“Escuela de sangre” - Max Rhode (Sebastián Fitzek)

De Sebastian Fitzeck he leído “El pasajero 23” y “El proyecto Joshua”. Ambos libros me gustaron mucho, sobre todo el primero. Por eso, cuando supe que publicaba nuevo libro –con el pseudónimo de Max Rhode- me hice con él sin tan siquiera leer la sinopsis. Luego me enteré de que era una historia sacada de “El proyecto Joshua” (bien) y que podría encuadrase dentro del género terror (mal porque es un género que no me gusta y “me dio miedo que me diese miedo”)

Éstas son mis impresiones




Max Rhode

Tras el seudónimo Max Rhode se oculta el conocido autor Sebastian Fitzek. Max Rhode es, además, el protagonista de El proyecto Joshua, la novela de suspense escrita por Fitzek (Ediciones B, 2016). En esa obra se menciona La escuela de sangre, el libro de Rhode... que aquí está, para deleite de los lectores. Sin embargo, ambos libros son autónomos y pueden ser leídos en cualquier orden.



Datos técnicos

Título: “Escuela de sangre”

Autor: Max Rhode / Sebastián Fitzek

Editorial: Ediciones B

Publicado por primera vez en marzo de 2017 

Encuadernación: Tapa blanda con solapas

ISBN: 978-84-666-6070-9

Páginas: 304

PVP: 18,00 Euros en papel



Argumento

Simon y Mark son incapaces de imaginar algo más horroroso que tener que trasladarse de Berlín, la metrópolis, al páramo de Brandeburgo. Lo único que los adolescentes esperan, con enorme expectación, son seis semanas de vacaciones de verano, pero su padre les juega una mala pasada. Los ha inscrito en una escuela muy especial, situada en medio de una isla boscosa y solitaria. En ella se enseñan las mismas asignaturas que en el infierno…

Tras el seudónimo Max Rhode se oculta el conocido autor Sebastian Fitzek. Max Rhode es, además, el protagonista de El proyecto Joshua, la novela de suspense escrita por Fitzek (Ediciones B, 2016). En esa obra se menciona La escuela de sangre, el libro de Rhode... que aquí está, para deleite de los lectores. Sin embargo, ambos libros son autónomos y pueden ser leídos en cualquier orden.



Impresiones

Simon y Mark son dos hermanos adolescentes que se han trasladado, junto a sus padres, desde Berlín a un pequeño pueblo situado en el páramo de Brandeburgo. Es verano y los chicos están de vacaciones. Esperan conocer gente nueva y pasárselo bien. Pero todas sus esperanzas se truncan. Algo maligno se esconde en el pueblo y en alguna de sus personas y su padre, hasta entonces una buena persona, va a cambiar radicalmente de forma de ser. Entre sus ideas, está la de llevarles a una escuela muy especial situada en un pequeño islote no habitado en medio del pantano. Una escuela en la que tendrán que aprender lo que de verdad importa en la vida (según su padre). Una escuela de sangre

“

Lago de Brandenburgo

El proyecto Joshua” estaba protagonizado por Max Rhode, un escritor autor de “El colegio del horror”, un libro de terror que le catapultó al éxito. Vendió miles de ejemplares y le convirtió en un escritor famoso con aquélla su primera novela. Ese libro estaba inspirado en una historia real; la suya propia que vivió cuando era un adolescente. Y esa historia es, precisamente, la que nos va a contar “Escuela de sangre” cuyo autor es, precisamente, ese Max Rhode. Estamos ante una especie de spin off o novela sacada de otra novela anterior. Pero, no os asustéis, son independientes. De hecho, lo narrado en esta novela tiene lugar muchos años antes de los hechos de la otra. Simplemente, en ésta Fitzek recupera el pasado del protagonista de “El proyecto Joshua” y, para ello, toma su nombre como pseudónimo. Muy imaginativo

Como os he dicho al principio, el libro está catalogado como terror. Lo cogí a lo loco, sin fijarme en ese encuadre (sólo pensando en que el autor me gustaba) y, cuando me enteré, casi me dio un telele. Porque, además, se hablaba de que había algún elemento sobrenatural (cosa que tampoco me suele hace mucha gracia). Pero no tuve por qué asustarme porque lo cierto es que no me ha dado nada de miedo. De hecho, yo no lo catalogaría como terror; como mucho, de terror psicológico aunque, casi mejor, de intriga psicológica. No sé si a los aficionados al terror les podrá decepcionar pero para mi, que no me gusta, ha sido una bendición. Además, el elemento sobrenatural tampoco es excesivo y no me ha molestado. Quiero decir con todo esto que he disfrutado mucho del libro. Un libro que para mi ha resultado ser puro entretenimiento.

Todo el libro está narrado en primera persona aunque habrá dos narradores: Simon, el hijo pequeño de la familia y auténtico protagonista y otra persona, que nos hablará desde su Diario. Esta persona sólo aparecerá al principio y al final y es fácilmente reconocible porque sus palabras aparecen precedidas del título “Diario del paciente” (ya sea “Inicio” o “Final”). Entre estos dos extractos del diario de un paciente, tendremos los capítulos de la historia propiamente dicha; con un total de cuarenta y nueve capítulos cortos será, como digo, Simon quienes nos contará qué pasó aquel terrible verano.

La ambientación está bastante conseguida. Al principio todo parece idílico: una familia normal, un cambio de residencia, una población tranquila junto a un lago…. Pero, enseguida, el autor impregna todo de un halo de oscuridad muy siniestro que hace que sepas que en cualquier momento puede ocurrir algo (y no precisamente bueno). La novela resulta oscura y un poco opresiva. Hay alguna escena un poquito fuerte pero, más porque nuestra imaginación vuela imaginándonos cosas que porque el autor busque el terror fácil o el susto inesperado. De hecho, podría haber cargado las tintas porque la historia tiene la base suficiente para ello pero es de agradecer –por los miedosos como yo- que se contenga y que haya escrito una novela adaptada para todo el público

El estilo del autor es el que ya reconocemos quienes hemos leído a Fitzek: el típico del escritor de best-sellers. Los capítulos son cortos e intrigantes. Hay mucho diálogo. La prosa es muy sencilla, es de ésos libros que se leen con media neurona puesta. Los personajes no están demasiado desarrollados; tampoco es que lo exija el guión realmente aunque un poco más de caracterización hubiera estado bien. Empieza de forma suave pero no tarda demasiado en entrar en materia y en coger ritmo, llegando a ser muy adictivo al final. Un final que me ha gustado, en el que se resuelve todo de forma adecuada, acertada y sorprendente y que me ha dejado buen sabor de boca.



Conclusión final

Tras el miedo que me dio enterarme del género en el que la novela estaba encuadrada y el alivio al comprobar que no, que era una historia de intriga psicológica de las que a mí me gustan, me metí en la historia y acabé disfrutándola mucho. Una novela que deriva de “El proyecto Joshua” en la que se cuenta la historia que tantas veces se citó en ésta. Una novela muy entretenida, en la que destaca especialmente la opresiva ambientación

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