Conocí a Nuria Quintana con su primera novela, “La casa de las magnolias”, una novela que me cautivó. Por eso leí la siguiente “El jardín de Olavide”. Y por eso traigo hoy la reseña de su tercera novela: “El recuerdo del bosque”
Éstas son mis impresiones
Ficha técnica
Editorial: Suma
Páginas: 408
ISBN: 978-8491297895
Sinopsis
Navarra, finales del siglo XIX. La inminente llegada del nuevo siglo quiebra el equilibrio alcanzado en el bosque donde viven Amaya y Aitor, un lugar aislado del resto del mundo. La despoblación se acelera y, por primera vez, ambos se preguntan si deben abandonar el lugar en el que han crecido, el único que conocen, o quedarse, sabiendo que llegará un día en el que estarán solos. Su preocupación por el futuro se acrecienta con el nacimiento de sus dos hijas, Luz y Blanca. Lo que no imaginan es que la decisión que están a punto de tomar será la primera grieta de un abismo que sellará su destino.
Madrid, principios del siglo XXI. El descubrimiento de unos túneles en una antigua finca olvidada reabre el suceso sin resolver que se produjo en aquel lugar en la víspera de Navidad del año 1935: unos asaltantes llegaron hasta el palacio y dejaron gravemente herida a su propietaria. Nunca encontraron a los culpables, pero, setenta años más tarde, la aparición de las galerías y de un antiguo medallón con un retrato en su interior lo cambiará todo.
Haciendo gala de un estilo evocador e intimista, Nuria Quintana construye una novela magnética que nos traslada a las profundidades de una familia marcada por los secretos, el dolor y la envidia, en la que también hay espacio para la luz y la generosidad.
Impresiones
La historia se cuenta a través de dos tramas paralelas. Una transcurre en Navarra a finales del siglo XIX. En una casa en un bosque vive el matrimonio formado por Amaya y Aitor y sus hijas Luz y Blanca. Aitor se dedica a pasar gente de uno a otro lado de la frontera y Amaya atiende a quienes se alojan en su casa antes o después de viajar y se ocupa de sus dos pequeñas hijas. En la zona cada vez vive menos gente y su futuro es incierto.
Año 2006, Madrid. En una antigua finca abandonada llamada la Quinta del Duque del Arco se han descubierto unos túneles. La fotógrafa Valentina y el periodista Jacobo van a cubrir la noticia. La Quinta fue abandonada tras lo que ocurrió en el año 1935: un robo con violencia que acabó trágicamente. En los túneles ha aparecido un medallón con la foto de una preciosa joven. Valentina se obsesiona con descubrir quién es.
Me ha encantado la novela como me encantaron las dos anteriores de la autora. La autora ha encontrado su estilo y sus historias son reconocibles, con numerosos puntos en común. Como, por ejemplo, la buena ambientación, normalmente relacionada con la naturaleza: flores, jardines o, como en este caso, un bosque. Por lo que a la parte del pasado se refiere, Nuria describe bien la vida de los pasadores, los que arriesgaban la vida pasando viajeros de un lado a otro de los Pirineos, de España a Francia o viceversa. Una vida dura y llena de peligros que terminó con la industrialización y la mejora de los medios de transporte. Esta parte que nos habla de Amaya y Aitor y de sus dos hijas, Luz y Blanca, me ha encantado. Veremos la evolución de la familia, desde que el matrimonio se casa hasta que nacen las dos pequeñas y cómo van creciendo hasta convertirse en mujeres. En esta parte destaca con luz propia un personaje realmente bueno: Luz.
Esa es otra de las características de las novelas de Nuria: la buena creación de personajes, sobre todo femeninos. Luz, Blanca, Valentina, una encantadora viejecita que detenta una pastelería…, son entrañables y sus caracteres están desarrollados con mucho mimo.
De la misma manera que las novelas anteriores, la historia se articula en dos tramas, cosa que a mí me suele gustar mucho porque me encanta esa labor de “arqueología” que consiste en, desde el presente, intentar arrancar los secretos del pasado. Y secretos hay unos cuantos en esta historia. Al principio no tienes ni idea de cómo pueden estar relacionadas las dos tramas. No coinciden personajes, ni tiempos, ni lugares. Pero, poco a poco, según nos vamos acercando al final, Valentina - y nosotras con ella- va encontrando pistas que nos permitirán adivinar más o menos lo que pasó.
La forma de escribir de Nuria es exquisita. Es una novela con su propio tempus narrativo: no es ni lenta ni rápida, sí entretenida en todo momento. No es una novela de misterio pero tiene su dosis de intriga. Desde la primera novela la editorial ha dicho que las historias de Nuria tienen un aire a lo Kate Morton y yo estoy de acuerdo así que sí os gusta ese tipo de novela, creo que esta os gustará tanto como a mí
Conclusión final
“El recuerdo del bosque” es una preciosa historia de secretos familiares que me ha fascinado desde la primera hasta la última página.
Todavía no he leído nada de la autora. Tengo La casa de las magnolias pendiente en el kindle, así que empezaré con esa. Pero esta me atrae mucho también. Este tipo de historias suelo disfrutarla mucho.
ResponderEliminarBesotes!!!