"Mapas del crimen. Regreso a los lugares del delito" - Drew Gray

 Hoy reseño un libro que es una joya por su edición y por su contenido. Un libro perfecto para cualquier aficionado a la novela negra; y eso que no es novela...

Editorial: Siruela

ISBN: 978-8418245770

Páginas: 224

Sinopsis

En este recorrido cartográfico por los más terribles e intrigantes asesinatos del siglo XIX, ocurridos en las ciudades y regiones más castigadas por el crimen en todo el mundo, el doctor Drew Gray examina y reevalúa con precisión forense más de cien asesinatos distintos en sus diferentes tipologías. Decenas de turbadoras fotografías realizadas en las escenas del crimen por los pioneros del trabajo policial, ilustraciones contemporáneas aparecidas en las revistas sensacionalistas de la época e informes policiales y judiciales, completan este macabro retrato de un tiempo que vio nacer el desarrollo de las huellas digitales, las fotos de prontuario y los perfiles criminales.

Impresiones

En este libro se recogen una serie de crímenes reales ocurridos durante todo un siglo, desde el año 1811 hasta el año 1911. 

El libro comienza con una introducción tremendamente interesante que os recomiendo encarecidamente leer. En ella se nos habla de los orígenes de la investigación criminalística, de cómo surgió la figura del detective, de la investigación forense... También se nos da unas nociones básicas de criminología que a mí me han resultado especialmente interesantes. Muchos sabéis que estudié Derecho, que el Derecho Penal y el Procesal Penal siempre han sido mis ramas favoritas. De hecho, durante la carrera amplié la formación básica con algunos seminarios. En uno de ellos se nos habló, precisamente, de antropología y criminología forense y salió a relucir Cesare Lombroso (que tiene un papel destacado en esta introducción del libro). Recuerdo que en aquel momento ya me impactaron los estudios que se habían hecho sobre las posibles causas del delito, sobre que algunas personas parecían más propensas a él que otras y el hecho de que ciertos rasgos físicos (tamaño de la frente, arcos superciliares, etc...) podrían denotar una tendencia a lo criminal. Según ciertas tendencias de Criminología, por supuesto; también las hay contrarias. Es por eso entre otros motivos que la introducción me parece que no tiene desperdicio.

Tras ella, nos encontramos los crímenes propiamente dichos.

El libro se estructura en tres partes, siendo la primera mucho más extensa que las otras dos. La primera parte recoge crímenes cometidos en Europa. Sobre todo en Gran Bretaña pero también en otros países como Francia, Alemania, Austria, Hungría, Bohemia, Italia y España. En la segunda nos trasladamos a Norteamérica. Y en la tercera parte a Australia, con dos asesinatos.

Pasamos a hablar de los crímenes. Os hablo del primero de ellos porque los demás siguen la misma estructura.

Muchos crímenes ocupan dos páginas, izquierda y derecha. En la página de la izquierda, arriba, vemos el lugar donde ocurrió y la fecha. Luego viene el nombre del asesino y una fotografía o dibujo que lo representa. Debajo del nombre una X y un número (si hubo más de una víctima) o un nombre (si sólo una persona fue asesinada). Debajo, el arma utilizada, el tipo de delito y la actividad policial realizada. A continuación, una dirección; no por nada es un mapa del crimen: con este libro en la mano podríamos, por ejemplo, hacer un recorrido criminal por la ciudad de Londres.

Luego ya viene el texto donde se nos cuenta qué pasó. Ocupa casi toda la página de la izquierda. En la página de la derecha nos encontramos con alguna ilustración y algún apunte. Por ejemplo, en el caso de John Williams que mató a 9 personas en Londres, tenemos un mapa de parte de la ciudad en la que, con puntos rojos, se marcan los lugares donde se cometió el crimen. En otros casos, nos encontramos con recortes de periódico y cosas similares relacionadas con los crímenes.

No siempre es así. Hay casos en los que en cada página hay un criminal diferente, otros que ocupan más de dos páginas, etc...

En algunos casos se nos cuenta alguna anécdota. Por ejemplo, en el caso del asesinato de Patrick O'Connor por Frederick y María Manning. Fueron condenados a la horca y en el momento del ahorcamiento, como era habitual, se congregó una multitud. Entre los espectadores estaban escritores como Herman Neville y Charles Dickens. De hecho, Dickens utilizó a María como  modelo para el personaje de Hortense, la asesina de "Casa desolada".

Y es que este libro es un filón para escritores. La mayoría de los crímenes, dado el período de tiempo transcurrido, son desconocidos para el común de los mortales, por lo que cualquiera de ellos puede servir de base para escribir una novela negra con base histórica.

Centrándonos en España, el autor recoge dos casos, ambos ocurridos en Madrid. En el año 1849 en la calle de La Montera hubo un estrangulamiento. En el año 1888 en calle de Fuencarral Higinia de Balaguera Ostalé y Dolores Ávila mataron con un cuchillo a Luciana Borcino. Evidentemente, ha habido muchos más crímenes en España (y en los demás países) en ese período; algunos más llamativos. No sé cuál es el criterio que sigue el autor para escoger unos sí y otros no...

El contenido es muy interesante, de verdad que sí. Y la edición está a la altura. Es cuidadísima y preciosa, entra por los ojos. Empezamos con la portada en tapa dura y los tres cantos en negro. El interior más de lo mismo. Las hojas, de muy buena calidad, tienen un tinte de color sepia, lo mismo que las ilustraciones, perfectamente adecuadas para la época a la que nos retrotraen.

Conclusión final

Este libro me ha acompañado durante los últimos dos meses. Lo he ido leyendo de a poquitos, un crimen o dos al día. Podría leerse todo de seguido pero yo creo que la forma más adecuada de hacerlo es así, como he hecho yo. Fijándose en cada crimen, en lo que cuenta pero también en las ilustraciones que le acompañan. Y, en muchos casos, ampliando información en google. Creo que así se disfruta más por este viaje por el mundo del crimen.

Echadle un vistazo si tenéis ocasión porque, de verdad, es un libro que no tiene desperdicio. Una joya para cualquier aficionado al crimen (en el buen sentido, por supuesto)

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