“La sangre de los crucificados” - Félix G. Modroño

De Félix G. Modroño había leído sus dos novelas independientes: “La ciudad de los ojos grises” (una de mis novelas preferidas de las que he leído los últimos años) y “Secretos del arenal”. Era cuestión de tiempo que leyese las otras dos novelas que, perteneciendo a una serie de novela de intriga histórica, había publicado. Como se suele decir, la ocasión la pinta calva y, aprovechando que a finales de este mes, se publica la tercera entrega, “Sombras de agua”, y dado que me quedaba un mes por delante, decidir leer la serie en orden –que, aunque no es imprescindible porque los casos son independientes, siempre es recomendable para ver la evolución de los personajes-.

Éstas son mis impresiones

Félix G. Modroño

FÉLIX G. MODROÑO es un escritor vizcaíno, afincado en Sevilla. 

Tras publicar Villalpando, paisajes y rincones (2002), en homenaje al pueblo zamorano de sus padres, se animó a emprender la aventura de su primera novela, La sangre de los crucificados (2007), protagonizada por el doctor Zúñiga, un peculiar investigador del siglo XVII, que también sería el personaje central de su siguiente obra: Muerte dulce (2009). 

Con La ciudad de los ojos grises (2012) cosechó un gran éxito de ventas y el reconocimiento de los lectores. Secretos del Arenal ha obtenido el XLVI Premio de Novela Ateneo de Sevilla



Datos técnicos

Título: “La sangre de los crucificados”

Autor: Félix G. Modroño

Editorial: Algaida

Edición: tapa blanda con solapas

Publicado en octubre de 2016 en esta edicion

Páginas: 352

ISBN: 978-84-9067-678-3

PVP: 18,00 €



Argumento

Zamora, 1682. Don Fernando de Zúñiga, doctor en medicina por la Universidad de Salamanca, acude a la llamada del obispo. Monseñor Balmaseda le encarga averiguar la procedencia de la talla de un Cristo crucificado, hallada en extrañas circunstancias y que parece estar relacionada con la trágica muerte de un herrador. El doctor Zúñiga pronto averigua que aquel suceso oculta una trama de terribles asesinatos, cuya investigación le llevará en un periplo por la Salamanca universitaria, la Corte madrileña y una Sevilla antes opulenta y ahora tan agonizante como los crucificados que procesionan por sus calles. La sangre de los crucificados es un thriller histórico magníficamente ambientado en la España de finales del siglo XVII, cuyos protagonistas se mezclan con reyes, religiosos o artistas. Una novela que convierte el esplendor artístico de Barroco y las intrigas políticas en torno al último rey de los Austrias en una trepidante aventura.



Impresiones

La novela transcurre en el año 1682. Don Fernando de Zúñiga vizconde del Castañar, doctor en medicina por la Universidad de Salamanca y experto en la resolución de enigmas, es llamado por monseñor Balmaseda obispo de Zamora quien le encarga ir a Zamora para tratar de dilucidar las extrañas circunstancias en las que ha aparecido un Cristo crucificado. Cuando llega, el obispo le presenta a su sirviente Pelayo que será el encargado de guiarle por la ciudad y ayudarle en todo lo que pueda. Pelayo es un jovencito muy espabilado, con el que durante el caso trabará una gran amistad.

El Cachorro

Cuando Fernando y Pelayo ven el Cristo se quedan sobrecogidos por el rictus de exagerado sufrimiento que exhibe la talla. Pronto averigüan que en otras ciudades como Salamanca o Sevilla han aparecido otras tallas de corte similar y que, además, pueden estar relacionadas con extrañas muertes acontecidas cerca de los lugares donde aparecieron.

“La sangre de los crucificados” es una novela de intriga de corte histórico. Es de intriga porque en ella –y en las demás novelas de la serie- se plantea un caso que Fernando y Pelayo deberán resolver. Y es histórica porque transcurre durante el Siglo de Oro español, en escenarios reales, y porque se relaciona con acontecimientos y personajes históricos. De entre estos últimos, la más importante es doña Mariana de Austria, viuda de rey y madre de rey, el débil Carlos II de cuya salud va a cuidar Fernando desde el mismo momento de su nacimiento.

La parte histórica está desarrollada de una forma magistral. Se nota que el autor se ha documentado muchísimo sobre la época, se ha empapado de sus costumbres, de sus oficios, de cómo eran los escenarios donde se desarrolla la historia… Sin abrumar con datos históricos que pudieran enlentecer la historia, dibuja no obstante un preciso fresco de la España del siglo XVII. Una España en la que reinaban los Austrias, casa real que se encontraba en plena decadencia. En esos momentos reinaba Carlos II, conocido como el Hechizado, un rey que ha transcendido a la historia como débil y enfermizo y quizás algo más. El autor plantea una tesis que yo no había oído nunca (desconozco si se la ha inventado o es algo que se ha comentado de este rey) pero que, una vez conocida y observando con cuidado fotografías del rey, una se pregunta ¿y por qué no? El rey sólo aparece por referencias; la que sí que va a aparecer es su madre, doña Mariana de Austria, a la sazón viuda del rey difunto Felipe IV. Tras muchos intentos de darle un heredero varón, el único hijo que sobrevivió fue Carlos II quien, desde el nacimiento, resultó un niño débil que sólo sobrevivió gracias a los cuidados médicos y a la protección de su madre. La reina va a ser una gran amiga de Fernando de Zúñiga y va a tener alguna que otra aparición estelar. En esos momentos, el país está preocupado porque el rey no es capaz de concebir un hijo y no hay ningún familiar en la línea sucesoria por lo que las potencias europeas ya están conspirando para hacerse con el trono español

El autor nos dará un paseo por la corte madrileña, pero también por Zamora, Salamanca, las Batuecas y Sevilla mostrándonos de paso algunos edificios de corte religioso como la Casa de las Muertes, el convento de San Esteban, el convento de la Encarnación, etc… Os invito a que, mientras leéis la novela, os paséis por esta página donde el autor ha colgado fotografías de todos los lugares que visitan los protagonistas

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Fernando de Zúñiga (según el autor)

os dos protagonistas de la novela son Fernando de Zúñiga y Pelayo. Entre ambos se va a establecer una relación preciosa que transciende la de profesor y pupilo para casi convertirse en una relación padre e hijo. El personaje de Fernando de Zúñiga me ha encantado. Tiene hasta su propia página que podéis ver aquí

Según ella, Fernando de Zúñiga Ayala nació en Madrid en 1634, en una familia de origen vasco. Hijo ilegítimo de Francisco de Zúñiga, VII Conde de Miranda, y de Inés Ayala, partera de la Corte de Felipe IV, a los quince años se trasladó a Salamanca para estudiar medicina. En 1659 se casó con Pilar Maldonado, con la que tuvo dos hijas, Cristina y Leonor, y que moriría tres años después. Esta circunstancia condicionó su carácter y su interés por las ciencias ocultas. Su amistad con la reina regente, doña Mariana de Austria, le llevó a vigilar la delicada salud de su hijo, el rey Carlos II. En 1669 se le otorga el vizcondado de Castañar y comienza a prestar esporádicos servicios para el inquisidor general, don Diego Sarmiento de Valladares. El auto de fe de 1680 afecta gravemente a su conciencia: deja de trabajar para el Santo Oficio y vuelve a ejercer su profesión en Salamanca. Ocasionalmente investiga extraños sucesos que sus conocimientos, unidos a su sentido común aderezado con intuición -como le gusta definirlos-, le permiten desvelar. En su primer caso afrontará unas misteriosas muertes cuyas víctimas acaban convertidas en imágenes de crucificados...

Todo esto nos lo va a ir contando el autor a medida que la historia avanza.

Por su parte, Pelayo es un joven, casi un niño, cuya madre ha muerto. No ha conocido a su padre, quien la dejó embarazada y se marchó sin siquiera saber de su estado pero, por circunstancias de la vida, va a ser un conocido de Fernando de Zúñiga. Pelayo está al servicio del obispo de Zamora pero la aventura que vivirá con el vizconde de Castañar le descubrirá otro mundo e, incluso, el amor. Pelayo es un joven muy inteligente, con un carácter adorable. Ambos forman una pareja entrañable.

Además, como personajes secundarios tendremos a la familia del vizconde formada por sus dos hijas, que en el momento de la novela hace poco que han ingresado como novicias en un convento e Isabel, la mujer que se ha hecho cargo de la familia cuando Fernando quedó viudo

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Mariana de Austria

demás, de éstos personajes secundarios, hay otros que se cruzan ocasionalmente en su camino, algunos de ellos vivieron en la realidad como el escultor Luis Roldán y su hija Luisa La Roldana, el escultor Francisco Gijón (conocido por El Cristo de la expiación o El Cachorro –muy interesante la leyenda sobre éste) y el pintor Valdés Leal

Todos están muy bien definidos, tanto los dos protagonistas como los secundarios. Me han gustado mucho Fernando y Pelayo y estoy dispuesta a seguirles en todas las aventuras que decidan emprender.

La novela se estructura en nueve capítulos de una cierta extensión. Será un narrador omnisciente quien nos vaya contando las visicitudes de esta peculiar pareja investigadora. Félix escribe genial y eso ya lo sabemos quienes hemos leído alguna de sus novelas. Ésta fue la primera que escribió pero no parece para nada una primera novela porque es técnicamente perfecta. Su estilo es elegante y cuidado, con un lenguaje elevado y adaptado a la época pero, al mismo tiempo, de muy sencilla lectura. Se adapta perfectamente a la forma de hablar de la época y conoce una amplísima relación de terminología específica, por ejemplo, de determinados oficios. Incluso, para ambientar mejor la historia, utiliza unas cuantas germanías (cuyo significado podréis aprender en un apéndice final). La novela transcurre con mucho ritmo. A pesar de que aprenderemos cómo trabajaban escultores y pintores, visitaremos algunos monumentos históricos y conoceremos la situación política del reinado de Carlos II, no os creáis que estamos ante una novela pesada o difícil de leer; todo lo contrario: te pones un rato y te das cuenta de que has leído un montón de páginas. Y es que la lectura es muy amena y fluida, la intriga se mantiene hasta el final y la introducción de enigmas hace que la lectura resulte sumamente interesante.

Finalmente, comentar que aunque esta novela se publicó en el año 2007, dado que en unos días se va a publicar la tercera entrega de la serie, Algaida va a reeditar tanto “La sangre de los crucificados” como “Muerte dulce”. En una edición, en mi opinión, mucho más bonita que la original. Aunque en su momento se trataba de un libro de tapa dura y en esta nueva edición es de tapa blanda, la portada es mil veces más bonita y resulta, en general, más llamativa y atractiva.



Conclusión final

He disfrutado muchísimo con esta novela (y ya os adelanto que también lo estoy haciendo con la segunda). Una novela sumamente amena y entretenida que, además de diversión, nos aporta datos históricos muy interesantes

No la dejéis pasar.

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