“Asesinato en Charlton Crescent” - Annie Haynes

Hoy os traigo la reseña de la última novela publicada por la editorial d’Época. Casualmente, en mi colección favorita: la de novela de intriga

Éstas son mis impresiones

Annie Haynes

Annie Haynes (1865-1929). Escritora inglesa de novelas de misterio considerada por muchos críticos como la «principal rival de Agatha Christie» en la Golden Age. Su obra permanecía inédita en castellano.



Annie vivió en Londres durante las dos primeras décadas del siglo XX, participando en círculos literarios y en los primeros movimientos feministas londinenses. Su primera novela, «The Bungalow Mystery», apareció en 1923, y publicó otras nueve novelas más antes de su prematura muerte en 1929. Algunos críticos opinan que su última novela, «The Crystal Beads Murder», parcialmente terminada, pudo ser completada por la propia Agatha Christie o tal vez por Dorothy L. Sayers.



Datos técnicos

Título: “Asesinato en Charlton Crescent”

Autora: Annie Haynes

Traducción:Rosa Sahuquillo y Susanna González

Editorial: d’Época

Edición: tapa blanda con solapas

Fecha de publicación: noviembre de 2017

270 páginas

ISBN: 978-84-946875-2-5

Precio: 18,90 € en papel



Argumento

Lady Anne Daventry sospecha que alguien de su círculo más cercano quiere asesinarla y, aunque a Bruce Cardyn, un detective privado que se hace pasar por su nuevo secretario, sus peores presagios se ven cumplidos, lo que obliga a intervenir a Scotland Yard en la persona del inspector Furnival. Secretos y codicias salpican al elenco de familiares y servidumbre, pues todos los presentes en la mansión han tenido la oportunidad de cometer el crimen.

Todos son sospechosos, y el inspector Furnival deberá hacer uso de su pericia para resolver el crimen. Nos encontramos en un escenario cerrado con un grupo limitado de sospechosos, un planteamiento que puede recordar a obras posteriores como Diez Negritos (1939) o Cartas sobre la mesa (1936), dos de las inolvidables novelas de Agatha Christie.

Estamos ante un «whodunit» («¿quién lo hizo?») perfecto en su trama que recuerda a los mejores trabajos de Christie, Sayers, Allingham o Anthony Gilbert, y cuya lectura nos permitirá conocer a una escritora injustamente olvidada



Impresiones

Lady Anne Daventry sospecha que alguien quiere asesinarle. Ha descubierto que en su cajita de píldoras hay una más de las que correspondan y cree que la sobrante puede contener veneno, cosa que resulta confirmado por los análisis que manda realizar. En su casa, Charlton Crescent, viven dos sobrinas y la hija de su difunto marido. Además, el futuro heredero de la propiedad que viene a visitarla asiduamente y, obviamente, la servidumbre. Alguien de ellos tiene que ser el culpable, ¿pero quién? Lady Anne decide contratar los servicios de una agencia de detectives y uno de los socios se traslada a la mansión haciéndose pasar por su secretario personal pero siendo su verdadera misión tratar de descubrir quién quiere la muerte de lady Anne y, por supuesto, evitar que lleve a cabo sus propósitos

No obstante, las precauciones no sirven de nada: una velada, mientras toda la familia, el detective y el mayordomo de la casa se encuentran en el salón, la anciana lady Anne es asesinada: alguien le ha clavado un puñal. Mientras ella se encontraba sentada a un lado del salón, una extraña sombra ha llamado la atención del resto de las personas que se encontraban en la estancia quienes acudieron presto a la ventana para tratar de averiguar qué era esa sombra. En los escasos segundos que están allí, la mujer es asesinada

Obviamente llaman a la policía y el inspector al cargo, con la ayuda del detective, tendrá que investigar el crimen

“Asesinato en Charlton Crescent” es una novela perteneciente a la colección d’Época Noir (mi preferida) . En esta ocasión, la editorial ha vuelto a sacar una edición de tapa blanda (y no las ediciones de tapa dura y sobrecubierta que sacaba en sus inicios) haciendo que el libro sea más asequible de precio pero manteniendo todas las características por las que esta editorial sobresale respecto al resto: gran calidad del trabajo de todos los participantes en la edición. Traducción impecable de Rosa Sahuquillo y Susanna González, una introducción interesantísima -a cargo en esta ocasión de Juan Mari Laborda-, una portada preciosa (personalmente, me gustan más las ediciones que saca ahora que las primeras en ser publicadas), una edición ilustrada (con ilustraciones a cargo de Harrison Fisher y F. Underwood) impecable, marcapáginas y lámina de regalo, etc… Un trabajo de calidad en cuanto al continente que, obviamente, se traslada al contenido. Es loable el afán de esta editorial por resucitar clásicos olvidados. Son varios los clásicos que nunca habían sido publicados en España y que lo han sido gracias a d’Época, quien también ha tenido el acierto de recuperar libros publicados anteriormente pero imposibles de encontrar. Annie Haynes es un ejemplo. Yo no había oído hablar de esta autora, me temo, y he podido descubrir a una escritora que me ha encantado. Por resumirlo en una frase: esta novela es muy del estilo de las novelas de Agatha Christie. A mí Christie me encanta; si bien hace tiempo que no leo nada suyo, hace muchos años me bebía sus libros como si fueran limonada. Y leer una novela muy del estilo me ha supuesto un soplo de aire fresco. La he disfrutado muchísimo.

Es una de esas novelas de “habitación cerrada”: novelas cuya trama se desarrolla en un espacio muy reducido con un pequeño elenco de personajes. En este caso, son cinco los personajes que se encontraban en el lugar dónde se cometió el crimen y cinco, por tanto, los posibles sospechosos. La labor del inspector Furnival será determinar quién tenía motivos para desear la muerte de la anciana y quién tuvo ocasión de cometer el crimen. Es de esos libros en los que, aparentemente, nadie parece sospechoso pero, escarbando en sus intimidades, descubrimos que prácticamente todos tienen algo que ocultar

Me ha gustado mucho cómo mantiene la autora la intriga. Plantea la cuestión principal desde el primer momento -en realidad, incluso antes, cuando aún no se ha cometido el crimen pero hay fundadas sospechas de que se pueda cometer- y mantiene la tensión narrativa hasta el mismo final, haciéndonos sospechar de todos los personajes. Además, enriquece la trama principal con otras secundarias como, por ejemplo, el robo del collar de perlas de lady Anne que se descubre minutos antes de que ésta sea asesinada. Ya no es sólo un asesinato el que la policía debe investigar, también un robo ; habrá que ver si la misma persona es asesino y ladrón o si, por el contrario, hay más de un criminal.

A través de una técnica clásica, el inspector Furnival va investigando las posibles pistas, interrogando a los posibles culpables y utilizando técnicas novedosas para la época (como el análisis de huellas dactilares que, si bien estaba en sus inicios, ya era usada por la policía de Londres). También, como si de un Poirot o un Sherlock Holmes se tratara, hará uso de su poder deductivo. En realidad, su técnica está más cercana a la del personaje creado por sir Arthur Conan Doyle al que la autora hace un guiño y un homenaje (explícito).

Como novela de misterio me ha gustado muchísimo y el final me ha sorprendido, que es de lo que se trata. Pero también me ha gustado como descripción de una época y una sociedad, la alta sociedad inglesa de los años veinte. Su rígida compartimentación -diferencias entre clases que, en este caso, se explican en la persona del mayordomo Soames-, el valor de la palabra dada y el honor, etc.


Conclusión final

Para terminar, no puedo sino recomendaros esta magnífica novela. Sumamente entretenida, te mantiene pegada a sus páginas y te sorprende con una serie de giros inesperados. Y leerla en la edición de d’Época es, siempre, un placer añadido

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