“El suicida impertinente” - Juan Luis Marín

No conocía a este autor y la portada del libro no dice gran cosa pero la sinopsis me pareció atractiva y, sobre todo, había sido publicado por Versátil en su colección novela negra (Off Versátil), en la que he descubierto auténticas joyas. Conclusión: tenía que leerla. Ya os adelanto que me ha gustado muchísimo

Éstas son mis impresiones



Juan Luis Marín

Juan Luis Marín. Licenciado en Periodismo y especialista universitario en guiones audiovisuales, ha sido crítico cinematográfico en prensa, radio y televisión, ha realizado trabajos de publicidad y ha desarrollado una destacada carrera televisiva creando contenidos originales, adaptando formatos internacionales y ejerciendo funciones de guion y dirección de programas de entretenimiento.
Premio Ategua de novela 1998 por La Espina, escrita junto a Raúl Sanz. En 2013 publicó Isla Perpetua y Almas Grises, Premio Ultratumba a la mejor novela del año y que el diario El Mundo calificó como «un puñetazo en el estómago contra el pasotismo generalizado».

En 2015 publicó Maldita nostalgia, según el escritor Alejandro Castroguer, «la realidad en toda su crudeza. Sin filtros. Una lectura para espíritus curtidos. Un viaje al infierno».

Datos técnicos

Título: “El suicida impertinente”

Autor: Juan Luis Marín

Editorial: Versátil

Publicado por primera vez en noviembre de 2016

Encuadernación: Tapa blanda con solapas

ISBN: 978-84-16580-51-4

Páginas: 272

PVP: 18,00 Euros en papel

Argumento

IMAGINA QUE UN DÍA RECIBES UNA CARTA.
IMAGINA QUE QUIEN ESCRIBE ESA CARTA TE CONOCE MEJOR DE LO QUE CREES.
MUCHO MEJOR.
Y QUE VA A CAMBIAR TU VIDA PARA SIEMPRE.
SIN QUE PUEDAS HACER NADA PARA EVITARLO.
ABSOLUTAMENTE NADA.

Así comienza una pesadilla que llevará al protagonista de esta historia más allá de la cordura en un viaje donde pasado y presente se conjuran para crear un futuro tan negro como el secreto que ha mantenido oculto durante diecisiete años.
Un secreto que comparte con alguien que, incluso después de muerto, hará todo lo posible porque salga a la luz.
Sin importarle quienes mueran en el camino…



Impresiones

Al protagonista de esta novela le llega una carta de un hombre desconocido. Le dice que tiene que leerla en su próximo funeral. Y no se lo pide sino que se lo exige, amenazándole con revelar un secreto que puede destrozar su vida si se niega a hacerlo. Por supuesto, lo hace. El que escribió la carta, J. M.,  se ha suicidado y tiene cuentas que saldar con un montón de gente: familia, “amigos”, compañeros, esposa y gente que, de un modo u otro, ha pasado por su vida y le ha hecho daño. Así que el día del funeral, nuestro hombre se levanta y empieza a soltar su panegírico particular. En él no deja títere con cabeza.

El punto de partida no puede ser mejor. La situación que se plantea es, en cierto modo, hilarante (si no fuera por la desgracia que subyace detrás de todo el asunto). Los primeros capítulos son de esos que te enganchan de mala forma y que hacen que ya no puedas parar de leer. Tiene un planteamiento bastante original pero lo mejor de todo es que luego toma unos derroteros que, al menos yo, no me imaginaba para nada. Yo pensaba que la novela se iba a centrar en el suicida y en las personas que le habían decepcionado; y en cierto modo es así pero también hay más porque es el propio lector de la carta, el protagonista, el que va a ver cómo la lectura de ésta cambia su vida. No me extiendo más en esto para no soltar ningún spoiler pero, repito, la deriva que toma la novela me ha parecido sorprendente. Y sorprendente también lo que se acaba descubriendo y cómo termina todo el asunto

Desde luego, la idea de un suicida acabando con su vida pero planificando todo a la perfección para que quienes le han herido o se han aprovechado de él a lo largo de su vida reciban su merecido no tiene desperdicio. Y que todo se descubra en el propio funeral del suicida, con todo el mundo llorando lágrimas de cocodrilo, es genial. Me imagino al protagonista levantándose y, todo solemne, leyendo una carta en la que se va a acusar a algunas personas de adulterio, a otras de estafadores, plagiadores, etc… y me da la risa. Y es que la novela tiene un tono bastante acusado de humor; pero humor negro negrísimo, irónico y sardónico. No de ese que busca la risa fácil, ni el chiste manido, sino el que te hace sonreír por las situaciones que plantea.

Por la novela se pasean una serie de personajes a los que sólo conoceremos por sus iniciales: J.M. el muerto, M. J. su mujer, P.O, A.J., etc… Y del protagonista ni siquiera eso. Al principio, no os lo voy a negar, me causó una cierta confusión pues era muy difícil quedarse con “el nombre” de cada personaje pero lo cierto es que rápidamente me acostumbré. Poco a poco, y a pesar de no saber ni sus nombres, sí que vamos a ir conociendo a los dos protagonistas: el suicida y el lector de la carta. Y es que tanto uno como otro son igualmente importantes en esta novela. Veremos qué ha impulsado a J. M a suicidarse pero también veremos cómo ha sido la vida del lector, conoceremos sus miserias y sabremos al fin por qué J.M. le eligió a él para leer su carta de despedida. Conoceremos a dos personas que tenían unas metas altísimas en la vida, y han tenido que contentarse con una vida normal y corriente. Dos personas (sobre todo una) que se consideraban a sí mismas “elegidas para la gloria” y que, finalmente, llevan una vida bastante anodina. Vamos, como casi cualquiera de nosotros. ¿Es eso motivo para suicidarse? Yo la verdad es que no he podido empatizar demasiado con J.M. Sí que es cierto que le han pasado cosas negativas y que hay algunas traiciones que escuecen mucho pero, sinceramente, mucha otra gente ha tenido que vivir experiencias bastante peores y ha seguido adelante. Pero está claro que cada uno se toma las cosas de una manera: algunos se conforman con lo mucho o poco que la vida les da mientras que otros no se conforman nunca. En fin, que ya veis que el libro también da para reflexionar sobre cuestiones muy transcendentales si así lo queréis.

El libro está catalogado como novela negra y por eso se ha publicado en la colección Off Versátil. Pero, sin duda, es una novela negra muy sui géneris (como muchas de la colección por otra parte). Por una parte, está escrita –sobre todo al principio- a ritmo de thriller. Las primeras páginas no se leen, se devoran. Yo porque cuando lo empecé no tenía el día libre que si no me lo hubiera leído de tirón. Es de muy fácil lectura, muy entretenido y muy intrigante por lo que las páginas vuelan. Sería, en puridad, un thriller psicológico. Pero también hay ingredientes de novela negra. Y ese humor sarcástico que lo impregna todo y que no hace reír pero sí echar alguna sonrisita. Un humor que le sirve para hacer un poco de crítica social, de esa generación X que más bien debería llamarse Generación P (de Perdida), de unos personajes arquetípicos perfectamente reconocibles y de unas situaciones que no por rocambolescas son menos reconocibles



Conclusión final

He disfrutado muchísimo con esta novela un poco gamberra, muy original, no comparable a ninguna otra. Que me ha entretenido, me ha hecho sonreír, me ha hecho reflexionar sobre la vida y, sobre todo, ha supuesto un soplo de aire fresco en un género que en ocasiones parece que se repite (y no me quejo, que me gusta muchísimo la novela negra y el thriller actual, pero también sé reconocer algo diferente cuando lo veo). Sin duda, una novela muy recomendable que, además, podréis leer en un suspiro.

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