“Donde fuimos invencibles” - María Oruña

Disfruté mucho con los dos anteriores libros de esta autora por lo que estaba deseando que se publicase el tercero. Una vez hecho, no dudé en hacerme con él y buscarle hueco. Ya os adelanto que también lo he disfrutado un montón

Éstas son mis impresiones


Datos técnicos

Título: “Donde fuimos invencibles”

Autora: María Oruña

Editorial: Destino, colección Áncora ¬Delfín

Edición: de gran tamaño, tapa blanda con solapas

Publicado en abril de 2018

Páginas: 413

ISBN: 978-84-233-5366-8 

PVP: 18,50 € en papel 

Argumento

El verano está terminando y la teniente Valentina Redondo está contando los días para empezar sus vacaciones. Pero algo insólito sucede en el centro mismo del pueblo costero de Suances: el jardinero del antiguo Palacio del Amo ha aparecido muerto en el césped de esa enigmática propiedad.

El palacio es una de las casonas con más historia de los alrededores, y después de permanecer mucho tiempo deshabitada, el escritor americano Carlos Green, heredero de la propiedad, ha decidido instalarse temporalmente en el lugar donde vivió sus mejores veranos de juventud. Pero la paz que buscaba se verá truncada por el terrible suceso, y aunque todo apunta a una muerte por causas naturales, parece que alguien ha tocado el cadáver, y Carlos confiesa que en los últimos días ha percibido presencias inexplicables a la razón.

A pesar de que Valentina es absolutamente escéptica en torno a lo paranormal, tanto ella como su equipo, e incluso su pareja, Oliver, se verán envueltos en una sucesión de hechos insólitos que les llevarán a investigar lo sucedido de la forma más extravagante y anómala, descubriendo que algunos lugares guardan un sorprendente aliento atemporal y secreto y que todos los personajes tienen algo que contar y ocultar.



Impresiones

El jardinero del palacio la Quinta del Amo ha aparecido muerto en el jardín. Aparentemente, ha muerto por causas naturales pero, de todos modos, Valentina Redondo y su equipo deciden investigar. El palacio ha sido durante años la residencia de veraneo de una familia americana. Tras la muerte de la última propietaria, lo heredó su nieto Carlos Green. Éste es un escritor que ha decidido pasar unos meses allí para terminar su última novela. Hacía muchos años que no iba, desde que era un jovencito aficionado al surf. Solo en la inmensidad del palacio, con la única compañía ocasional del jardinero y de una mujer que acude a limpiar, Carlos nota cosas extrañas: una gramola que se pone a funcionar sola, una mujer que se le aparece en el jardín secreto… ¿Qué está pasando en la Quinta del Amo? 

En esta novela, María Oruña recupera los dos protagonistas de “Puerto escondido” y “Un lugar a donde ir”: la policía Valentina Redondo y el inglés Oliver Gordon, que regenta un hotel con encanto en Suances, precisamente la localidad donde está situada la Quinta del Amo y donde transcurre la acción de esta novela. Es, por lo tanto, la tercera entrega de esta serie policíaca. Una serie que se puede leer sin seguir el orden natural -aunque siempre sea recomendable-, sobre todo en esta ocasión. Si bien hay referencias a lo acaecido en las novelas anteriores y los protagonistas son los mismos, la investigación policial empieza y termina en cada novela y se dan los suficientes datos de la vida de los personales para situar al lector nuevo pero sin desvelarle demasiadas cosas de las entregas anteriores por si luego decide leerlas.

“Donde fuimos invencibles” sigue la línea de las novelas anteriores, resultando reconocible el estilo de María Oruña. Aunque en esta ocasión arriesga con una trama paranormal. He de confesar que me daba un poco de miedo pues no soy aficionada al tema y, dependiendo de cómo estuviese tratado, podría o no gustarme. Afortunadamente, me ha gustado mucho cómo está tratado: me ha parecido interesante y bien llevado. Me ha encantado la confrontación entre dos de los personajes secundarios de la novela: uno no cree en lo paranormal y a todo le encuentra una explicación científica mientras que el otro sí está abierto a la posibilidad de que ocurran hechos sobrenaturales. Así cada lector puede quedarse con lo que más le interese. A mí ya digo que me ha gustado mucho cómo trata la autora el tema, dando las dos versiones y, además, me han parecido muy interesantes algunos datos que da al alimón del asunto.

La historia transcurre en Suances, lugar donde viven Valentina y Oliver. Me encantan los escenarios y me gusta mucho que María me descubra siempre sitios donde ir. Cantabria no me queda lejos y hemos ido muchas veces. Gracias a ella tengo apuntados algunos lugares que no dudaré en visitar (de hecho, según estoy escribiendo esta reseña, ya tengo reservado hotel para el próximo fin de semana visitar dos de ellos). En este caso, la próxima vez que vaya por allí visitaré sin duda la Quinta del Amo (hace muchos años que estuve en Suances y apenas recuerdo más que el paseo marítimo y la playa de la Concha) y también nos acercaremos a ver ese precioso bosque de secuoyas de Cabezón de la Sal y la reproducción del antiguo poblado cántabro que se puede encontrar en dicha localidad. Es algo que agradezco mucho a los autores: el poder viajar con un libro, el descubrir localidades y monumentos interesantes que, de otra forma, me podrían pasar desapercibidos. No habré ido menos de ocho veces a Cantabria y, sin embargo, jamás había oído hablar de ese bosque de secuoyas. ¡Imperdonable!

La autora describe muy bien tanto los lugares como las escenas, resulta una novela muy visual que podemos “ver” perfectamente en nuestra imaginación. Da los datos suficientes para situar la historia y los personajes, sin abrumar con excesiva información

Como en las otras ocasiones, María Oruña utiliza dos voces narrativas. El grueso de la historia nos es relatada por un narrador omnisciente, capaz de estar en todos los escenarios y de focalizar en los diferentes personajes, especialmente en Valentina y Oliver. Igualmente ese tercero omnisciente será el que nos hable de unas jornadas de un curso de verano que está dando un tal profesor Machín y que tienen que ver con el tema paranormal. Pero además hay una parte narrada en primera persona: se trata de la novela “El ladrón de olas” que está escribiendo Carlos Green. En ella nos cuenta un episodio de su juventud. Ambas voces narrativas se corresponden con los dos planos temporales en que transcurre la historia: el presente de la investigación policial y el pasado de Carlos.

La novela, en esta ocasión, no comienza con tanto brío como las anteriores. De hecho, al principio ni siquiera parece que haya o vaya a haber un crimen: todo lo que parece existir es una muerte natural. A partir de ahí avanzará poco a poco al principio, cogiendo ritmo según avanza hasta acelerarse llegado el final. Personalmente, me ha gustado mucho aunque el caso en sí me ha parecido más sencillo, menos complejo, de resolución menos complicado que el contemplado en las dos novelas anteriores. Aún así, ya he dicho que lo he disfrutado un montón: leer a María siempre es un placer y sus novelas, no teniendo un ritmo especialmente rápido, vuelan entre mis manos.


Conclusión final

He disfrutado mucho leyendo “Donde fuimos invencibles” y ya estoy deseando que se publique la cuarta entrega de esta serie.

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