El año pasado leí “La mejor de las vidas”, la anterior novela del autor salmantino David de Juan. Una novela que me dejó impresionada por su calidad literaria. Como dije en la reseña que en su día publiqué, leer esta novela es como leer poesía sin serlo realmente. Así que no dudé en leer su nueva novela, recientemente publicada por Harper Collins.
Éstas son mis impresiones
David de Juan Marcos
David de Juan Marcos es licenciado en Biología por la Universidad de Salamanca y máster en Gestión y Conservación de la Naturaleza y en Desarrollo Sostenible. A lo largo de su vida profesional ha trabajado como técnico de espacios naturales y como consultor medioambiental tanto en España como en el Reino Unido. Actualmente es profesor de educación secundaria e imparte clases de ciencias y de inglés.
En su faceta literaria ha visto premiados y publicados la mayoría de sus relatos, entre los que podemos encontrar Mi niño viejo (Premio Internacional de Relatos Cortos Cruzando Culturas), De piratas y ladrones(Certamen Internacional Relatos Cortos, Cortos), El día que nevó sobre el naranjo (Ediciones La Palma, Fundación Antonio Gala) y «Desencuentro», que forma parte del libro Cuentos para sonreír. Antología(Editorial Hipálage, 2009).
En 2005 es becado por la Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores y allí comienza a escribir su ópera prima, El baile de las lagartijas, galardonada con el Premio Internacional de Novela Ciudad de Valencia Vicente Blasco Ibáñez. Una poderosa novela que le ha valido la comparación con genios como García Márquez y le ha augurado una exitosa y dilatada carrera literaria.
"La mejor de las vidas” es su segunda novela. “El ladrón de vírgenes”, publicado con Harper Collins Ibérica, su tercera novela
Datos técnicos
Título: “El ladrón de vírgenes”
Autor: David de Juan Marcos
Editorial: HarperCollins
Edición: tapa blanda con solapas
Publicado en marzo de 2017
Páginas: 200
ISBN: 978-8491390466
PVP: 18,90 euros en papel
Argumento
Cómo iba a saber que aquel hombre traía la muerte consigo. Debí darme cuenta por su olor a cebolla rancia. Debí darme cuenta cuando la leche cuajaba a su paso en los cubos de metal. Cuando las palomas morían desplumadas por la tiña, o porque allá por donde pasaba doblaba los racimos y dejaba una pestilencia a plomo de preludios de tormenta de verano.
He de reconocer que en nuestras pesadillas siempre supimos que volvería, que algún día subiría el caminito en forma de culebra cercado de castaños y sus botas embarradas cruzarían con un ímpetu desordenado la única puerta de la casa por donde entraba el sol. Se sentaría en la mesa de tarugos sin pulir con la cuchara de latón y esperaría a que se le sirviera de comer como si nada hubiera pasado. Como si no nos hubiera arrancado la alegría del pecho. Era mi padre.
Después de quince años de misteriosa ausencia, Andrés Pajuelo regresa a su casa para proyectar el robo de una serie de valiosas obras de arte religioso. Para ello necesitará la ayuda de sus dos hijos, del melindroso prometido de su hija y de un enigmático gigante experto en teología y en arte sacro. Cuando todo parece estar listo para ejecutar el último y más lucrativo de los robos, es acusado de varios asesinatos. Para sorpresa de toda su familia, Andrés reconocerá al instante su culpa ahorcándose en público.
El ladrón de vírgenes es una reflexión sobre las mentiras que encierra toda religión y sobre la importancia de la religiosidad en la condición humana. Un análisis sobre los límites de la traición, la lealtad y la fuerza de las promesas. Un certero homenaje a la tradición oral de contar historias
Impresiones
Andrés Pajuelo ha vuelto a su pueblo tras quince años de ausencia, según cree su hijo pequeño, por haberse ido al frente a luchar. No vuelve solo sino acompañado de un amigo, un hombre grandísimo, casi un gigante, que se llama Julio Ramón. A pesar de su aspecto tosco, éste es un gran conocedor de Arte, especialmente de arte sacro y es capaz de tallar imágenes de madera con asombroso realismo. Andrés y Julio Ramón tienen un proyecto: robar una serie de obras de arte religioso de la iglesia del pueblo y de otras iglesias y monasterios de la zona. Especialmente, necesitan encontrar dos vírgenes negras, de factura similar a una tercera que hace tiempo tienen en su poder y que se supone son una pista para encontrar un tesoro del cual les informó un moro. Tesoro que dejaron atrás los musulmanes que tuvieron que abandonar España a raíz de la expulsión.
Cirilo, el hijo pequeño de Andrés y narrador de la historia, así como su hermano mayor Matías tendrán que ayudar a su padre. Al igual que Jacinto el Mulas, el tonto del pueblo, con el que inexplicablemente está prometida la otra hija de los Pajuelo, Valeria.
En esta novela, manteniendo su esencia, el autor cambia un tanto de registro, explorando otros géneros. “El ladrón de vírgenes” es una novela bastante diferente de “La mejor de las vidas” en cuanto a contenido pero muy similar en cuanto a forma. Y es que el estilo pulcro y cuidadísimo del autor traspasa las páginas, independientemente de la historia que esté contando.
La novela comienza fuerte, con una especie de prólogo en el que vamos a ver que a Andrés Pajuelo le han colgado por asesinar al párroco de la iglesia. A continuación, comienza una primera parte en la que nos retrotraeremos unas semanas en el tiempo para ver qué es lo que ha pasado, qué desafortunadas circunstancias han desembocado en ese trágico final.
Será Cirilo, el hijo pequeño de Andrés quien nos irá contando la historia tal y como él la conoció. Es poco más que un niño y apenas conoce a su padre a quien no ha visto desde hace quince años. Cuando su padre vuelve, aprenderá a conocerle y a quererle. Y también verá la reacción que su vuelta provoca en los demás habitantes del pueblo: empezando por su madre –quien no parece estar nada contenta- y siguiendo por su hermana, el párroco, y los demás habitantes del pueblo –que tampoco parecen apreciarle mucho-. Pero él no podrá evitar admirarle y seguirle como un perrillo dónde va. Además, sentirá mucha admiración por el amigo de su padre, el gigante, que casi le adoptará como una mascota y que será el único que se preocupe de contarle cómo son las cosas.
Los personajes de esta novela están muy bien caracterizados a pesar de su brevedad. Aunque son apenas doscientas hojas, al autor le da tiempo a dotarles de personalidad y a mostrarnos cómo son. Siempre, desde la perspectiva de Cirilo porque todo lo que sabremos lo sabremos por sus ojos. En cierta forma, es una novela de descubrimiento y de crecimiento personal: el de Cirilo, que no sólo va a descubrir un padre, sino que va a saber cómo son realmente los demás miembros de su familia e, incluso, va a descubrir el amor.
La novela es de muy difícil catalogación. Hay robo de obras de arte, aventuras, supersticiones, temática religiosa, historias familiares, de amor… No tengo muy claro qué tipo de novela es; en cierta forma se asemeja a un thriller aunque tampoco llega a serlo del todo. Simplemente, es lo que es, una novela diferente y que, al tocar varios géneros, puede llegar a un público amplio.
Todo lo relacionado con el robo de obras de arte religioso me ha encantado. Desgraciadamente, es un hecho histórico: durante la guerra y después (y antes, ya puestos), muchas obras de arte de las iglesias fueron expoliadas. A veces robadas, a veces malvendidas por los propios párrocos, desde pinturas, esculturas e incluso retablos con muchos siglos de antigüedad “desaparecieron” de sus lugares. También me ha gustado mucho el tema de la religiosidad. El autor no sólo se refiere a la religión cristiana sino también a otro tipo de creencias, más rituales quizás, más “de la tierra”. A la necesidad de la gente de creer, de confiar en algo o alguien que resuelva sus problemas. Creencias muy relacionadas con supersticiones que ayudan a la gente en su día a día
La historia me ha gustado mucho. Entre otras cosas porque no pensaba que iba a sorprenderme de la forma en la que al final lo hizo. Aunque más o menos, según vas avanzando la novela, vislumbras por dónde va a ir, lo cierto es que tiene varios giros al final que me dejaron con la boca abierta. Sin duda, el final es muy acertado y un gran colofón para una muy buena novela
Pero lo que más destaca en esta novela es, sin duda, la prosa de David de Juan. No es habitual encontrarse una riqueza linguística y una belleza en la construcción de frases tan espectacular como la que nos ofrece este autor. Aunque en “La mejor de la vidas”, por su carácter intimista, el autor podía solazarse en una prosa que era pura poesía, también en esta novela nos va a deleitar con su estilo tan especial. Su estilo es cuidado al máximo; escribe de forma muy depurada y elegante y, no obstante, el libro se lee con fluidez y sin especiales dificultades. Además, al tener esta novela más ritmo que la anterior y pasar en ella más cosas, la lectura resulta mucho más asequible. Hay un montón de frases para subrayar; os pongo algunos ejemplos:
.- “Una vez el gigante me dijo que el pasado no existe, que el presente ya es pasado y que por lo tanto el futuro nunca existirá: un día ser hará presente y por lo tanto será ya pasado. Así están asentadas las reglas del tiempo, no hay más”
.- “Uno nunca sabe si un recuerdo es algo que guardamos o algo que hemos perdido para siempre”
.- “La soledad no es otra cosa que no tener con quien compartir estos momentos en los que se resume una vida. Uno está muerto cuando está solo. Y nada hay más solo que un muerto”.
Conclusión final
“El ladrón de vírgenes” es una novela entretenida y con un final sorprendente escrito de una forma maravillosa. Os lo recomiendo
Podéis comprarlo en Popular libros
He tenido las misma sensaciones, me ha gustado mucho, este autor cada vez me sorprende mas. Dos novelas tan diferentes entre ellas pero tan buenas. 100% recomendables. Besos
ResponderEliminarA mí no me acaba de llamar. Me suena a otros libros ya leídos.
ResponderEliminarTambién me ha encantado la temática, al estar relacionada con el arte. Besos
ResponderEliminarHe disfrutado mucho la LC, y también creo que lo mejor de la novela ha sido encontrarme con una prosa muy cuidada. Besos
ResponderEliminarYa sabes que La mejor de las vidas me gustó y este libro no me importaría leerlo. Un besote
ResponderEliminarCoincido totalmente contigo. Yo también he hecho hincapié en mi reseña en la capacidad sorprendente del autor para desarrollar tan bien a varios personajes en tan corto espacio. Y de su prosa qué decir, una pasada.
ResponderEliminarBesos.
Para la LC lo está leyendo mi compi así que me quedo sin conocer esta historia de momento, pero veo que os está gustando mucho... con el tiempo le echaré un ojo.
ResponderEliminar¡Besote!
Tenía interés por leer alguna reseña de esta novela. Por lo que nos cuentas en tu reseña, me atrae la trama, y el hecho de que tan solo de 200 páginas es otro aliciente añadido. Besos.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con tus impresiones. Un desarrollo de personajes estupendo y una prosa fantástica.
ResponderEliminarBesos.
¡Pues no se diga nada más, me lo pido! Jajaja. Me encanta todo lo que nos has contado, tiene los ingredientes necesarios para abrirme el apetito lector. Ea pues, me lo llevo.
ResponderEliminarUn besito.
Pues fíjate, a mí lo que me ha fallado es la prosa. No entiendo la razón por la que no separa los diálogos, no marca las oraciones literales... comprendo que quiera innovar y probar otros estilos, pero cuando entorpece la lectura, no me gusta. Pero bueno, para gustos los colores y me alegro mucho que lo hayas disfrutado. Dentro de unos días subo la reseña en mi blog, por si te interesa...
ResponderEliminarLo tengo apuntado, a ver si lo traen a la biblioteca, besotes
ResponderEliminarTe leo en diagonal que todavía no lo he terminado. Me quedo con la valoración final.
ResponderEliminarUn beso ;)
Os he seguido por twitter y me habéis intrigado mucho, también me llama la atención por temática y lo anoto para más adelante.
ResponderEliminarUn beso
Me quedo con dudas,me atrae por una parte pero no estoy segura de si la disfrutaría
ResponderEliminarBesos
Al principio no me llama la atención, pero vista tus impresiones creo que si cae en mis manos la leeré.
ResponderEliminarBesos
David de Juan escribe de una forma sencillamente maravillosa. Besos.
ResponderEliminarTodas contáis maravillas de la prosa de este autor pero yo no acabo de animarme con él y, de hacerlo, me llama más su novela anterior.
ResponderEliminarUn beso
La trama y los personajes me han encantado. La prosa también, pero por esas características que tiene dicha prosa se me ha hecho costoso de leer, en el sentido de que aunque la historia me intrigaba y quería saber más, pues más de dos capítulos seguidos era incapaz.
ResponderEliminarUn beso
A mí en esta ocasión no me termina de llamar la historia.
ResponderEliminarBesos
El tema religioso no me acaba de llamar demasiado... pero el tema de los robos de arte sí... hay una película basada en hechos reales que me encantó: The Monuments Men (y además la historia se ubica en la II GM).
ResponderEliminar;)
¡Hola guapa! Me despierta curiosidad lo de la prosa tan cuidada que comentas. El tema no me disgusta, pero tampoco es de los que más me llaman. Estoy con dudas.
ResponderEliminar¡Besos!
Hola! No conocía el libro pero la verdad es que por el título me esperaba otra cosa y no ha terminado de convencerme así que por ahora no creo que me anime con él. Gracias por la reseña.
ResponderEliminarUn saludo!
Me habéis convencido, no me importaría leerlo
ResponderEliminarBesos
Really good news .Thank you for share this
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