Esta semana -y la que viene también- ando con muy poquito tiempo libre así que voy a recuperar algunas opiniones sobre libros que leí hace unos años y que en su día escribi en Ciao. Una de ellas es ésta, sobre un precioso libro titulado "Niños de tiza" del escritor David Torres.
David Torres
Como novelista, ha publicado:
.- "Nanga parbat", que recibió el premio Desnivel de Narrativa.
.- "Donde no irán los navegantes": un libro de relatos, que recibió el Premio Sial 1999
.- "Los huesos de Mallory".
.- "Cuidado con el perro": una colección de cuentos.
.- "Londres": un libro de poemas.
.- "La sangra y el ámbar": un libro de viajes por Polonia
.- "Robando tiempo a la muerte": premio Marca 2006 de literatura deportiva, que escribió junto a Sebastián Álvaro.
.- "Bellas y bestias": colección de artículos aparecidos en el suplemento M2 del diario El Mundo.
.- "El mar en ruinas": una continuación de la Odisea de Homero.
.- "El gran silencio": por el que fue finalista del premio Nadal en el año 2003. Su protagonista es Roberto Esteban, el que también protagoniza "Niños de tiza"
.- "Niños de tiza", con la que ganó el XXX Premio Tigre Juan de Novela
.- "Punto de fisión", publicado hace nada...
Argumento
Roberto Esteban regresa a su barrio natal, San Blas, para cuidar a su madre convaleciente de una operación de varices. Allí se reencuentra con algunos de sus fantasmas de la infancia: sus amigos, sus antiguos enemigos, su malvada tía y el recuerdo de Gema, la niña sirena, que murió trágicamente ahogada en la piscina.
Consigue uno de sus sueños de infancia: tener a la bellísima Lola, separada del gitano Romero, un peligroso traficante. Se ve implicado en la corrupción inmobiliaria que hace de los terrenos de su tía el codiciado botín de la inmobiliaria Sempere, ya que en ellos podría construirse la ciudad olímpica de ser elegida Madrid su próxima sede.
Impresiones
La novela me ha gustado muchísimo y me ha sorprendido aún más.Me esperaba una novela negra (porque así la describen en la propia contraportada del libro) pero me he encontrado con otra cosa. Es difícil definir qué es una novela negra y qué ingredientes ha de tener una novela para ser considerada así. En ésta hay asesinos, profesionales y de los otros, y a la final se descubre todo el tinglado pero, en mi opinión, no es una verdadera novela negra, si acaso gris oscura. Me ha parecido que los asesinatos, las maquinaciones fraudulentas, son una excusa y no el meollo de la novela. Lo importante en ella es el barrio y los recuerdos de Roberto, mientras que la trama de misterio me ha parecido colateral. Más que una novela negra, yo la definiría como una novela social, o de costumbres, o una novela de barrio.
Nos acerca a un barrio periférico de Madrid, bastante marginal, y nos muestra cómo vivían los niños y jóvenes en los años setenta. El presente y el pasado se entremezclan a medida que Roberto va descubriendo los escenarios y los personajes que poblaron su niñez. Niños de clase baja (aunque no los más pobres de la zona, siempre hay alguien que está peor, en este caso los ocupantes de las chabolas cercanas), que tienen que aprender desde muy pronto a sobrevivir y a pelear (en el sentido literal y figurado) en un mundo hostil.
La descripción de los ambientes es muy realista; yo no he vivido, afortunadamente, esa vida pero todos conocemos algún barrio en nuestra ciudad que se puede asimilar al San Blas que Niños de tiza describe con tanto acierto.
No está exenta la novela de típicos y tópicos: el gitano traficante y navajero, el cura peleón, la chica despampanante y sexy deseada por todos… Pero, lejos de ser algo negativo, va como pintado a la novela. Todo en ella es coherente.
El personaje principal; Roberto, es alguien que, en principio, no debería haber despertado ninguna simpatía: peleón, pronto a usar los puños (de hecho es matón profesional después de haber competido en el boxeo profesional), por su boca salen más tacos que palabras bonitas, exalcohólico… Sin embargo, está descrito de una forma tal que nos permite ver el fondo de amabilidad que en él hay y hace que nos caiga simpático. Tanto -en mi caso- que tengo intención de leer la otra novela que protagoniza tan curioso personaje ("El gran silencio").
En cuanto al estilo, es fluido y ameno. No hay una acción vertiginosa pero no aburre en ningún momento. No me ha parecido un page-turner pero casi: se lee con facilidad (ayudado por una letra grande), entretiene y divierte (con guiños irónicos desperdigados a lo largo del texto). Un libro tierno y conmovedor, a pesar de la dureza del envoltorio.
Una novela para disfrutar que, evidentemente, recomiendo.
Ha sido publicada por Algaida en abril del 2008 Tiene 409 páginas.
¿La habéis leído?
Saludos.
Qué pintaza!!! Me sonaba el título, pero no tenía ninguna referencia, ahora sí y de las buenas :)
ResponderEliminarMe ha gustado mucho el título de la novela, y tu reseña me ha dado muy buena impresión, así que otro libro para la lista.
ResponderEliminarBesotes!!!
No recordaba haber leído esta opinión tuya en Ciao así que genial que las reedites en el blog, que me sirven para hacer memoria! jeje!
ResponderEliminarSeguro que me animaré a leerlo!
Tiene muy buena pinta el libro, no lo conocía, pero la verdad que el argumento y tu impresión me han dado ganas de leerlo, además habla de mi ciudad.
ResponderEliminarUn besito
No conocía a este autor y no será que no tenga libros. Tomo nota de este libro, ya veremos cuando puedo leer todo lo que tengo en la inmensa lista. Besos
ResponderEliminarBueno, tampoco está mal encontrarse una novela que en lugar de negra sea gris oscura. Lo importante es que te ha gustado.
ResponderEliminar"Punto de fisión" me dejó muy sabor de boca, tanto la historia como el estilo del autor, pero este no me acaba de llamar. Demasiado en espera para añadir libros que no me llamen al 100% ¿no te parece?
ResponderEliminarUn beso
No lo conocía, me lo apunto, que me ha picado la curiosidad =)
ResponderEliminarBesotes
No me sonaba este libro, y tiene buena pinta. Me lo apunto.
ResponderEliminarbsos!
A pesar de lo bien que nos hablas de él, la verdad es que no me llama demasiado...
ResponderEliminaridad fue transmitiendo a sus descendientes desde los inicios a través de la tradición oral. Muchas de estas historias servían en la antigüedad para transmitir una lección moral a los niños y jóvenes de la época. Más tarde, este folklore evolucionó junto con la escritura y quedó grabado en los primeros textos de la historia. Es aquí cuando ya podríamos empezar a considerar estas historias como los precedentes de las novelas infantiles y juveniles, ya que tenían unos ob conpeht.net/biografia-de-ronnie-radke/
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