“Lágrimas en el mar” - Ruta Sepetys

Hace unos años leí una novela preciosa, que me encantó: “Entre tonos de gris”. Luego leí “El color de los sueños” y además tuve ocasión de conocer a la autora, Ruta Sepetys, quien vino a mi ciudad y con la que pude charlar un rato. Me pareció una mujer encantadora.

Hace unas semanas se ha publicado, de nuevo por Maeva, su tercera novela titulada “Lágrimas en el mar”. Ya os adelanto que me ha encantado

Éstas son mis impresiones sobre esta conmovedora novela

Ruta Sepetys

Ruta Sepetys (Detroit, Michigan, 1967) estudió economía y ha desarrollado una prestigiosa carrera como productora musical. Inspirada por la historia de su padre, un refugiado lituano, escribió Entre tonos de gris, una conmovedora y luminosa narración sobre las purgas estalinistas en Lituania, para lo que realizó un exhaustivo proceso de documentación. El libro tuvo una excelente acogida y sirvió para arrojar luz sobre este oscuro episodio de la historia europea, hasta el punto de que la autora ha sido invitada recientemente a comparecer ante el Parlamento Europeo para exponer sus hallazgos sobre el tema. Ruta ha sido galardonada con la Cruz de la Orden de Méritos a Lituania por su contribución a la educación y preservación de la historia lituana, además de recibir numerosos reconocimientos literarios.

Tras su segunda novela, El color de los sueños, ambientada en el colorido Nueva Orleans de los años cincuenta, Ruta Sepetys retoma su empeño en dar a conocer al mundo los episodios ocultos de la historia con Lágrimas en el mar, su tercera novela, y su proyecto más ambicioso hasta la fecha.

Podéis saber más de ella en:
www.rutasepetys.com
www.betweenshadesofgray.com


Datos técnicos

Título: “Lágrimas en el mar”

Autora: Ruta Sepetys 

Traductora: Álvaro Abella Villar

Editorial: Maeva, tapa blanda con solapas

Páginas: 376

ISBN: 978-84-16363-78-0

Precio: 18,90 euros



Argumento

«Una prima de mi padre estuvo a punto de embarcar en el Wilhelm Gustloff y me pidió que diera voz a aquellos que murieron creyendo que sus historias se habían hundido con ellos.»

Este es el origen de la novela, en palabras de la autora. El Wilhelm Gustloff ha quedado asociado para siempre con la mayor tragedia marítima de la historia. En él viajaban más de 10.000 pasajeros, entre refugiados, personal de abordo y militares alemanes. Debería haberlos llevado hacia la libertad y lejos del asedio al que estaba siendo sometido el este de Europa durante la Segunda Guerra Mundial. Pero nunca llegó a su destino, pues fue el blanco de varios torpedos lanzados desde un submarino soviético el 30 de enero de 1945. Apasionada por los capítulos ocultos de la historia, Ruta Sepetys da voz en esta ocasión a cuatro jóvenes protagonistas cuyos caminos se cruzan cuando son evacuados en el Wilhelm Gustloff, como los más de 5.000 niños y adolescentes que lo hicieron para ir al encuentro de su futuro. Nunca llegaron, pero sus historias no se hundieron con ellos.



Impresiones

El 30 de enero de 1945 el barco Wilhelm Gustloff se hundió, torpedeado por un submarino ruso. Si bien tenía capacidad para 1.500 pasajeros, en él viajaban más de 10.000: en su mayoría soldados alemanes heridos y refugiados que, ante el avance de las tropas rusas, huían a zonas más alejadas del campo de combate. La mitad aproximadamente eran niños. Pocos pudieron ser rescatados: tan sólo unos 1.200 frente a los más de 9.000 que perecieron. Esto, convierte el hundimiento del Gustloff en la mayor tragedia marítima de la historia, muy por encima del famoso Titanic o del Lousitania. Y, sin embargo, es un hecho bastante desconocido

Wilhem Gustloff

Una serie de personas, todas huídas por uno u otro motivo, se dirigen a la costa, con la intención de encontrar pasaje en alguno de los barcos que trasladan a los alemanes de la zona más cercana a la frontera con Rusia a otras zonas menos peligrosas. Entre ellos, se encuentran Joana, Florian y Emilia.

La novela nos cuenta las peripecias de este grupo de personas a las que el destino une en su camino hacia la costa. La mayor parte de la novela se centra en ese camino y sólo la parte final transcurre en el barco y sus alrededores. Durante ese camino vamos a poder conocer a los personajes y ver por qué se dirigen allí.

Tenemos, por un lado, a Joana. Joana es una joven enfermera lituana. Es guapa, joven, trabajadora, con mucha vocación de ayudar. Es “germanizable” y por eso Alemania le ayuda. Pero Joana tiene un gran peso en su corazón y un profundo remordimiento.

Florian es un joven, alto y guapo, que debería estar en el ejército y no lo está. ¿Por qué? ¿Es un desertor? ¿Huye de algo? Guarda un secreto, metafórica y literalmente en esa mochila de la que nunca se separa. No quiere relacionarse con nadie pero las circunstancias obligan y, al final, tras salvar la vida a Emilia y coincidir con Joana y su grupo, su destino va a unirse al de estas personas

Emilia es una adolescente polaca que se encuentra embarazada. Polonia fue uno de los lugares más castigados por los nazis y, en concreto, la población en la que vivía fue duramente castigada por los rusos cuando entraron a recuperar el territorio. ¿Qué le ha podido pasar a la pobre Emilia? Cuando está a punto de ser atacada por un soldado ruso, Florian aparece repentinamente y le salva. Para Emilia Florian se convierte en una especie de caballero andante y ya no se va a separar de él por mucho que el hombre no quiera problemas ni llevar ningún tipo de equipaje

A

Refugiados alemanes

demás tenemos a un zapatero que me ha encantado: toda su filosofía de vida se resume en los zapatos. Viendo qué y cómo lleva una persona sus zapatos él puede saber cómo es la persona en cuestión. Sus “sentencias zapateriles” no tienen desperdicio. Junto a él tenemos al pobre niño perdido para quien el zapatero será como un abuelo, o a la gran mujer Eva (en el sentido más literal), la ciega Ingrid… Y, por otro lado, a Alfred. Alfred es un joven soldado alemán que se encuentra en el Wilhelm Gustloff esperando la llegada de los refugiados. Es un chico inútil y muy pagado de sí mismo pues se ve como un héroe cuando no es más que un miserable y un cobarde. Aunque en el fondo da pena

El libro se divide en capítulos muy muy cortos. La mayoría no tiene más que tres o cuatro páginas; incluso al final hay algunos que no ocupan más de una o dos frases. Esta estructura le da a la historia una agilidad tremenda, convirtiéndose en uno de esos libros que se leen solos. Cada capítulo viene precedido por el nombre de la persona que lo protagoniza: Joana, Emilia, Florian o Alfred. Cada uno de ellos va a contar lo que corresponde en primera persona. Hay, por tanto, cuatro narradores. Es ésta, la alternancia de narradores, una técnica que por lo que dicen es muy difícil. Pero Ruta Sepetys la utiliza sin despeinarse, con una maestría tremenda, dando así cuenta de lo buenísima escritora que es. Todos los personajes y los cuatro narradores son creibles.

La novela se basa en hechos reales y en ella se menciona a algún personaje también real (como Koch o Hitler) pero sus protagonistas son ficticios, siendo así “Lágrimas en el mar” una novela de ficción histórica en la que los hechos ficticios encajan perfectamente con los hechos y escenarios reales.

Me parece increíble que un hecho tan trágico como éste sea prácticamente desconocido. Yo, al menos, nunca había oído hablar de él. Todos conocemos el hundimiento del Titanic o del Louisitania pero ¿quién había oído hablar del Wilhelm Gustloff? Y eso que es, hoy por hoy, la mayor tragedia marítima de la historia. Pero, claro, ocurrió en un periodo muy confuso de nuestra historia reciente y a ninguno de los países implicados le interesaba airearlo. A Rusia porque ¿cómo iba a justificar el haber matado a casi 10.000 personas que no eran objetivo militar, sino heridos, refugiados y niños? A Alemania porque, aunque en ese momento ya se veía que iba a perder la guerra, no lo reconocía y en su propaganda no se mencionaba lo perdido sino sólo lo ganado.

Una vez más, una historia basada en la Segunda Guerra Mundial me ha emocionado y encantado. Es una historia dura –no sólo por el hundimiento en sí sino también por las historias personales que cada uno de los personajes lleva detrás de sí y que la autora irá desvelando poco a poco- pero bonita y que creo merece la pena conocer. Además de ser una novela emotiva, es también una lectura muy entretenida que os dará unos buenos momentos de placer lector.



Conclusión final

Una vez más, Ruta Sepetys me ha convencido con una historia preciosa que recupera un hecho trágico de la Segunda Guerra Mundial (uno más) que debería ser conocido. Una novela muy bien escrita, con unos personajes que se ganarán nuestro corazón . No os la perdáis.

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