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martes, 31 de diciembre de 2024

Mejores lecturas del 2024


Como cada año, os traigo mis mejores lecturas del año. Son 12, como 12 meses tiene el año. No sé si son los mejores libros que he leído pero lo que sí sé es que son los que más he disfrutado.

Entre ellos no hay un orden de mejor a peor libro; simplemente, siguen el orden de lectura. Es una pena que se hayan quedado fuera de la lista libros que deberían estar ahí porque los he disfrutado mucho también, pero hace años que me propuse elegir solo 12 y, tras mucho pensar, estos son los elegidos:

1.- "Bajo tierra seca" - César Pérez Gellida

2.- "Tinta y fuego" - Benito Olmo

3.- "La sombra de los sueños" - Gonzalo Giner

4.- "El círculo de mujeres de la doctora Tan" - Lisa Seenull

5.- "El valle del hierro" - Ane Odriozolanull

6.- "Las mujeres de la guerra" - Kristin Hannah

7.- "Siempre vienen de noche" - Alberto Calliani

8.- "Los nueve reinos" de Santiago Díaz

9.- "Estirpe de sangre" - Sandra Aza

10.- "El dios de los bosques" -- Liz Moore

11.- La novia del viento - Brenna Watson

12.- "Victoria" - Paloma Sánchez Garnica

Todos ellos están reseñados tanto en el blog como en Instagram

Deseando saber qué nuevas lecturas nos depara el nuevo año.

Aprovecho para desearos un muy feliz Año Nuevo













3 comentarios:

  1. Laky, pues mis mejores deseos para este nuevo año que empieza hoy. Muchas lecturas y mucha salut para que puedas disfrutarlas. Besos

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  2. Feliz año!! Solo he leído uno de tu Top 2025, no puede ser!!

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  3. Dinastia
    El Linaje Gupta

    Los tres príncipes Gupta y sus acompañantes montaban sus elegantes elefantes blancos. Los animales se deslizaban por una espaciosa avenida saturada de muros de piedra labrada que ostentaban los signos del reino. Los hermanos pasaban por debajo de altos balcones y sobre los pétalos de exótica fragancia que eran arrojados por los ciudadanos. Ante ellos, iban elevándose los imponentes muros y las grandes cúpulas que derramaban sus sombras sobre el camino que conducía hacia el palacio del emperador Otali. Finalmente, cruzaron por debajo de un gran arco de color blanco realzado con un reborde de borlas de mármol, que llevaba hacia los espléndidos jardines de recreo del monarca.

    Nirek el primer hijo de Otali, iba orgulloso por delante; Ojayit, el segundo hijo, lo seguía de cerca, atento a empuñar su filosa arma contra cualquier enemigo, y, asimismo, Nayakan, su hermano menor y otro virtuoso con las armas, iba detrás de ellos. Los seguían por detrás filas de guardias armados con lanzas. Al final, avanzaba un largo séquito de sacerdotes, esos viejos que se dedicaban al estudio de las leyes divinas, y que la pasaban encorvados sobre antiguos pergaminos. Todos recibían saludos alegres del pueblo.

    El nacimiento del príncipe Nirek ocurrió en una tranquila noche, mientras la plateada Luna daba su sereno rostro y se desplazaba a través de las estrellas. Otali estaba impaciente, pero sabía que la paciencia es como un árbol de raíz insípida que produce dulces frutos.

    ―¿Cómo esta ella? ―preguntaba Otali con el corazón exaltado.

    ―Mi Señor, su esposa Kuntana acaba de parir con salud un hermoso niño, tan luminoso como la Luna ―le contestó el médico principal.

    Unos días después, ocurrió la ceremonia para darle un nombre al bebé; se le bendijo y los sacerdotes le desearon una larga vida llena de riqueza y sabiduría. Después, el niño fue colocado sobre el regazo de su padre y recibió su bendición. El sacerdote principal ofreció su plegaria a los dioses y a los espíritus de los antepasados del clan, para poder obtener sus bendiciones. Los clarividentes predijeron que algún día, este ser realizaría memorables acciones, y sería él uno de los prodigios de su creador. Nirek sería grande en pensamientos y en hechos; el hijo de Otali tendría una razón elevada, sus acciones serían rectas y firmes, y sería por derecho, el emperador de Panyab.



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