilustración que la sobrecubierta. Me da mucha pena cuando la sobrecubierta es preciosa y la cubierta, sin embargo, va en un anodino color liso. La sobrecubierta puede romperse o extraviarse y en esos casos, el libro queda con una tapa anodina y bastante fea. En los libros en los que la cubierta viene también ilustrada, no corremos ese peligro.

Ya veis en la foto cómo es la ilustración de la sobrecubierta y de la cubierta misma. Se trata de la reproducción de un óleo sobre lienzo llamado A hansom cab stand de P. Stahl (1889). Como siempre, la ilustración de cubierta está perfectamente elegida pues le va que ni pintada al libro.

Un detalle que la editorial tiene siempre con los compradores de sus libros: en el interior encontraremos una cartulina que es una reproducción del óleo y, por consiguiente, de la portada, así como un marcapáginas con el mismo motivo. La reproducción es muy bonita, apta para, por ejemplo, enmarcarla y colgarla en la pared. Un detalle precioso que hemos de agradecer a la editorial.

Siguiendo con los aspectos externos del libro, la calidad del papel es insuperable: unas hojas gorditas que rezuman calidad por los cuatro costados. La letra tiene un tamaño adecuado, el interlineado y, en general, todos los aspectos estéticos son los adecuados… En fin, que estéticamente no se le puede reprochar nada a este libro.

Y, dejando ya de lado los aspectos externos del libro, su interior tampoco tiene desperdicio. El libro pertenece a la colección Misterios de época y ya sabéis que yo no me puedo resistir a un buen misterio. Me gustan todos los libros de esta editorial pero los pertenecientes a esta colección son, sin duda, mis preferidos

Confieso mi ignorancia pues hasta hace poco no conocía a Fergus Hume. No es que no hubiese leído nada suyo, sino que ni siquiera me sonaba su nombre. Y eso en alguien que se dice aficionada a la novela de misterio es imperdonable pues esta novela es la novela de detectives más vendida del siglo XIX y principios del XX (más, mucho más, que “Estudio en escarlata”, la primera novela de sir Athur Conan Doyle protagonizada por el famoso Sherlock Holmes)

Me ha hecho mucha gracia cómo se comercializó esta novela. Creemos que la autopublicación es un fenómeno reciente, que existe prácticamente desde que lo introdujo Amazon. Y no, señores, es una práctica ya antigua que practicó, entre otros, Fergus Hume. Harto de que las editoriales rechazaran su novela, decidió costearse de su bolsillo su edición. La primera edición se la quitaron de las manos y tuve que volver a publicarla rápidamente. Finalmente se publicó con una editorial y fue un clamoroso éxito.

“El misterio del carruaje” es una novela de misterio. Un hombre aparece asesinado en un carruaje. La solución parece facilísima ya que, poco después de montarse la víctima en el carruaje, un hombre rubio con gabán claro y sombrero calado se acercó a él y dijo “ah, es usted”. Luego se fue pero volvió a los pocos minutos y se introdujo en el carruaje, saliendo poco después. Parece obvio que ese hombre es el asesino y así lo cree la policía que no tiene demasiada dificultad en identificarle como Brian Fitzgerald. Además, la víctima y el presunto asesino competían por el amor de una mujer: Madge Frettlby, por lo que la policía ya tiene también el motivo. No duda en arrestarle y llevarle a juicio. Pero Madge y el abogado Calton están convencidos de la inocencia de Fitzgerald y tomarán como misión salvarle de la condena y, por lo tanto, de la horca.

Como cualquier novela de misterio que se precie, guarda secretos y sorpresas. Yo, si queréis que os diga la verdad, me las di de resabiada y ya desde las primeras páginas me lo imaginé todo. Tenía claro que las cosas acabarían como yo me imaginaba y ni por un momento pensé estar equivocada. Pero, claro, rara es la ocasión en la que un buen autor de misterio no me sorprende y ésta no ha sido la excepción.

Además de una buena novela de misterio, es un buen reflejo de la sociedad inglesa de la época. Nos muestra, por un lado, esa parte de la sociedad rica y poderosa, culta y estirada pero, por otro, nos enseña ese lado oscuro y deprimente que no es tan glamouroso pero sí tan real o incluso más que el de la alta sociedad

En cuanto al estilo, es una novela muy bien escrita pero que goza también de un ritmo ágil y de mucha facilidad de lectura. Quiero destacar la labor de las traductoras pues han sabido trasladar al castellano esa forma de hablar vulgar de la gente del pueblo (y me parece que ha tenido que ser una tarea bastante ardúa). El autor sabe adaptarse a la cultura de cada personaje del libro, adoptando su forma de hablar: culta en el caso de los personajes pertenecientes a la alta sociedad; vulgar y con faltas de expresión cuando habla alguien del pueblo.

También me gustaría destacar las referencias literarias dispersas a lo largo del texto que denotan el buen lector que fue Fergus Hume. Hay referencias a varios autores, tan conocidos como Shakespeare, pero yo quiero resaltar la hecha a nuestro Cervantes que demuestra lo bien valorado que está en todo el mundo EL Quijote. Así, en la página 289 se dice: “tal y como el sabio Sancho Panza dice, es una capa que cubre todos los humanos pensamientos”

Conclusión final

Una vez más, la editorial d’Época me ha conquistado. Un regalo para los lectores modernos la recuperación de este clásico de la novela detectivesca.

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