Este libro me tocó el año pasado en un sorteo navideño organizado en Instagram. No llegó a tiempo para leerlo durante las fiestas pero lo guardé como oro en paño con la intención de leerlo estas Navidades.
Éstas son mis impresiones
Ficha técnica
Editorial: Ediciones B
Páginas: 212
ISBN: 979-8361614578
Sinopsis
Cuando el fantasma del tío Archie le confiesa que está cansado de seguir vagando por el castillo de la familia y le solicita los servicios de un exorcista que lo ayude a partir al más allá, Henry MacTavish decide recuperar el espíritu de Yule con la esperanza de que cambie de opinión. Su campaña navideña se complica con la llegada de Natalia Castro, de la Oficina de Recuperación de Patrimonio Escocés, una encantadora botánica enamorada de los bosques caledonios, del chocolate caliente y de la Breve guía sobre castillos y jardines del doctor Willoughby. Puede que Henry y Natalia no tengan más en común que la conservación de Gaoth Tuath, pero la celebración del solsticio de invierno en un castillo encantado, un lúgubre mayordomo, un fantasma enfurruñado, una cocina a medianoche y la prima Mildred están a punto de unirlos en la Navidad más excéntrica de sus vidas.
Un cuento navideño con fantasma, un poquito de humor bajo el muérdago y todo el amor que nos merecemos siempre.
Impresiones
Natalia Campo es una española afincada en Edimburgo que trabaja en la Oficina de Recuperación de Patrimonio Escocés. Su jefa le encarga hacer un informe sobre Gaoth Tuath, un pequeño y antiguo castillo que requiere ayuda. Henry MacTavish es un abogado propietario actual del castillo. Un castillo muy especial que tiene hasta su propio fantasma: el tío Archie, al que solo puede ver su tatarasobrino. Pero Archie está ya cansado de “vivir” y pide a su sobrino que consiga un exorcista o lo que sea que pueda ayudarle. Cuando llega Natalia y es capaz de verle, el tío Archie la confunde con una exorcista. Por otro lado, la conexión de Natalia y Henry es inmediata.
Leer a Mónica es como tomar un té calentito –Earl grey, of course- sentada en el sofá, con una mantita de lana sobre las piernas. Si tenéis chimenea mejor aún. Y es que las novelas de Mónica te hacen sentir cómoda, bien; hacen surgir en ti un sentimiento cálido, amable, agradable. Y una sonrisa perpetua en tu rostro. Al menos es lo que siempre me pasa a mí con ellas.
En “Una Navidad escocesa” nos encontramos con una historia muy bonita, en un escenario perfecto y con unos personajes adorables. La historia tiene un punto romántico (pero no le tengáis miedo las no aficionadas al género que es un punto que os gustará, os lo aseguro) y te hace babear. Ya se sabe por dónde va a tirar –ni más ni menos por dónde tiene que tirar- y el final no es ninguna sorpresa, lo importante es el camino hacia ese final. El escenario es una maravilla. Mónica consigue que un frío y antiguo castillo escocés, desprovisto de las comodidades modernas, resulte un lugar al que te quieras trasladar incluso durante unas frías Navidades. Y lo personajes son de esos que te gustan desde el primer momento. Natalia, Henry y, por supuesto, el tío Archie, un fantasma encantador. Completan este trío un loco elenco de personajes secundarios que, para más inri, están preparando una boda
La historia avanza con buen ritmo y resulta muy entretenida. En cierta forma, querría que fuese más despacio porque sus doscientas páginas se me han hecho cortas, no me hubiera importado que siguiese un poco más para saber qué pasó después.
Conclusión final
“Una Navidad escocesa” es una novela feel-good que realmente consigue su propósito: hacerte sentir bien. Agradable, amable, cálida, confortable. Y encima navideña. Perfecta para leer estos días.
Es una autora a la que siempre me gusta leer. No sé cuándo, pero caerá. Besos
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