“Cartas a una extraña” - Mercedes Pinto Maldonado

No suelo releer libros; son casos contados los libros que he leído dos veces. Pero cuando Mercedes dijo que reeditaba “Cartas a una extraña”, que autopublicó el año pasado, no lo dudé dos veces. El libro me había gustado mucho y esta nueva versión incluía algunas variaciones, especialmente en torno al final. Así que, no sólo decidí leerlo, sino también organizar una segunda lectura conjunta junto a El universo de los libros y Adivina quién lee

Éstas son mis impresiones.

 

Mercedes Pinto

Mercedes Pinto Maldonado nació en Granada, allá por los años sesenta, aunque reside en Málaga desde hace años. Está casada y tiene tres hijos. Estudió medicina en las facultades de Granada y Málaga, pero lo dejó para dedicarse de lleno a la pintura y a la literatura. Con varias exposiciones de pintura en su haber, finalmente se decantó por la literatura, porque es la disciplina artística en la que más cómoda se siente y en la que mejor se expresa. 

Tiene cuatro libros publicados con Ediciones B con su línea digital B de Ebooks: «El talento de Nano» (novela juvenil), «La última vuelta del scaife» (novela histórica), «Maldita» (novela trágico romántica ambientada en los años cincuenta) y «Pretérito imperfecto» (novela trágico romántica contemporánea); con Ediciones Click, el sello digital de Planeta de los Libros, ha publicado «El fotógrafo de paisajes» (novela negra); con Libros Mablaz «La caja mágica», cuyos derechos ha cedido a la Ciudad de los niños, y «Pretérito Imperfecto en papel» ; y ha autoeditado «Hijos de Atenea» (novela histórica) y «Cartas a una extraña» (novela de suspense y romántica contemporánea) en Amazon. 

Si queréis saber muchas cosas de ella, además de seguirla en las redes sociales, podéis pasar por su página web Soy mi palabra http://mercedespinto.wordpress.com/mis-libros/

Datos técnicos

Título “Cartas a una extraña”

Autora: Mercedes Pinto Maldonado

Editorial: Amazon Publishing

Edición: papel y digital

Páginas: 330

ISBN: 978-1503937499

 Precio: 9,49 euros en papel / 3,99 versión kindle

Argumento

A la muerte de su madre, Berta regresa a la casa familiar de la que se marchó huyendo de esa mujer oscura y controladora que convirtió su infancia en un infierno. Convencida de que su actual vida de éxito en Londres será escudo suficiente contra las trampas del pasado, decide explorar lo que alberga la vieja mansión y los restos de la vida de su madre, hasta que oculto en el desván encontrará un puñado de cartas que no solo pondrá al descubierto el último engaño familiar, sino que también le abrirá las puertas del amor y la sumergirá en una peligrosa trama que acabará por poner en riesgo su propia vida.

Impresiones

La madre de Berta ha muerto y Berta, que hace años que vive en Londres, ha de regresar a Madrid para hacerse cargo del papeleo y de la herencia pues, junto a su hermana, es la única heredera de los bienes familiares. Doña Alberta, su madre, era una mujer dominante y fría, que nunca mostró el menor cariño por Berta y a quién ésta temía profundamente por lo que huyó de casa en cuanto tuvo ocasión y no ha vuelto en todos los años transcurridos. Cuando vuelve, se reencuentra con su vieja aya, Teresa, la única que le mostró cariño y a la que ella quería más que a su propia madre. Pero también un montón de cartas escritas por un tal Saúl a su hermana. Unas cartas que no puede evitar leer. Unas cartas que le van a descubrir un pasado que ignoraba. Unas cartas que le van a descubrir a sí misma y le van a hacerse enamorar de alguien desconocido.

"Cartas a una extraña” es una novela familiar, que nos descubrirá secretos escondidos en una vieja casa familiar. También es una novela de misterio, pues la intriga estará presente a lo largo de toda su trama. Y, sin duda, una novela romántica, con una bonita y original historia de amor.

Reconozco que empecé el libro pensando leerlo un poco en diagonal pues justo hacía un año que lo había leído por primera vez y mi intención era, más que nada, ver en qué cambiaba. Pero una cosa son las intenciones y otra los hechos: a las pocas páginas, la historia de Berta me volvió a atrapar de tal forma que me bebí todas y cada una de sus palabras, sin dejar ni una.

Mercedes elige en esta ocasión la narración en primera persona. Será Berta quien nos contará todo lo que pasa. Si bien esta técnica narrativa puede resultar problemática al no permitir más puntos de vista que los del protagonista, en esta ocasión es todo un acierto porque, en cierta forma, es una novela de descubrimiento: descubrimiento personal de Berta y descubrimiento de un pasado para ella desconocido. Y, cuando el narrador en primera persona no puede acceder a sucesos ocurridos cuando no estaba presente, la voz narrativa se transforma mediante el uso de cartas: cartas escritas por un tal Saúl y dirigidas a la hermana de Berta. Si bien, como ésta nunca las recibió, será Berta, una extraña (y de ahí el título) quien las leerá por primera vez. Así, mediante la lectura de las cartas y mediante los descubrimientos de Berta, se va tejiendo la red de secretos y mentiras que esconde el pasado de la familia de nuestra protagonista

La técnica narrativa en primera persona tiene un peligro: que no logres conectar con la protagonista. Por suerte, no ha sido éste el caso pues, tanto el año pasado como en esta ocasión, conecté con Berta casi desde el minuto uno. Desde que supe de su desgraciada infancia con una madre como doña Alberta, que no la quería (o, al menos, no demostraba quererla). Es increíble como las vivencias de un niño, especialmente las negativas y, entre éstas, la falta de cariño por parte de los padres, condiciona toda su vida. Y es que Berta fue una niña triste, que tuvo que marcharse de casa para poder sobrevivir y que desde entonces ha sido incapaz de querer a nadie. A mi me resulta imposible no empatizar con Berta y darle un poco de ese cariño que su madre no pudo, supo o quiso darle

Como siempre cuando de Mercedes Pinto se trata, los personajes son muy importantes. Mercedes es una maestra en caracterizar a sus personajes y en esta novela nos lo vuelve a demostrar una vez más. No son demasiados los que pululan por esta novela pero todos ellos están muy bien dibujados  y tienen unas personalidades que los hacen únicos. Berta, por supuesto, es la mejor caracterizada: por algo es la protagonista y la narradora de la historia. Pero también los personajes secundarios están bien trazados, con caracteres que los definen y que llevan al lector a amarlos (como en el caso de Saúl) o a odiarlos (como a doña Alberta o Yolanda, la hermana de Berta). Incluso cuando la intención de Mercedes es dejar algún personaje en el limbo para que el lector no sepa a qué atenerse con él (caso de la aya Teresa), consigue que vayamos de un lado a otro: “me gusta, no me gusta”, “es buena, es mala”… El personaje que más me ha chocado de todos es el detective que contrata Berta para averiguar ciertas cosas del pasado. Me ha chocado porque no sé si está o no bien descrito; realmente no sé si los detectives en la vida resal son tan misteriosos como lo es Alfonso o es que éste tiene cosas escondidas que aún no hemos conseguido averiguar.

La novela está dividida en veintiún capítulos, cada uno correspondiente a cada uno de los veintiún días durante los que transcurre la historia, en junio del año 2014. Además, entremezcladas con la narración, aparecen dispersas unas cuantas cartas escritas por Saúl a Yolanda. Berta irá leyendo las cartas en orden cronológico empezando por la más antigua; esto nos permite hacernos una idea de cómo transcurrió la historia y qué ha pasado con Saúl.

La novela tiene un ritmo adecuado. Sin llegar a ser un “page-turner”, tiene bastante ritmo y la lectura resulta muy fluida. La intriga se dosifica a lo largo de la novela, lo mismo que el interés.

Los escenarios están bien descritos. Sin grandes descripciones, Mercedes consigue trasladarnos a la casa madrileña de la madre de Berta y a la casita junto al lago en la que vive Saúl. Es, sobre todo en lo que se refiere a las cartas, muy visual y no es difícil hacerse a la idea de esa niebla que durante el invierno cubre el lago, ni ver los cuadros que con tanto ahínco pinta Saúl.

El estilo, como siempre, impecable. Mercedes escribe bien, con una prosa elegante, entretenida y reflexiva, que es un placer leer. A mí me han gustado todas sus novelas: me gustan sus tramas, sus personajes y la forma en la que me envuelve. Son novelas llenas de sentimientos y con el toque justo de intriga que hace que no puedas parar de leerlas.

La verdad es que “Cartas a una extraña” me gustó mucho cuando lo leí la primera vez pero me ha gustado más en esta ocasión. Había olvidado cosas pues entre medias he leído más de cien libros pero sí que me acordaba de la historia general. No he notado cambios concretos sino más bien una idea general de que todo está mejor atado. Y, por supuesto, el final que es lo que más cambia. El final anterior era excesivamente abierto: la última frase te dejaba con la idea de que tenía que haber una segunda parte pero en aquel momento, cuando leí la novela por primera vez, Mercedes no había comentado nada y por eso te quedabas un poco in albis. Este final es más cerrado. Hay una segunda parte y, de hecho, se publica en breve pero en puridad podría leerse esta novela y no leer la siguiente porque las cuestiones principales quedan resueltas. Sí que es verdad que el final se resuelve en pocas páginas y resulta un poco precipitado pero es cerrado y eso me gusta.

Conclusión final

“Cartas a una extraña” es una novela con una buena trama, consistente y bien desarrollada, unos personajes magníficos y un estilo impecable que me ha convencido aún más en esta segunda lectura

Podéis comprar el libro tanto en papel como en digital. Igualmente, ya se puede comprar en preorden "Mensajes desde el lago". Os dejo los enlaces de todo:

Cartas a una extraña (Parte 1)

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