"A grandes males" - César Pérez Gellida

Tenía muchas ganas de leer este libro. Soy una gellidista total y, una ramirista, sanchista, erikista…; vamos, resumiendo, que me encantan todos los personajes que ha creado César Pérez Gellida en estas dos trilogías que bien pudieran considerarse una sextología (¿se dice así?). Así que, como digo, tenía muchas ganas de leer “A grandes males”. Pero también me daba pena y en cierta forma no quería hacerlo. Porque supone el final de las trilogías. Y, si bien sé seguro que habrá más César, que César no puede parar de escribir, lo que no tengo tan claro es que las próximas novelas continúen con estos personajes. Y por eso intenté hacer durar la lectura (aunque no lo conseguí)

Éstas son mis impresiones


César Pérez Gellida

Él mismo nos cuenta en su página web: http://perezgellida.es/memento-mori lo siguiente:

Nací en Valladolid en 1974.

Soy Licenciado en Geografía e Historia por la Universidad de Valladolid y Master en Dirección Comercial y Marketing por la Cámara de Comercio de Valladolid.

He desarrollado mi carrera profesional en distintos puestos de dirección comercial, marketing y comunicación en empresas vinculadas con el mundo de las Telecomunicaciones (Retecal), outsourcing (Grupo Norte) y la Industria Audiovisual (Canal Ocio Europa), hasta que en 2011, mi mujer y yo decidimos trasladarnos a Madrid con nuestro hijo para poder dedicarme en exclusiva a mi carrera de escritor.

En mayo de 2013 me otorgaron el Premio Racimo de oro de Literatura.

Ha escrito:

.- “Memento mori”

.- “Diesi rae”

.- “Consummatum est”

.- “Khimera”

.- “Sarna con gusto”

.- “Cuchillo de palo”

.- “A grandes males”

(Todas ellas las podéis encontrar reseñadas en el blog)



Datos técnicos

Título: “A grandes males”

Autor: César Pérez Gellida

Editorial: Suma de letras. Colección Conspicua

Edición: tapa blanda con solapas

Publicado en Marzo de 2017

Páginas: 688

ISBN 9788491291114

Precio: 18,90 euros la edición en papel / 9,99 el ebook


Argumento

Erika Lopategui y Ólafur Olafsson han llegado a Buenos Aires siguiendo el rastro de la única persona que puede ayudarlos a destapar la organización criminal que se esconde tras la Congregación de los Hombres Puros. Encontrar el Cartapacio de Minos, un misterioso documento que contiene la identidad de los integrantes de la cúpula de esta organización, es su única meta.

Pero no solo ellos lo buscan... Pronto descubrirán que una cara conocida está más cerca de lo que a ellos les gustaría.

A grandes males es un thriller donde la realidad y la ficción se confunden para sumergir al lector en una trama cargada de incógnitas cuyas respuestas se encuentran entre los muros del edificio Barolo, un rascacielos levantado para albergar las cenizas de Dante Alighieri.



Impresiones

Ólafur Olafsson y Erika Lopategui empezaron –en la primera entrega de esta serie titulada “Sarna con gusto” – una investigación sobre una misteriosa organización conocida como la Congregación de los Hombres Puros. En las dos entregas anteriores vimos algunos detalles de la misma. Esa investigación conformaba lo que yo di en llamar “supertrama” y que era la columna vertebral de la trilogía “Refranes, canciones y rastros de sangre”. Luego, en cada novela, había una trama única y particular que era el caso concreto que investigaba Ramiro Sancho en sus labores como policía de Valladolid.

E

Edficio Barolo

n esta tercera y última entrega de la trilogía no va a haber trama policial a cargo de Sancho sino que todo confluye en la supertrama, en la investigación sobre la famosa Congregación

Ólafur Olafsson y Erika Lopategui están en Buenos Aires. Argentina es un país con una notable tradición masónica –que César nos va a contar con pelos y señales- y parece que allí se encuentra la clave para descubrir los cimientos de la Congregación

Su misión –que también será la de otros personajes como lo ha sido de otra gente a lo largo de los últimos años- es encontrar el Cartapacio de Minos que, según cómo se use, puede servir para acabar con la Congregación o bien para asumir el poder dentro de ella. Y, para ello, parece que hay que descubrir las claves, relacionadas con la Divina comedia de Dante, ocultas en un precioso edificio de la capital bonaerense: el edificio Barolo.

Tengo que decir que César me ha dejado en esta ocasión con la boca abierta. “A grandes males” es, sin duda, su novela más compleja y ambiciosa. Reconozco que la primera trilogía me gustó muchísimo y ello se debió en buena medida a un personaje de la misma llamado Augusto Ledesma. Pero hay que reconocer que eran novelas más fáciles: encontrados unos personajes potentes y una historia que contar, alguien con tanta maestría a la hora de escribir como este autor, estoy segura de que no encontró demasiados problemas para hacerlo. Y podría haberse conformado con ello. Pero no lo hizo porque César siempre se prueba a sí mismo; no es conformista, no va a lo fácil sino que arriesga. Arriesgó mucho en “Cuchillo de palo” y aún arriesga más con “A grandes males”. Arriesga metiéndose en un berenjenal de mil pares de narices. Arriesga tomando como base una de las obras más complicadas de la literatura universal: la Divina Comedia de Dante. Arriesga haciendo encajar toda la historia en esa obra y en un edificio que se erigió siguiendo sus cánones. Arriesga con una novela que ha tenido que costarle sangre, sudor y lágrimas escribir. Y, una vez más, triunfa. Porque “A grandes males” sigue siendo una novela entretenida y que engancha, como todas sus demás novelas, pero además es una novela mucho más madura y compleja en la que puede demostrar todo su buen hacer.

Toda la complejidad de la trama y de la escritura no se traduce en una novela de difícil lectura sino todo lo contrario: la escritura de César sigue siendo fluida, engancha como todas las demás novelas y, por supuesto, nos va a ofrecer muchos giros y sorpresas que nos dejarán con la boca abierta.

En las dos entregas anteriores la parte de la Congregación de los Hombres Puros me resultó sumamente interesante. Siempre me han gustado estas historias de sociedades secretas que se supone dominan el mundo. También me gusta que las tramas de las novelas se entremezclen con otra cosa: un cuadro (como “La tabla de Flandes”, una obra literaria, etc… Así que el tema de relacionar la congregación y la Divina comedia me ha fascinado. Y que además todo se relacione con el edificio Barolo y que esto sea totalmente cierto me ha dejado a cuadros.

Últimamente, César contiene guiños en sus novelas a alguna de sus otras obras o a sí mismo. En este caso, hace una mini aparición estelar, os reto a descubrirla jejeje

Como siempre, será un narrador omnisciente quien nos vaya informando de todo lo que pasa; y lo hará desde dos perspectivas: desde el punto de vista de Olafur y Erika o bien desde el punto de vista de Sancho (aunque éste tardará bastante en aparecer)

Como ya hizo en la anterior novela, al final hay una cosa referente a la estructura que resulta muy original. No os digo nada más sino que os invito a descubrirlo.

En fin, no os cuento más. Podría contar mil cosas pero es mejor que las descubráis vosotros mismos. Sólo os diré que tenéis que leer esta trilogía y la anterior, sin falta



Conclusión final

Una vez más, me quito el sombrero ante el maestro. Aunque parecía imposible, César se ha superado a sí mismo con una novela muy trabajada, de trama compleja pero al mismo tiempo muy entretenida e instructiva. Lástima que el edificio Barolo quede tan lejos porque bien merece una visita.

Y, en fin, César: probablemente quieras probar otras cosas pero, por favor, vuelve a traernos a Sancho. Le necesitamos

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