“La escritora” - Carmen Conde

El año pasado descubrí una nueva escritora de novela de intriga: Carmen Conde resultó ganadora del premio de Novela Negra la Trama y su novela “Para morir siempre hay tiempo” fue publicada por Ediciones B. Una novela que, pese a sus inicios un poco raros, acabó gustándome. Cuando leí la sinopsis de su nueva novela, “La escritora”, me quedé totalmente encandilada con una trama totalmente metaliteraria, así que decidí comprobar qué tenía que decirnos esta vez la autora. Ya os adelanto que me ha gustado más que la novela anterior

Éstas son mis impresiones



Carmen Conde

Carmen Conde (Barcelona, 1965) estudió Magisterio y desde entonces ejerce como maestra de primaria en la escuela pública.

Su novela "Para morir siempre hay tiempo" fue galardonada en 2016 con el Premio de Novela Negra la Trama que busca descubrir nuevas voces para el género.

"La escritora" es su segunda novela.



Datos técnicos

Título: “La escritora”

Autora: Carmen Conde

Editorial: Ediciones B

Publicado por primera vez en enero de 2017

Encuadernación: Tapa blanda con solapas

ISBN: 978-84-666-6049-5

Páginas: 368

PVP: 18,00 Euros en papel



Argumento

Lucrecia Vázquez trabaja como «negra» literaria para una gran editorial y convive como puede con el síndrome de Tourette, que le provoca multitud de tics. De inteligencia brillante y personalidad muy compleja, ha construido un mundo a su medida dentro de las cuatro paredes de su apartamento de Barcelona, del que apenas sale.

Cuando la escritora de best sellers Dana Green aparece muerta en un pueblecito del Montseny, la policía descubrirá pronto que Lucrecia iba a reunirse con ella para escribir el nuevo libro de la famosa novelista, que en el momento de su muerte estaba sumida en una profunda crisis creativa.

Dana Green ha sido asesinada de una manera espantosamente cruel. ¿Es posible que sea obra de algún perturbado? ¿O hay que buscar al culpable mucho más cerca? Convertida en sospechosa, Lucrecia tendrá que demostrar que el asesino no tiene nada que ver con ella. ¿O tal vez sí…?



Impresiones

Lucrecia Vázquez es escritora. Pero nadie la conoce porque escribe novelas policíacas firmando con pseudónimo masculino y, además, escribe novelas que firman otros: una “negra” literaria en toda regla. Pero a ella no le importa: lo que necesita es escribir y lo hace, gana el suficiente dinero para vivir y ella misma prefiere no dar la cara pues sufre del síndrome de Tourette.

En la editorial en la que trabaja la estrella es Dana Green quien ganó la fama escribiendo thrillers religiosos tipo a “El código da Vinci”. Pero ahora, como ya no están de moda ese tipo de libros y sí la novela negra, ha decidido dar el salto a este otro género y su editor piensa que Lucrecia es la más indicada para escribirle la novela. Así que le pide que vaya a la casa de su propiedad que ha prestado unos días a Dana. Cuando Lucrecia llega se encuentra a Dana Green muerta, asesinada de una forma sumamente original. Será Gerard, un mosso d’esquadra, quien deberá investigar quién ha asesinado a la escritora y por qué

Sin duda, éste es un libro que llamará la atención a la mayoría de los que amamos los libros: novela negra mezclada con metaliteratura es una mezcla de lo más interesante, ¿no os lo parece? Sin duda, si yo me decidí a leerla fue por esa mezcla, por el título y por lo que pone debajo del título “Escribir un crimen. Morir asesinada. El juego ha comenzado”. El planteamiento es de lo más atractivo y, leída la novela, puedo decir que ésta también.

La parte de intriga está muy bien: Carmen dibuja una trama muy interesante e intrigante, llena de giros y sorpresas. Y de sangre, mucha sangre. Porque los crímenes que describe son, en una palabra, brutales. Atención los estómagos sensibles porque si algo hay que achacar a esta autora es describir bien las escenas: no es nada difícil "ver"  lo que la autora está contando y, claro, hay escenas que son de todo menos bonita. Los crímenes son absolutamente bestiales y no vais a poder dejar de imaginarlos, avisados quedáis.

Como novela negra es buena. La trama es imaginativa, está bien desarrollada, nos mantiene con la duda constante de la posible culpabilidad o no de uno de los personajes y nos sorprenderá en varias ocasiones. También me ha gustado cómo resuelve todo la autora aunque me han faltado algunas explicaciones finales respecto al culpable.

Pero casi lo que más me ha gustado es todo lo referente al mundo editorial. La autora aprovecha para hacer una crítica velada y no tan velada de este mundillo: de los editores hacedores de best-sellers, de los escritores de novela negra con mucha casquería (y eso lo dice, en un toque de humor irónico, mientras dibuja unos crímenes bestiales jajaja), de los negros literarios… No deja títere con cabeza y hay algunas frases para subrayar.

Por ejemplo:

“Tú puedes comprar a un par de periodistas y conseguir que te hagan una buena reseña en su diario, pero no a cinco mil lectores. Y los lectores no son idiotas, por mucho que a nosotros nos gustaría que lo fueran” (olé, olé y olé)
“Eso era antes cuando no existía el ordenador. Ahora cualquier imbécil se baja cuatro informaciones de Google y teclea trescientas páginas que vende a peso y que compiten en las estanterías de los supermercados al lado de Muérdeme, vampiro y de Fóllame, vizconde. Por poner un ejemplo”
“Salvo gloriosas excepciones, el pastel se lo reparten entre cuatro y los cuatro hablan de lo mismo. Cuando iba de thrillers religiosos, todos se dedicaron a sacarle novias e hijos secretos a Jesucristo, o a los apóstoles, o a construir catedrales entre violación y violación, que mire que es morboso el personal. Ahora parece que triunfan los psicópatas, y se trata de inventar crímenes espeluznantes, cuanto más espeluznantes mejor. Que si desollado con un cortaúñas suizo, que si asfixiado con sus propias cuerdas vocales… ¡Qué asco! Es lamentable, pero hay que seguir estas estúpidas modas si se pretende sobrevivir. Y eso sin contar con que el pirateo en internet nos va a quitar el pan de la boca a más de uno…”

El tema de los negros literarios me ha parecido de lo más interesante. Todos conocemos algún caso sonado y nos imaginamos que detrás de ciertos famosos que no saben hacer la o con un canuto y que, no obstante, escriben un libro, hay un negro. Pero la autora va más allá y nos sugiere –bueno, no sugiere, afirma- que el negro literario abunda mucho y que algunas de las novelas supuestamente escritas por escritores consagrados han sido escritas por escritores anónimos. ¿Será esto así? ¿Quiénes serán esos escritores a quienes les escriben otros las novelas? ¿Se os ocurre alguno?

En fin, lo dicho, todo este tema es interesantísimo y sólo por él ya merece la pena leer la novela. Pero además, como he dicho al principio, como novela negra también está muy bien y resulta muy entretenida. La típica novela fácil de leer, con mucho ritmo, que engancha y que no puedes dejar hasta que llegas al final

En cuanto a los personajes, hay uno muy interesante: Lucrecia, la “negra”. Y es que como personaje no tiene desperdicio y es imposible confundirla con otro. No hay muchas Lucrecias en el mundo literario. Y es que tiene síndrome de Tourettes que, por si no lo sabéis, es una dolencia que, entre otras cosas, produce en el afectado tics continuos y la necesidad de decir tacos. Es algo muy poco discreto como comprenderéis y, por supuesto, afecta mucho a los que la sufren. Lucrecia la tiene bastante controlada salvo cuando se pone nerviosa e ir encontrándose cadáveres por ahí no ayuda precisamente a mantener la tranquilidad. Pero no sólo tiene Tourette. También tiene una inteligencia muy superior a la media. Y una infancia muy trágica: madre prostituta, orfanatos…, no se puede decir que su vida haya sido fácil. Pero, ¿puede todo esto convertirla en una asesina? Algunos policías lo creen, Gerard parece que no pero, ¿y el lector? Pues vosotros no sé pero yo he tenido grandes dudas desde casi la primera página hasta el mismo punto y final.

Conclusión final

“La escritora” es una novela negra que mezcla una trama de asesinatos con el mundo editorial. Sin duda, muy interesante tanto para quienes gustan de las historias de asesinatos como para los amantes de todo lo metaliterario

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