"Theo: respuestas desde la habitación infantil" - Daniel Glattauer

Conocí a Daniel Glattauer en “Contra el viento del norte”, libro que me gustó mucho. Como también me gustó su continuación “Cada siete olas”; algunos piensan que este libro sobre pero una, que es una romántica empedernida, prefiere finales como el de la segunda parte, así que yo encantada de que por el clamor popular el autor decidiese escribir su continuación.

Cuando vi los dos últimos libros que había lanzado en bolsillo la editorial Punto de lectura, supe que ésas serían mis próximas incursiones con el autor. Hoy os traigo una de ellas, “Theo. Respuestas desde la habitación infantil”, novela que, podríamos decir, está “basada en hechos reales” pues Glattauer nos cuenta en ella cosas de su sobrino Theo, desde que nació hasta los trece años.

Daniel Glattauer

Daniel Glattauer nació en Viena en 1960. Desde 1989 colabora para el periódico austriaco Der Standard.

Ha escrito varias novelas, entre las que destacan Darum y La huella de un beso (Punto de Lectura, 2011), además de libros de artículos.

Su novela, Contra el viento del norte (Punto de Lectura, 2011) finalista del prestigioso German Book Prize, se convirtió en un bestseller traducido a treinta y dos idiomas, y también ha tenido gran éxito en forma de radionovela, obra de teatro y audiolibro.

Cada siete olas (Punto de Lectura, 2012) es la segunda parte de este auténtico fenómeno editorial.

Siempre tuyo y Theo (2013) son sus últimas publicaciones bajo el sello Punto de Lectura.

Argumento

Theo es el sobrino del escritor Daniel Glattauer.

Cuando nació, Daniel decidió escribir un libro en el que reflejaría los progresos de su sobrino: desde que era un pitufín, prematuro, metido en la incubadora hasta que, con trece años, Theo da la vuelta a la tortilla y es él, en el último capítulo, el que entrevista a su tío.

Theo es un niño despierto e inteligente que se convierte pronto en el rey de la casa y hace las delicias de su familia, especialmente de su famoso tío.
Sus primeras palabras, sus primeros pasos, sus experiencias en el colegio, su afán por comprar en el Billa, sus vacaciones, sus relaciones con otros niños…, con un afinado sentido del humor, Glattauer nos va a ir contando las experiencias de su sobrino, muy parecidas a las de cualquier otro niño de su edad.

Datos técnicos

Título: “Theo. Respuestas desde la habitación infantil”
Autor: Daniel Glattauer
Editorial: Punto de Lectura
Edición: bolsillo
Páginas: 272
Publicación: 6 de febrero de 2013
Precio: 7,99 euros
ISBN: 9788466326629

Impresiones

“Theo” es, ante todo y sobre todo, un libro simpático. No es un novelón ni lo pretende: lo único que pretende es hacernos pasar un rato entretenido y, al menos en mi caso, lo ha conseguido. Un libro que, creo, gustará principalmente a los que se nos cae la baba con esos pequeños hombrecitos y mujercitas que se hacen llamar niños.

A mí que me encantan los niños y que me gusta leer libros protagonizados por ellos, os podéis imaginar que en algunos momentos se me ha puesto una sonrisa bobalicona al ver las monerías que hace el pequeño, no tan diferentes de las que en su día hizo mi hijo y las que está haciendo ahora mismo mi pequeña.

Al principio el autor dedica un capítulo a cada año del pequeño, pero eso sólo hasta que cumple los 3. En el primer capitulo se refiere a su nacimiento, en el segundo a cuando tiene un año, luego a cuando tiene dos. Cuando tiene tres, Theo ya da más juego: hace más cosas, habla y de él se puede decir más que lo que come o lo que duerme. En realidad, el grueso del libro se refiere a los tres y a los cuatro años, pues una vez que cumple años, los capítulos empiezan a ser también más rápidos. Ello es lógico pues esas edades, en las que los bebés se convierten en niños y empiezan a descubrir mundo, son las más graciosas.

El estilo del autor es muy muy sencillo. También lo era en las otras novelas suyas que he leído. No es un autor que se complique mucho la vida, sino que va directo al grano, con frases cortas, incisivas y directas, sin adornos ni artificios. Máxime cuando se trata de contar las aventuras de un niño pequeño. En su narrativa hay un toque de humor y también un toque incisivo e irónico; no tan acusado como en las dos novelas que le hicieron famoso, pero existe. Los que hayáis leído "Contra el viento del norte" y "cada siete olas" recordaréis los mails que se escribían los protagonistas, a veces disparados como ráfagas de ametralladora, incisivos, mordaces sobre todo los de Emmy. Pues bien, a muchísimo menos nivel, también son destacables los cruces de palabras entre Theo y sus interlocutores, en los que Theo hace gala de su lógica aplastante, podría ser un precursor de Emmy jajaj.

El libro combina la narración con el diálogo. Gran parte del mismo es narración: Glattauer nos va contando las cosas que hace su sobrino y nos habla de sus obsesiones: los coches, el Billa (el supermercado al que van a hacer la compra) y, cuando es más mayor, el football. Pero también hay mucho diálogo, pues el escritor nos transcribe algunas de las conversaciones que tiene Theo con las personas de su alrededor. A veces también con su tío, tomando en este momento la forma de entrevistas que Daniel hace a su sobrino.

La sencillez de la historia y del estilo del autor junto a la alternancia de diálogo y narración hace de “Theo” una lectura ligera, rápida y sencilla. El libro tiene unas 250 páginas y se lee en poco más de dos tardes.

Su lectura supone el recorrido por los primeros años de la vida de un niño. Theo es un niño normal y corriente; bueno, rectifico, es normal y corriente para mí o para ti pero no lo es para su familia, como cualquier otro niño. Theo hace las cosas que hace cualquier niño: jugar, aprender a andar, aprender a hablar, hablar con su media lengua, enfadarse, enfurruñarse, exigir, reir…; cosas normales cuando las hace otro niño pero totalmente excepcionales cuando las hace un niño que amamos. Si tenéis hijos, seguro que identificáis en Theo muchas de las monerías de los vuestros. También si tenéis sobrinos, primos…, alguien pequeñajo a vuestro alrededor.

Yo he sonreído en muchas ocasiones con las ocurrencias de Theo e incluso he soltado alguna risita; en realidad, he tenido casi todo el tiempo esa sonrisa tonta que a muchos de nosotros se nos pone cuando asistimos a las tonterías que hace un niño, no lo puedo evitar. Así que, si bien no pasará como el mejor libro que haya leído este año, me lo he pasado bien leyéndolo y de eso se trata, ¿no?

Conclusión final

Como os decía al principio, “Theo” es un libro tierno y entretenido, con un toque divertido, que hará las delicias de quienes se nos cae la baba con estos pequeños enanitos. ¿Os acordáis de un programa de televisión que presentaba hace años Bertín Osborne que se titulaba “Esos locos bajitos”? Si os gustaba –como a mí-, creo que os gustará este libro (en cambio, si os salía la vena Herodes, quizás no sea el más adecuado para vosotros jajaja.).

No es una novela propiamente dicha pues no tiene un argumento definido ni una historia con un desenlace. Podría ser algo así como si cualquiera de nosotros nos decidiésemos a dejar por escrito en un cuadernillo la evolución de nuestro hijo desde que nace hasta que entra en la adolescencia y le diésemos luego una bonita forma.

Un libro amable, tierno y simpático.

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