“Una niña llamada Rose” - Ann M. Martin

Me gustó mucho este libro cuando lo vi en el catálogo de novedades de febrero de Ediciones B. Me gustó el título y la portada y especialmente me gustó que se comparara con “El curioso incidente del perro a medianoche” de Mark Haddon (libro que leí hace años y me encantó). Así que no dudé en hacerme con él y leerlo en cuanto lo tuve en mis manos. Ya os adelanto que no me equivoqué y que he disfrutado mucho con esta tierna novela.

Éstas son mis impresiones



Ann m. Martín

Ann M. Martin es la autora de Ten Rules for Living with My Sister, Ten Good and Bad Things About My Life y Everything for a Dog.

Obtuvo el Newbery Honor Award por Un rincón en el universo y es la autora de la fenomenal serie El Club de las Niñeras. Vive en el estado de Nueva York.

En España se ha publicado recientemente  “Una niña llamada Rose”


Datos técnicos

Título:  “Una niña llamada Rose”

Autora: Ann M. Martin

Traductora: Luis Noriega

Editorial: B de Blokk (Ediciones B)

Publicado por primera vez en febrero de 2016

Encuadernación: Tapa blanda con solapas, pequeño tamaño

ISBN: 978-84-16075-74-4

Páginas: 224

PVP: 14,00 Euros en papel



Argumento

Rose Howard está obsesionada con los homónimos. Le fascina que su nombre tenga un homónimo –en realidad, un homófono- y, a propósito, le da a su perra un nombre con dos homónimos: Rain (Rein, Reign). Esto, según las reglas de Rose sobre los homónimos, es muy especial. No todo el mundo entiende las obsesiones de Rose, ni sus reglas, ni muchas de las otras cosas que la hacen diferente. No lo entienden ni sus maestros, ni los otros niños, ni su padre que la ha criado él solo.

Cuando una tormenta azota su pueblo, los ríos se desbordan inundando los caminos y Rain se pierde, el padre de Rose sabe que no debería haber permitido que la perra saliera. Ahora Rose tiene que encontrarla, aunque ello implique dejar de lado su rutina y los lugares seguros a los que pueda volver



Impresiones

Rose Howard es una niña muy especial. Rose vive con su padre y su perra Rain. Rose va al colegio y allí, además de su tutora, tiene una profesora asistente sólo para ella. Y es que Rose es autista; más en concreto, sufre una variante del autismo altamente funcional llamado síndrome de Asperger. Eso hace que sea inteligente y se pueda relacionar, más o menos, con las demás personas aunque, eso sí, tiene “sus manías”, que los demás muchas veces no comprenden. Por ejemplo, Rose está obsesionada con los homónimos ( palabras que o bien se escriben y se pronuncian o bien sólo se pronuncian exactamente igual que otras pero tiene distinto significado y distinta etimología: ‘Por ejemplo: "vela’, de barco, y ‘vela’, de cera, son palabras homónimas). Continuamente está buscando palabras homónimas y lleva una lista donde apunta todas las que encuentra. Su tío le ayuda en su tarea pero los demás no la entienden y, desde luego, no aplauden que, por ejemplo, en medio de una clase, se ponga a chillar emocionada porque ha descubierto una nueva pareja de homónimos). Sus compañeros de clase la miran como un bicho raro. Su padre muchas veces se impacienta con ella. El único que la sabe llevar es su tío, el hermano de su padre. Y su perra Rain, por supuesto. Rose y Rain son uña y carne (incluso ambas tienen nombres homónimos) desde que su padre se la encontró en la calle y se la llevó de regalo a su hija.

P

Así me imagino a Rain

ero un día llega la tormenta del siglo. Una de esas tormentas huracanadas que asolan de tanto en tanto las costas americanas. Pero esta vez llega al interior, al pueblo donde vive Rose. Y Rain, a quien el padre de Rose dejo la puerta abierta, desaparece. Rose tiene que encontrarla y, para ello, removerá cielo y tierra.

“Una niña llamada Rose” me ha parecido una novela muy tierna que, además de entretenerme durante las pocas horas que me duró su lectura, me ha enseñado cosas sobre las personas con el síndrome de Asperger. No es la primera vez que me encuentro este síndrome en literatura. Hace unos meses, por ejemplo, me lo encontré en un adulto (“Morir no es tan fácil” de Belinda Bauer), hace años también en un niño (la citada “El curioso incidente del perro a medianoche”) y la verdad es que siempre con resultados satisfactorios.

No conozco este síndrome más que por lo que he leído en esas novelas; no conozco en la realidad a nadie que lo tenga ni a nadie que tenga un familiar o amigo próximo que lo sufra, así que realmente no puedo saber si Ann M. Martín refleja bien la vida y la forma de actuar de una persona con síndrome de Asperger. Pero la sensación que da es que sí, que la refleja muy bien: que o bien lo conoce de primera mano o bien se ha documentado muy bien sobre él. Sin duda, la autora hace parecer a Rose como una persona muy real; como una niña muy especial que enseguida se hará un sitio en nuestro corazón.

Rose es especial, de eso no cabe duda. El síndrome de Asperger hace que no se comporte como los demás niños. La búsqueda constante de homónimos, el no apartarse jamás de las reglas y recriminar a cualquiera que lo haga aunque sea mínimamente… Eso, ya os podéis suponer, implica más de un problema. Con los demás niños, por supuesto. Rose no es precisamente la más popular de la clase; los demás niños no saben bien cómo tratarla y a veces se ríen de ella; ella tampoco sabe relacionarse con ellos aunque intenta seguir las pautas que le dan los educadores y entablar conversaciones que casi nunca salen bien. Aunque, en el fondo, creo que  sus compañeros la respetan e incluso la quieren. En el colegio va más o menos bien aunque ha tenido que repetir dos semestres y tiene siempre a su lado una profesora de apoyo. Me ha impactado cómo tratan en Estados Unidos casos como éste: una profesora está al lado de Rose todo el día. Y cuando digo todo el día, es que pone una silla al lado del pupitre de Rose y está allí con ella durante todas las clases. Dándole más explicaciones si las necesita aunque, en la mayoría de los casos, prácticamente limitándose a controlar su comportamiento. Qué diferente de España, ¿verdad?

Su relación con su familia tampoco es fácil. Su familia es muy limitada pues su madre se fue cuando ella era prácticamente un bebé. Así que Rose y su padre se quedaron solos y éste ha criado a su hija como buenamente ha podido. Pero su padre carece de paciencia o es que Rose le lleva al límite. Y a veces se enfada con ella y entonces al lector le da mucha pena. Realmente entiendo que algunas situaciones no son fáciles y que un niño de estas características (bueno, y de cualquier otra, la verdad) puede llevarte al límite; pero al lado tenemos al tío Weldon que es un auténtico cielo de hombre. Quiere muchísimo a Rose y tiene mano izquierda para saberla llevar, sin enfadarse ni ponerse nervioso en ningún momento.

Finalmente, tenemos a Rain, una perrita amarilla que es la fiel compañera de Rose. Rain demuestra el bien que a cualquier persona en general y a personas especiales en particular les viene tener un perro (casualmente, al poco de terminar el libro, leí en algún sitio un artículo sobre unos estudios que estaban realizando sobre cómo beneficia a los niños autistas hacerse cargo de una mascota). Rain y Rose se entienden a la perfección y cuando Rain se pierde Rose hará cosas que jamás hubiéramos pensado que podría hacer.

A pesar de ser una novela tan corta (poco más de 200 páginas), los personajes están bastante bien caracterizados; al menos en su manera de relacionarse con Rose.

El estilo de la autora es cercano, directo, muy ameno y entretenido y rebosa ternura por los cuatro costados. En la novela hay mucho diálogo y avanza con muy buen ritmo, de tal manera que casi se podría leer de un tirón porque las páginas pasan sin darte cuenta.

Tengo que reconocer el trabajo de la traductora porque me imagino que lo habrá tenido sumamente difícil. Aunque algunas de las palabras homónimas que encuentra Rose son en español (parece que la niña habla ambos idiomas o que, al menos, tiene conocimiento de algunas en español), la novela fue escrita en inglés y, lógicamente, las palabras homónimas en inglés no tienen por qué serlo en castellano así que no lo habrá tenido fácil a la hora de traducirlas

Me preguntaban en twitter si era una novela juvenil y yo dije que no. La protagonista es una niña y el estilo en sencillo y sin complicaciones, sí, pero no considero que vaya dirigida a un público específico, al menos en cuanto a la edad



Conclusión final

En definitiva, “Una niña llamada Rose” es una novela cálida, cercana y entrañable que nos hace conocer más de un síndrome que creo que es bastante desconocido, el de Asperger. Un síndrome muy bien tratado y una protagonista muy real que seguro os robará el corazón como me lo robó a mí desde la primera hoja.

Desde mi punto de vista, muy recomendable

Nota: que conste que me pasé los días siguientes a leerla buscando homónimos jejeje

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