“Viaje al centro de mis mujeres” - Alicia Domínguez

Hoy os traigo la reseña de un libro que, ya os adelanto, me ha gustado mucho. Se trata de “Viaje al centro de mis mujeres” y su autora es Alicia Domínguez.

Éstas son mis impresiones

Alicia Domínguez

Madrid, 1966) es doctora en Historia por la Universidad de Cádiz y Máster en Gestión y Resolución de Conflictos por la Universidad Oberta de Catalunya. Su línea de investigación histórica se centró en el análisis de la violencia política y social del franquismo. Fruto de ella son los trabajos: 'La represión franquista de la guerra y la postguerra en Cádiz 1936-1945', 'La causa 259/45: un ejemplo de represión en la posguerra en el Campo de Gibraltar' y 'La superación de la guerra civil española, una aproximación desde la perspectiva de la conflictología. Es autora de 'El Verano que trajo un largo invierno' (Quorum Editores, 2005) y de dos libros colectivos: '102 razones para recordar a Salvochea' (Asociacion de amigos de F.S., 2009) y '65 Salvocheas' (Quorum Editores, 2011) y colaboradora de la revista digital Woman's Soul.

Datos técnicos

Título: “Viaje al centro de mis mujeres”

Autora: Alicia Domínguez

Editorial: Círculo Rojo

Edición: blanda con solapas

Publicado en noviembre de 2015

Páginas: 332

ISBN: 978-84-9126-205-3

PVP: 14.99 €

Argumento

Tras la ruptura con su pareja, Lola recibe la trágica noticia del suicidio de un hombre cuyo desahucio ella ordenó. Su prima Sara, fotógrafa y activista del 15M, es imputada por ocupar el emblemático edificio Valcárcel de Cádiz. Sus destinos volverán a encontrarse en un viaje a Portugal, en el que ambas intentarán dejar atrás sus particulares demonios. En este viaje, lleno de sorpresas y fascinantes encuentros: un anciano centenario que cuenta historias fabulosas; una fadista, a la que su padre y su marido prohibieron cantar; un homosexual, con un insólito pasado, que viaja con su pareja y sus dos hijos; un echador de cartas, que despierta en Lola una pasión largamente dormida, y una seductora mujer, propietaria del hostal La Menuíta, un lugar donde «verdaderamente se calma el dolor», Lola y Sara descubrirán lo que son y, sobre todo, lo que fueron las mujeres que las precedieron y cuyas energías aún llevan pegadas a la piel.

Viaje al centro de mis mujeres puede ser una road story al uso, en la que los personajes experimentan una evolución vital. Pero no es solo eso. Es también una historia, contada con agilidad y frescura, de secretos familiares que arañan por dentro; de justicia social; de mujeres que no se resignan; de anhelos y, sobre todo, de amor y perdón, únicas herramientas capaces de liberar la poderosa energía que bulle en nuestro interior y que nos impulsa a salir al encuentro de nuestros sueños. Y todo ello, acompañado por la sensualidad de la música, la comida, la bebida y la magia de lugares como Monsaraz, Évora, Lisboa, Lagos y Ayamonte. Porque al fin y al cabo, lo importante es sentir; lo demás son alrededores...consigue atraparnos hasta la última página, dejándonos con la sensación de que aquellos a quienes tenemos más cerca tal vez sean las personas a las que menos conozcamos...

Impresiones

Lola es una mujer gaditana que está pasando una mala racha. Tras la reciente ruptura con su pareja –un hombre con el que empezó a salir cuando él estaba casado y con el que ha tenido una relación turbulenta-, se entera por las noticias del suicidio de un hombre que estaba a punto de ser desahuciado. Ella trabaja en un banco; precisamente en el banco en el que ese hombre, Ismael, tenía la hipoteca; y más precisamente aún, ella es la analista de riesgos que ha llevado el caso de Ismael. La noticia le cae como un jarro de agua fría, no puede evitar responsabilizarse de su muerte y replantearse su trabajo. Siempre ha hecho lo que ha debido: estudiar Económicas porque tenía futuro, opositar al banco porque había que tener un trabajo fijo, seguir las normas del banco en cuanto a impagados… pero nunca ha hecho lo que ha querido. Inmersa en una crisis existencial, y aprovechando que es Navidad, se coge unas semanas de vacaciones y junto a su querida prima Sara, va a pasar unos días en Portugal. Sara es lo contrario de ella: activista, participante en el 15M, valiente defensora de las causas de los más desfavorecidos…, hasta el punto de esta imputada en un caso de ocupación.

L

Lisboa

ola y Sara, primas e íntimas amigas en la infancia, van a retomar la amistad que estaba dormida por conflictos familiares. Y, en ese viaje que van a realizar por Portugal, también se van a redescubrir a sí mismas.

“Viaje al centro de mis mujeres” es una novela intimista que explora, con minuciosa precisión, el alma de una mujer: Lola, la protagonista. En un viaje exterior (por Portugal), e interior (por Lola sobre todo), la autora nos invita a descubrir un país fascinante y una mujer profundamente herida que necesita curarse y redescubrirse a sí misma

Este tipo de novela intimista suele gustarme mucho o no gustarme nada. Diréis que como cualquier novela y, sí, claro, esto es así. Pero hay géneros con los que, más o menos, voy sobre seguro: es raro que no me guste un thriller o una novela negra, por ejemplo. Sin embargo, las novelas intimistas a veces me encantan y otras me dejan fría. No tengo muy claro que es lo que tiene que tener una novela de este tipo para gustarme. Supongo que , lo típico: buena historia, bien contada, personajes con los que conectes… Pero hay veces que, a pesar de que lo tengan, no acaban de llegarme. No es el caso, para nada. “Viaje al centro de mis mujeres” es una novela que he disfrutado muchísimo, en la que me he implicado, con la que he conectado. Tiene una buena historia y unos buenos personajes y está divinamente contada pero lo que creo que ha hecho la diferencia es que tiene “alma”. Me la he creído, la he vivido, los personajes me han parecido muy reales, la forma en la que la autora ha conseguido entrar en ellos es tremenda. Y luego, está Portugal: Lisboa sobre todo pero también otras localidades como Évora, Monsaraz o Lagos. La novela destila pasión por ese país por los cuatro costados. Un país que apenas conozco (sólo he estado en Coimbra y Coninmbriga) pero cuya capital tengo unas ganas locas de visitar; y más ahora después de leer la novela. Y, cuando la visite, volveré a leer el libro porque es casi una guía turística. Pero no de las típicas en las que salen monumentos fríos, horarios y precios, sino de las que están escritas por alguien a quien le apasiona lo que cuenta. Se nota que Alicia conoce perfectamente el país, su capital, sus costumbres, sus gentes… y transmite pasión por los cuatro costados.

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Évora, Capilla de los huesos

a novela es una especie de road movie: saliendo de Cádiz, Lola y Sara, en coche, irán viajando sin prisa y sin pausa. Parando cuando les apetece para conocer algo que ven al pasar, dedicando el tiempo que necesita cada cosa, sin ninguna prisa, disfrutando sólo del viaje y de la compañía mutua. Mientras viajan, nos irán abriendo su corazón y su mente para ver cuáles son sus miedos, sus miserias, sus deseos, sus aspiraciones… Son dos mujeres radicalmente distintas, que han vivido su vida de una forma también muy diferente. Lola es la racionalidad hecha persona; la niña buena que siempre hace lo que tiene que hacer y que jamás disgusta a nadie a propósito. Sara es un ciclón, “hippy” en su forma de vivir la vida, sin ataduras, comprometida socialmente…, aunque veremos que también tiene cuestiones personales sin resolver (en relación con su familia). Lola está herida: su fracaso amoroso y la insatisfacción con su trabajo hacen que no esté satisfecha con su vida. Pero tampoco se atreve a cambiarla porque, en teoría, tiene todo lo que querría y lo que necesita una persona cabal.

En ese viaje por Portugal, Lola y Sara van a conocer a diferentes personas con las que entablarán una relación fugaz: un anciano centenario que cuenta unas historias fabulosas mientras bebe el café más fuerte del mundo, una pareja homosexual que viaja con sus dos mellizos, un echador de cartas y, sobre todo, la propietaria del hostal La Menuíta que, definitivamente, hará abrir los ojos a Lola

El estilo de la autora es impecable. Alicia Domínguez utiliza una prosa precisa y elegante, cuidada hasta el extremo. Muy precisa en la caracterización de personajes, tiene una capacidad asombrosa de meterse en su cabeza y en su corazón y diseccionar lo que piensan y sienten. No es nada fácil una precisión como la que muestra esta autora. Tampoco es fácil hacer que, pese a tanto detallismo, la novela tenga un ritmo fluido y no se haga pesada o lenta en ningún momento. No tiene un ritmo endiablado, es evidente, no es un thriller; es una lectura de ritmo más bien pausado, para disfrutar poco a poco, paseándose por sus líneas, parándose tras leer algunas escenas o algunas reflexiones de los personajes y pensar en lo que han dicho y preguntarnos a nosotras mismas nuestra propia opinión. Yo, la verdad, la he disfrutado muchísimo y he reflexionado mucho viendo qué partes de Lola puedo aplicar en mi propia vida y preguntándome a mí misma muchas cosas. También he señalado muchas frases; os pongo algún ejemplo para veréis lo bien que escribe esta mujer:

Una muestra del amor de Lola (y de la autora, es de suponer) por Lisboa: “Lisboa es mi mejor ansiolítico. Aquí todo parece discurrir más lento. La decadencia; el anda sosegado de su gente por las aceras; la historia con mayúscula compuesta de millones de minúsculas historias; las penas mecidas a ritmo de fado… Desde la primera vez que pisé su suelo, mi corazón quedó prendado de sus edificios de balcones herrumbrosos donde se asolean sin pudor sábanas, bragas y camisones. De las casas de comida, que huelen a parrilla y vino branco, en las que oficinistas enchaquetados y obreros en mono de faena se mezclan en mesas corridas cubiertas por hules de plástico. De sus empinadas cuestas que desembocan en el Tajo, ese falso mar tan querido por los lisboetas que confiere al ambiente una luminosidad especial. De sus comercios, por los que la modernidad parece haber pasado de largo incapaz de reemplazar las viejas estanterías y los robustos mostradores de madera por los asépticos e impersonales expositores de los grandes almacenes…”

O esas reflexiones: “Todos somos raros. Una pareja es la unión de dos seres extraños que, en el desequilibrio del otro, encuentran su propio equilibrio… Vivir en pareja siempre es difícil, incluso si te va bien” (pag 142)

“Sufrir permanentemente es un desgaste enorme de energía, además de una conducta que te amarga la vida a ti y a los demás” (pag 149)

Esos son tan sólo tres ejemplos pero, si decidís leer el libro, podréis encontrar otras muchas frases subrayables.



Conclusión final

“Viaje al centro de las mujeres” es un viaje personal por Portugal y por el interior de dos mujeres que no os dejará indiferente. Una novela en la que encontraréis historias familiares, amor y desamor, amistad, mucho de crítica social, conversaciones interesantísimas, unos personajes reales que parece que quieren traspasar el papel y una prosa bellísima. Si os gustan las historias intimistas y con enjundia, estoy segura de que no os defraudará

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