"No te escondo nada" - Sylvia Day

En literatura, como en la mayor parte de los ámbitos de la vida, hay modas. Y es lógico, por supuesto: si algo funciona, hay que aprovechar e intentar sacarle beneficios. Ocurrió con “EL código da Vinci” y la multitud de novelas similares que salieron después. Ha ocurrido con la novela negra nórdica a raíz del éxito de la trilogía Millenium de Stieg Larsson, con los vampiros descafeinados de Crepúsculo, las distopías… A veces el éxito de una novela hace que se traduzcan novelas que, de otra forma, quizás no habrían llegado hasta nuestras librerías; novelas de tanta o más calidad que la que propició el éxito; en otras ocasiones, sin embargo, se traduce todo, independientemente de su calidad, hasta llegar a saturar el mercado literario y a los potenciales lectores.

En literatura, el año 2012 ha sido, indudablemente, el de la novela erótica. A mediados de año, más o menos, una potentísima (y acertada, todo hay que decirlo) campaña de marketing editorial hizo que Grey y sus cincuenta sombras inundara todas las librerías y, lo más importante, que la gente comprara y leyera la famosa trilogía. Gente que solemos leer pero, lo que es más meritorio, gente que pocas veces coge un libro ha leído estos tres libros eróticos (o, al menos, el primero). Que no son libros de gran calidad literaria lo sabemos todos pero que tienen el mérito de hacer leer a la gente es, para mí, el mayor mérito que tienen. En un país en que, según las estadísticas, la gente lee poco, algo así dice mucho. Yo soy de la opinión de que lo importante es leer, da igual lo que sea y la aplico a rajatabla con mis niños: me gusta que lean y me da igual que lo que lean no sea lo más “elevado” o ejemplarizante; lo importante es coger el gusanillo de la lectura que, si lo cogen, ya leerán luego cosas mejores…

En fin, que me enrollo. Al hilo del éxito de Grey, no han tardado en salir varias novelas encuadrables en el género erótico, novelas sueltas o trilogías, como el caso que nos ocupa que, si no me equivoco, fue la primera en salir tras Cincuenta sombras. La primera pregunta que nos surge es si, aprovechando el éxito de la primera, nos van a tratar de colar un bodrio y, si bien más adelante, en las impresiones, hablaré más y mejor de lo que me ha parecido, os adelanto que, literariamente, me ha parecido bastante mejor que las novelas de E.L. James

Sylvia Day

Sylvia Day, autora de más de una docena de novelas de éxito internacional traducidas a treinta y seis lenguas, ha alcanzado el número uno en la listas de libros más vendidos del New York Times y ha sido también número uno internacionalmente. Nominada como mejor autora en el Goodreads Choice Award, su trabajo ha sido distinguido como el mejor del año (Amazon’s Best of the Year) de novela romántica. Ha ganado el RT Book Reviews Reviewers’ Choice y ha sido finalista en dos ocasiones del prestigioso Premio RITA Award of Excellence, el galardón estadounidense para escritores de novela romántica.

 web de la autora

Datos técnicos

Título: No te escondo nada
Autora: Sylvia Day
Fecha de publicación: 04/09/2012
320 páginas
ISBN: 978-84-670-0965-1
Presentación: Rústica con solapas
Colección: ESPASA NARRATIVA
Traductores: María Jesús Asensio Tudela | Jesús de la Torre Olid
Precio 17,90 euros

Argumento

Eva Trammell empieza a trabajar en una nueva empresa situada en el edificio Crossfire, propiedad del multimillonario Gideon Cross. Nada más entrar en el edificio se topa con un hombre y entre ellos surgen chispas: se trata del propio Gideon, un hombre joven, rico, poderoso y guapísimo. La atracción entre ambos es inmediata

Queriendo y sin querer, no tardan en empezar una relación sexual, que constantemente se ve amenazada por las inseguridades de ambos que provienen de un oscuro pasado.

¿Lograrán superar sus miedos? Se trata de una relación meramente sexual o se han enamorado? Lo único cierto es que su relación es de lo más apasionada y que las escenas de sexo van a ser tórridas

Impresiones

“No te escondo nada” es la primera entrega de la trilogía erótica Crossfire (el nombre del edificio en el que trabajan los protagonistas). La segunda parte, “Reflejada en ti” ya se ha publicado (y me está esperando en mi estantería) y la tercera se publicará durante el próximo año 2013.

Reconozco no ser especialmente fan del género erótico. De hecho, salvo “Las edades de Lulú” de Almudena Grandes –que leí hace como veinte años- mi única experiencia en el género ha sido la trilogía de Grey, que he ido leyendo a lo largo de estos meses y cuyas reseñas os he ido dejando oportunamente. Con Cincuenta sombras de Grey disfruté, no lo voy a negar, pero tampoco me hicieron fan del género, no se convirtió ni mucho menos en mi predilecto… Por eso tenía mis reticencias acerca de la lectura de más libros de este género; sin embargo, al mismo tiempo, tenía curiosidad y fue por eso por lo que me adentré en la lectura de una nueva trilogía erótica, la que más me llamó la atención de todas las que salieron en la última mitad del año.

La experiencia ha resultado bastante positiva. Sigo sin ser fan del género erótico y, de momento, no creo que vuelva a tocarlo en unos meses pero he descubierto que, de vez en cuando y para variar de género, no está mal leer algo de este tipo.

La novela se inicia de una forma bastante típica, no lo vamos a negar y sigue unos derroteros también típicos y tópicos. Comienza con un encontronazo entre los dos protagonistas de la trilogía: en el sentido literal, ambos tropiezan, a ella se le caen las cosas que lleva, él le ayuda a recogerlas, ambos se miran y, zas, la llama de la pasión prende en ellos. Me hubiese gustado una forma un poco más original de que empezara la acción, no lo voy a negar, pero al menos va al grano, se mete pronto en harina, sin rodeos y circunloquios innecesarios. Además de éste, nos encontramos algunos otros topicazos. Por ejemplo, que todos los protagonistas sean bellísimos, que digo yo que en las empresas newyorkinas también trabajarán gente menos agraciada físicamente, no? Pues no a tenor de las novelas, ya que todos tienen unos ojazos preciosos, un esculpido cuerpo de gimnasio y una cara de ángel en el caso de ellas o “caraplástico” en el caso de ellos. Como si los feos no pudieran enamorarse o tener relaciones sexuales. También nos encontramos a los personajes típicos en estas historias, por ejemplo, el queridísimo amigo gay de la chica. Nada nuevo bajo el firmamento, vaya.

Sin embargo, hay algo que diferencia a esta novela de otras del género (o bueno, de la de Grey, que ya sabéis que no he leído mucho de este género y no puedo comparar demasiado): la calidad literaria. Sin que Sylvia Day vaya a ser la próxima candidata a recibir el premio Nobel de literatura, lo cierto es que escribe muy bien y que el nivel de su prosa –en mi opinión- es más alto de lo que solemos encontrar en este tipo de libros. Su prosa es ágil, amena, sencilla de leer pero también cuidada. Los personajes están muy bien perfilados y la trama en general se desarrolla con fluidez, de tal manera que la lectura resulta rápida y entretenida. La acción aparece narrada en primera persona por Eva, nuestra protagonista, por lo que será el personaje al que más lleguemos a conocer.

Como es lógico, encontraremos escenas de sexo explícito, narrado sin ningún tipo de tabú. Hay muchas, muchísimas, y reconozco que al final me llegaban a cansar pues más me interesaba saber cosas del pasado de los protagonistas y de si éste les llevaría a romper su relación que de lo bien que se lo pasan en la cama, que eso ya me lo imaginaba perfectamente.

Tengo que ponerle un pero pues, a pesar de que la prosa es, como digo, cuidada, me parece que abusa un tanto de un lenguaje bastante soez. Una cosa es narrar las escenas de sexo llamando a las cosas por su nombre, que es lo esperado en este tipo de libros y otra es que en los diálogos, por ejemplo, aparezcan bastantes tacos y un lenguaje más propio de una barriobajera que de una ejecutiva de éxito. Me ha parecido que el lenguaje no es el más apropiado al nivel cultural de los protagonistas. Reconozco que no me gustan las palabrotas, raramente las digo (por no decir nunca) y quizás por eso me han resaltado y molestado tanto (porque no he leído ninguna otra reseña en la que se destaque ese aspecto así que quizás es cosa mía)

La relación entre los protagonistas es mucho más creíble que la que se da entre los protagonistas de Grey. En aquel caso me chocó mucho que una chica virgen pasase de cero a cien en las primeras hojas; en este caso, sin embargo, Eva es una mujer ya adentrada en los misterios del sexo, madura en ese aspecto, por lo que no resulta extraño o chocante las tórridas escenas que Gideon y ella se traen entre manos. Lo que sí me parece un tanto extraño es que Eva sea tan deshinbida sexualmente después de lo que le pasó. Ciertamente, su pasado influye y mucho en su relación con los hombres en general y con Gideon en particular pero de alguien que ha pasado por lo que pasó Eva yo me esperaría que tuviese un cierto miedo o al menos reparo al sexo; y ella no, al sexo no le tiene miedo, es a otras cosas que tendréis que leer la novela si queréis descubrir. Como digo, eso no me parece creíble del todo pero quién sabe… La infancia y adolescencia de ambos protagonistas va a estar muy presente a lo largo de toda la novela pues en ellas pasó algo que influye muchísimo en la personalidad que ahora tienen y en cómo se comportan en sus relaciones con el sexo opuesto. Si bien no es muy difícil imaginar por dónde van a ir los tiros, el averiguar qué pasó exactamente, es uno de los mayores alicientes de la novela. A mí éste es el aspecto que más me ha gustado de la novela y lo que me ha mantenido enganchada a sus páginas.

Los personajes aparecen como bastante reales y creíbles, todos ellos. Son jóvenes, triunfadores, guapos, neoyorkinos… Eva es una mujer bastante compleja, que a veces aparece fuerte y como sobrada de todo y otras nos muestra su lado más tierno, sus debilidades e inseguridades pues, en el fondo, no se cree que haya podido enamorar a un personaje como Gideon. Éste es también joven, guapísimo y poderoso y todas las mujeres le van detrás; sin embargo, él huye del compromiso, ¿por qué? Junto a los dos protagonistas, nos encontramos al típico amigo gay de Eva, Cary (bueno, lo de gay con matices…), a Christopher el guapo hermano de Gideon, al jefe homosexual de Eva, a los padres de Gideon…. Supongo que todos ellos darán bastante juego en sucesivas entregas de la serie.

Conclusión final

En conclusión, me ha gustado estar primera entrega de la serie Crossfire. Me ha parecido''' una lectura ágil, amena, fresca y entretenida que se lee sin ningún esfuerzo y te deja con ganas de más''', sobre todo por algunos aspectos de los personajes secundarios que se apuntan en esta primera entrega y espero se desarrollen en las siguientes. Con escenas explícitas de sexo, No te escondo nada es, sin duda, una novela erótica pero la elegancia con la que se desarrolla la aleja y mucho de otro género al que en ocasiones éste se puede acercar, el pornográfico. A pesar de algunos tópicos, la forma más que correcta de escribir de la autora, hace que sea una novela recomendable.

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