lunes, 3 de junio de 2024

“El valle del hierro “ – Ane Odriozola

 


Este fue uno de esos libros que me entró por los ojos, amor a primera vista. Conozco algo los escenarios donde se desarrolla la historia (aunque hace tiempo que fui así que habrá que repetir la visita) y esa mezcla de historia e intriga me acabó de conquistar. Por si fuera poco, tuve ocasión de asistir a una presentación del libro y la autora me acabó de convencer: al día siguiente ya lo estaba leyendo

Éstas son mis impresiones

Ficha técnica

Editorial: N de Novela
Páginas: 520
ISBN: 978-84-10140-03-5

Sinopsis

Siglo XVI. Una nueva desaparición. Dos gremios enfrentados. Unas mujeres dispuestas a imponer la única ley posible, la ley del valle.

Una lluviosa noche de 1577, el carbonero Domingo Harria sale de su caserío hacia la ferrería de Mirandaola, donde sus dueños, los Plazaola, lo están esperando. Asencia, su mujer, descubre a la mañana siguiente que Domingo no ha regresado a casa, y da la voz de alarma. No es la primera vez que alguien desaparece en el valle; tampoco será la última.
Tras varios días sin noticias, Asencia acude a la ferrería en busca de alguna pista sobre el paradero de su marido, pero, aunque allí le aseguran que Domingo nunca acudió a la cita, ella está convencida de que los Plazaola mienten. Su gremio nunca ha sido de fiar.
Años más tarde, cuando todo el valle parece haber olvidado a Domingo, salvo Asencia, aparece en su vida Jurdana, una joven de origen desconocido que no solo guarda un gran secreto, sino que huye de un pasado al que, tarde o temprano, deberá hacer frente. Solo espera no tener que hacerlo sola.

Impresiones

La historia transcurre en Legazpi y Vitoria a finales del siglo XVI

En Legazpi el carbonero Domingo Harria sale de noche de su caserío, Harria. Le dice a su mujer que va a la ferrería de Mirandaola, con cuyos dueños tiene tratos. Jamás se le vuelve a ver. Su mujer, Asencia, está convencida de que los dueños de la ferrería, los Plazaola, le han hecho algo y no les quitará el ojo de encima. Además, no es la primera vez que alguien desaparece en el valle: no hace mucho un niño, hijo del mejor amigo de Domingo, también desapareció y no ha podido ser encontrado.

Por otro lado, en Vitoria tenemos a Ginés, un habilidoso zapatero viudo. Un día aparece en su casa, en un pueblecito cercano a la capital, una niña pequeña casi salvaje. Está muerta de hambre y Ginés le da algo de comer. Al día siguiente la niña vuelve y, poco a poco, Ginés se va haciendo con su confianza. Al final, la niña –que no ha sido capaz de decir quién es ni de dónde viene-, se queda a vivir con él y él la toma como una hija aunque para el resto del mundo será su sobrina Jurdana.

La novela se vertebra en estas dos tramas principales: la de Asencia y el resto de habitantes del caserío Harria y la de Ginés y Jurdana. Una en Legazpia, otra en Vitoria hasta que ambas se unen en el valle. Además, habrá otras tramas secundarias relativas a otros personajes. Tramas que enriquecen muchísimo la historia principal y que muy bien pudieran haber dado lugar a novelas independientes y completas.

Me ha gustado muchísimo esta novela y la he disfrutado desde la primera hasta la última página. Me he encontrado una trama interesantísima, en la que pasan muchas cosas, con un ritmo vivo y unos personajes perfectamente caracterizados. Una novela en la que hay de todo y que de primeras calificaría como ficción histórica pero en la que hay mucho más: amor, amistad, familia, intriga, aventuras… Tiene todos los ingredientes para satisfacer a cualquier tipo de lector. A mí, por la trama en cierta manera, por la ambientación y por la preeminencia de personajes femeninos, me ha recordado a algunas novelas de Toti Martínez de Lezea. Y esto es mucho decir porque ya sabéis que Toti es una de mis escritoras favoritas.

Los personajes están perfectamente caracterizados. Hay hombres, alguno muy interesante como Jesús, Pascual o el malo de esta historia. Pero están en segundo plano por así decirlo. Porque el papel primordial lo tienen ellas: las mujeres. Mujeres fuertes que, como Asencia, con sus manos y sin parar de trabajar ni un solo minuto, llevaban adelante un caserío y a su familia. O como Jurdana, que desde niña tiene que vivir circunstancias excepcionales y deberá aprender a sobrevivir. O como Catalina que, si bien está hecha de otra pasta, no deja de tener su carácter y luchar por lo que desea. Estas tres mujeres son ya, no voy a decir como miembros de mi familia, pero sí como vecinas o conocidas muy cercanas. Porque Ane les dota de personalidad, de vida.

La ambientación es magnífica. Se sitúa en parte en Vitoria pero sobre todo en Legazpi, un pueblo guipuzcoano entre montañas que se dedicó desde antiguo al trabajo del hierro. Hoy en día hay una ferrería, principalmente la de Mirandaola, que se puede visitar (os invito a hacerlo si estáis por la zona pues es una ferrería museo donde enseñan cómo se trabajaba el material). La autora cuenta historias del lugar y, en concreto , me he quedado con una que no conocía y que me ha resultado muy interesante, la del milagro de la cruz.

Es la primera vez que leo algo de Ane y no será la última. Me ha gustado la historia y los personajes y me ha encantado como escribe. Se nota que se ha documentado bien sobre la época y el lugar (que no deja de ser el suyo) y da datos que te permiten situarte pero sin darte tantos que esto se convierta en una lección de historia. Porque lo que prima en esta novela es el entretenimiento: “El valle del hierro” pretende y consigue ser una novela ágil, con ritmo, entretenida, para disfrutar leyendo.

Conclusión final

No dudo en recomendaros esta preciosa novela pues estoy segura de que la vais a disfrutar tanto como yo.




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2 comentarios:

  1. Las tramas de desapariciones me encantan, me lo apunto.

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  2. Me atrae mucho lo que has contado, muy interesante, le echaré un ojo si puedo, esas mujeres me gustan. Besos

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