"En el otro bolsillo" - Laura Balagué Gea

Esta es la tercera novela protagonizada por la inspectora de la Ertzantza Carmen Arregui que leo. Tras “Las pequeñas mentiras” y “Muerte entre las estrellas”, quería saber a qué caso se enfrentaban esta vez Carmen y su equipo.

Éstas son mis impresiones

Ficha técnica

Editorial: Erein
Páginas: 304
ISBN: 978-84-9109-642-9

Sinopsis

Una auxiliar de enfermería de un centro de salud aparece muerta en extrañas circunstancias. Un nuevo caso para la oficial de la Ertzaintza Carmen Arregui, cuya resolución se complicará debido a la sorprendente “normalidad” que presenta la rutinaria vida de la difunta y su entorno. La ausencia total de indicios, aficiones y amistades de la víctima, por exiguas que fueran, supondrá un enorme reto.

Carmen Arregui es una oficial comprometida con su trabajo, desbordante de sentido común y con una completa vida familiar. Capaz de sacar lo mejor de cada uno de sus colaboradores: el tímido Aduriz, la eficaz Lorena y el antediluviano Fuentes, y, al mismo tiempo, esquivar las imposiciones, siempre oportunistas, del comisario Landa; además de tener una particular habilidad para despejar con garbo la escena de un homicidio: “En la escena del crimen, el que no ayuda estorba”.

Una historia bien hilvanada que avanza en una pesquisa paciente y que, poco a poco, nos irá descubriendo pequeños detalles en la existencia de la víctima que revelarán que no hay vida sin secretos.

Impresiones

Agustina Prados, una auxiliar de enfermería de un centro de salud de la ciudad, ha aparecido muerta en su casa. Aunque no hay signos evidentes de violencia, determinadas circunstancias indican que ha sido asesinada. Así que la inspectora de la policía Carmen Arregui y su equipo se van a hacer cargo de la investigación. Una investigación que va a resultar mucho más difícil de lo esperado por una circunstancia curiosa: la normalidad de la víctima.

Y es que Agustina era la persona más normal del mundo. Soltera, sin pareja actual ni pasada, sin hijos, sin más familia que un hermano, su mujer e hijos gemelos que viven en Madrid. Con un trabajo que desarrolla con cuidado pero sin implicarse más de la cuenta Con un trato correcto con todo el mundo pero sin llegar a nada personal. Sin más dinero que el que gana con su sueldo. Sin hobbies ni nada similar conocido…

La investigación es desesperante porque no parece que haya ningún cabo del que tirar dentro de tanta normalidad. Y cuando descubren algo que no es tan “normal”, les va a dar muchísimo trabajo seguir esa pista que descubre a una Agustina distinta pero que tampoco parece llevar a ninguna parte.

Si tuviera que describir esta novela con una sola palabra ésta sería: “normal”. Normal en cuanto a los personajes y a la historia en sí. Una historia como ésta podría ocurrir perfectamente en una ciudad como la mía, San Sebastián, en la que precisamente transcurre. Me encantan las historias de asesinos en serie que se guían por la Divina Comedia y cometen crímenes perfectamente escenificados. Pero hay que reconocer que ese tipo de novelas –que, repito, me encantan- no son muy reales. Por eso, también me gusta leer novelas policíacas reales, verídicas, creíbles. Y ésta (y las demás de la serie) lo son. De hecho, no quiero spoilear pero en mi ciudad algo de lo que está en la base de esta novela ocurrió hace bastantes años; no fue un asesinato, para nada, pero a mí me sorprendió tanto que se me quedó grabado en la mente.

En una ciudad como la mía en la que apenas hay homicidios (aunque en los últimos tiempos la tasa de criminalidad ha subido algo), casos como el asesinato de Agustina Prados son perfectamente creíbles. Y también es creíble la forma en la que Carmen y su equipo investigan. Estoy segura de que si en la comisaría de la ertzaintza hay alguna inspectora de homicidios, ésta podría parecerse a Carmen Arregui. Y es que fuera de esos inspectores de novela negra fumadores, casi alcohólicos y muy solitarios que se hicieron clásicos, en la novela negra actual se tiende a buscar protagonistas normales, con una vida personal también normal y sin traumas excesivos. Y más normal que Carmen Arregui, difícil. Carmen está casada desde hace años y tiene dos hijos ya mayores. Sus horarios de trabajo hacen que a veces le sea difícil conciliar la vida personal y profesional y se preocupa de cosas normales como intentar comer sano y en horarios fijos (algo difícil cuando se es policía), atender a su familia, etc, etc… A mí me gusta mucho Carmen, le tengo cariño desde que la descubrí en “Las pequeñas mentiras”. Me conquistó con su forma de ser, tan de andar por casa. Es la típica persona de la que podría ser amiga.

En cuanto a la forma de llevar a cabo la investigación, la novela resulta bastante clásica. Mucho interrogatorio, trabajo de documentación, bucear en la vida personal de la víctima para ver quién ha podido querer matarla, seguir cualquier pista por nimia que sea… Concesiones a la vida moderna a través de las redes, apps e internet pero, en definitiva, investigación clásica. Y, por supuesto, alguna sorpresa. Es difícil adivinar el final y, sin embargo, resulta de lo más lógico.

“En el otro bolsillo” es el típico libro que se lee solo, sin ningún esfuerzo. Una prosa sencilla y directa, sin artificios en la que abunda el diálogo lo que hace que la lectura sea fluida y de ritmo rápido.

Y no os asuste que sea una serie. Cada novela contiene un caso diferente, que empieza y termina en ella. Y la vida personal de los personajes es importante para definirlos pero es muy sencilla por lo que no es difícil hacerse con ella

Conclusión final

De nuevo, Laura Balagué me ha mantenido absorta en las páginas de “En el otro bolsillo”. Una novela policíaca que da gusto leer.

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