“La casa entre los cactus” - Paul Pen

Hace unos años leí una novela que me encantó y que no he dejado de recomendar “El brillo de las luciérnagas” de Paul Pen. Nada más terminarla me compré otra novela suya, “El aviso” pero me temo que aún no he encontrado el momento de leerla. Al final se le adelantó su última novela, ésta que hoy reseño

Éstas son mis impresiones



Paul Pen

Paul Pen (Madrid, 1979) es escritor, periodista y guionista.

Escribe ficción desde que leyó Las Brujas, de Roald Dahl, el autor que más le ha marcado junto con Stephen King.

Su primera novela, El aviso, le valió el título de Nuevo Talento Fnac en 2011, además de ser traducida a varios idiomas y encontrarse en proceso de adaptación al cine de la mano de Morena Films.

A sus relatos premiados Una escena matrimonial del todo insólita y Kokomo se unen ahora Otel y La sangre del muerto

El brillo de las luciérnagas es su escalofriante segunda novela, de la cual se prepara ya una versión cinematográfica, y que confirma a Paul Pen como el más prometedor autor de thriller psicológico del panorama español.

Recientemente, acaba de publicar su tercera novela, “La casa entre los cactus”

Facebook: www.facebook.com/mrpaulpen

Twitter: @_PaulPen Web: www.paulpen.com



Datos técnicos

Título: “La casa entre los cactus”

Autor: Paul Pen

Editorial: Plaza y Janés

Edición: rústica, con solapas

Editado por primera vez en junio de 2017

Páginas: 360

ISBN: 9788401354571

Precio: 18,90 euros en papel /3,99 en digital



Argumento

Elmer y Rose han creado una familia perfecta entre los enormes cactus de un remoto paisaje desértico, un hogar lleno de amor para sus cinco hijas, todas con nombres de flor: Edelweiss, Iris, Melissa, Dahlia y Daisy.

Pero la inesperada llegada de Rick, un excursionista en busca de refugio, revoluciona a las hermanas. Y cuando Elmer y Rose descubren que el muchacho no es quien dice ser, el enfrentamiento que librarán -una lucha entre la verdad y la mentira, la justicia y el crimen- destapará terribles secretos que cambiarán para siempre la vida de todos ellos.



Impresiones

Elmer y Rose viven con sus cuatro hijas, Iris, Melissa y las gemelas Dahlia y Daisy en una casa en medio del desierto de la Baja California. Intentando superar la pérdida de la mayor, Edelweiss, pero felices con la preciosa familia que han formado. La población más cercana se encuentra a muchos kilómetros de distancia pero ellos no necesitan más que a sí mismos.

Las vacaciones de verano acaban de comenzar y la profesora particular Socorro ya no acudirá a la casa hasta que llegue septiembre. Las niñas la echarán de menos, especialmente Melissa que sueña con hablar con más gente, conocer a otras personas… Iris también quiere conocer a otras personas pero en su caso sólo chicos pues está en plena adolescencia y sus lecturas románticas clásicas hacen que tenga idealizado el amor. Las gemelas, en cambio, son tan pequeñas que lo único en lo que piensan es en jugar y divertirse.

Pero un día llega Rick a la casa. Un joven guapo y agradable que viaja andando de una parte a otra del desierto y pide quedarse unas horas a descansar y tomar algo. Su llegada va a revolucionar la vida de la familia: Iris se enamora perdidamente de él pero los padres desconfían hasta que descubren que no es quién dice ser.

“La casa entre los cactus” es de esos libros que te van conquistando poco a poco y de los que te despides con pena. La situación que se plantea es, ya de primeras, muy intrigante. Al principio no pasa nada realmente: tan sólo se nos presenta a los miembros de una familia y se nos cuenta cómo es su vida en ese sitio tan particular para vivir. No ocurre nada, no hay nada oscuro y, sin embargo, la tensión se masca desde un primer momento. Sin datos objetivos, pero el lector intuye que ahí ocurren cosas, que todo eso no es normal. Y sabemos que nos vamos a sorprender. Y, por supuesto, nos sorprenderemos: llega un momento en que la novela da un giro de 180 grados que nos hará quedarnos con la boca abierta, casi desencajada.

Podríamos definir “La casa entre los cactus” como un thriller psicológico. Ya lo era “El brillo de las luciérnagas”, novela muy diferente pero con la que he visto similitudes. Por ejemplo, el hecho de que todo ocurra en un mismo lugar: en este caso, en una casa situada en medio del desierto, tanto en su interior como en las tierras que la rodean pero, en todo caso, en unos pocos metros cuadrados (en la otra novela, todo transcurría en un sótano). También la capacidad del autor de crear tensión narrativa sin que ocurran grandes cosas. Igualmente, la sensación claustrofóbica que transmite. En el caso de las luciérnagas era normal porque todo ocurría en un sótano pero en esta casa ya no es tan normal: es una casa con ventanas, en medio de un desierto, rodeada de espacios abiertos, cielos, un horizonte infinito… Nada puede haber -en teoría- menos claustrofóbico que un paisaje así y, no obstante, a mi me ha producido una intensa desazón y una angustia cada vez más claustrofóbica. Y eso es mérito del autor y de nadie más.

Al principio la historia va poco a poco. Las primeras cien páginas no podríamos calificarlas de thriller, casi ni siquiera psicológico. Más bien parece una novela familiar en la que vamos a conocer una familia, muy bonita, con tanta mujer con nombre de flor, muy bien avenidos ellos, que viven en unas circunstancias excepcionales: porque está muy bien todo eso de vivir en plena naturaleza pero no me puedo yo imaginar cómo tiene que ser la vida en un lugar perdido en medio del desierto, sin un alma a la redonda. Puede ser bonita la idea de no tener vecinos fisgones pero, ¿en más de cincuenta kilómetros? ¿Cómo puede alguien vivir tan aislado? Yo, desde luego, no podría. Aunque ellos viven muy bien, no cabe duda. Rose y Elmer han formado una familia preciosa y en su casa todo es amor, risas y cariño. Pero, claro, tiene que haber algo más que eso y os reto a descubrirlo (casi me atrevo a apostar a que no lo haréis y que os quedaréis tan sorprendidos como yo)

En una novela como ésta es obvio que los personajes tienen mucha importancia. Los personajes SON la historia. Por eso, el autor los dibuja con mucho mimo. Así, tenemos a Rose, la madre, esa gran madre que adora a sus hijas y que ha de vivir con la pena de haber perdido a una de ellas. O a Elmer, un hombre entre tanta mujer; un hombre que adora a su mujer y a sus hijas y que haría cualquier cosa por ellas. A Iris, la hija mayor (una vez fallecida Edelweiss), una lectora empedernida de novela clásica que sueña con vivir un gran amor como el de las novelas que lee y que acaba de despertar al mundo de la sexualidad. Melissa, quizás el personaje más interesante por el gran mundo interior que tiene. Es una niña grande, de unos doce o trece años, que se siente profundamente sola a pesar de adorar a su familia. Necesita más gente y por eso coge piedras en el desierto a las que pone ojos y nombre. O viste los cactus con ropa y consulta con ellos sus cosas. Y finalmente están las gemelas, dos crías idénticas de seis años que son pura inocencia y simpatía. Y luego llega Rick, un extraño que va a poner todo patas arriba. Las cosas cambian completamente y muchos de los personajes se van a ver obligados a tomar una difícil decisión.

La prosa del autor me ha atrapado como ya lo hiciera en “El baile de las luciérnagas”. Aunque al principio puede hacerse un tanto lenta (aunque igualmente interesante), va cogiendo ritmo e interés a medida que avanzan las páginas y sobre todo desde el momento en el que Rick aparece en escena. Entonces ya, poco a poco, vamos a ir descubriendo cabos sueltos, flecos inesperados, sorpresas que dan la vuelta a todo y que van a hacer que, al final, no podamos parar de leer.



Conclusión final

Sin duda, os recomiendo muy mucho esta inquietante y claustrofóbica novela. Una novela muy entretenida, que va de menos a más y que acabaréis completamente noqueados.

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