“La última salida” - Federico Axat

Hoy reseño un libro que muy probablemente estaréis viendo por todas partes –acompañado de comentarios elogiosos-. Acaba de publicarse y no para de hablarse de él; y con razones

Éstas son mis impresiones


Federico Axat

Federico Axat nació en Buenos Aires el 19 de junio de 1975.

Ingeniero de profesión, su interés y vocación le ha llevado a la escritura.

Es autor de las novelas Benjamin (2010), El aula 19 (2012) y El pantano de las mariposas (2013), esta última publicada en Ediciones Destino.

Datos técnicos

Título: “La última salida”

Autor: Federico Axat

Editorial: Destino

Publicado por primera vez en marzo de 2016

Encuadernación: Tapa blanda con solapas

ISBN: 9788423350667

Páginas: 544

PVP: 19,50 euros en papel

Argumento

Ted es rico y tiene una familia perfecta, una esposa y dos hijas adorables. Nadie podría imaginar el motivo que lo ha llevado a tomar la drástica decisión de quitarse la vida.

Cuando oye sonar el timbre una y otra vez, su primera reacción es ignorarlo y apretar el gatillo de una vez por todas. Pero entonces descubre una nota escondida entre sus cosas; una nota con su caligrafía que no recuerda haber escrito: «Abre la puerta. Es tu última salida». Al otro lado de la puerta encuentra a un desconocido llamado Lynch, que no sólo sabe lo que Ted está a punto de hacer, sino que le hace una propuesta difícil de rechazar: un plan para evitar que su familia sufra ante las consecuencias devastadoras de un suicidio.
Ted acepta sin imaginar que la nota en el escritorio y la oferta de Lynch son apenas el comienzo de un juego macabro de manipulaciones. Alguien ha sembrado un camino de migas de pan que Ted irá recogiendo. Alguien que lo conoce mejor que nadie, que lo hará dudar de sus propias motivaciones y también de las personas que lo rodean.

¿Quién maneja los hilos desde las sombras?

A veces sólo podemos confiar en nosotros mismos.

Y, en ocasiones, ni siquiera eso.

Impresiones

“La última salida” es un libro al que considero mejor acercarse sin saber demasiado de él. Basta con que sepáis que es un thriller muy absorbente. Si os gusta ese género, el libro os encantará.

Voy a intentar hablaros de él sin desvelar casi nada porque es mejor que lo descubráis por vosotros mismos.

El libro tiene un inicio impactante; de ésos que logran captar la atención del lector, que le agarran y que no le sueltan. Ya en la primera línea conocemos al protagonista, Tec McKain, a punto de pegarse un tiro en la sien. Cuando ya tiene la mano en el gatillo, unos gritos a la puerta de su casa le frenan. El tiempo justo, al menos, para leer un papel que está sobre la mesa de su despacho y que no recuerda haber escrito: en él pone que abra la puerta, ya que ésa es su última salida.

A partir de ahí se trata de conocer a Ted y de entender qué le ha podido lleva a decidir suicidarse.

La primera parte del libro es una auténtica locura. Lees y no entiendes nada; y, lo que es peor, cuando crees que entiendes algo, sigues leyendo y todo se pone del revés y te das cuenta de que no has entendido absolutamente nada. Y no sabes si Ted está loco, si lo están los demás, si lo estás tú, si lo estamos todos… Si Ted te engaña, o si le engañan a él, o si todos engañan y todos somos engañados… Vamos, un lío tremendo. Empiezas a elaborar teorías, incluso llegas a pensar “ah, qué lista soy, a mí me va a engañar este Federico Axat”. Pues sí, te engaña a ti, a mí y a cualquiera porque es imposible –repito, imposible- adivinar por dónde van a ir los tiros en este libro. Es una locura total y corréis el serio riesgo de volveros locos (avisados quedáis)

Pero es que termina la primera página (unas ciento diez páginas) y, cuando llegas a la segunda y empiezas a leer el primer capítulo, piensas “ay Dios mío, no puede ser”. Porque otra vez el autor ha puesto tu mundo del revés. Ahí ya te das cuenta de que lo mejor es dejarse llevar y no intentar adelantarse  Axat porque no lo vas a conseguir. Eso sí, te preguntas cómo es posible que todo eso llegue a buen puerto

Por suerte, en la tercera parte las cosas se van aclarando y, al menos, vas encontrando una explicación coherente y lógica. Pero las sorpresas no paran, ni los giros argumentales, ni las vueltas y revueltas que da la historia sobre si misma. Y, cuando llegas al final y todo queda resuelto, de repente hay un epílogo que, sí, te resuelve una gran duda que te había quedado pero te plantea otra no menos grande. Ay este Axat!

Q

zarigüeya

ue sepáis que el libro me ha encantado. Me ha enganchado, sorprendido, vuelto loca…; me ha hecho dudar de todo y de todos y no me ha dado tregua. Ya me habían avisado: es muy adictivo, es realmente complicado parar de leer. Además de que la trama engancha, la lectura es muy sencilla y el autor sabe manejar a la perfección la tensión narrativa para que nadie se le escape. Está claro que maneja al lector como quiere, que le lleva por dónde él quiere que vaya y estoy segura de que ninguno se le escapa.

Es un libro que se lee rápidamente por su propia naturaleza. Me pregunto qué pasaría si ahora, sabiendo lo que sé, lo volviese a leer. ¿Me adentraría de nuevo en esa locura que plantea o me daría cuenta de que el autor ha dejado pistas que mi ansia lectora me ha impedido ver? Casi estoy convencida de que alguna pista ha dejado pero que al leerlo tan rápido no me da (no nos da) tiempo a verlas o, al menos, a procesarlas.

No son demasiados los personajes que pueblan esta novela. Está Ted, por supuesto, el protagonista. Pero también están la doctora Laura, Lynch, Wendell, Blaine y alguno que otro más. No es ésta una novela en la que haya una excesiva caracterización de personajes; no puede haberla puesto que una de sus bazas es hacernos dudar de todos ellos. Por eso, al principio pasaremos con todos ellos de un extremo a otro: en una página nos parecerán buenos, unas víctimas, y en la siguiente malos malísimos y verdugos. Realmente no es hasta el final cuando cada uno queda en el sitio que le corresponde y sabremos quién es quién en este complejo puzle y cómo es su personalidad; hasta ese final, sabemos que puede haber sorpresas y que lo parecía blanco puede resultar negro.

Ésta es la primera novela que leo de Federico Axat y os aseguro que no será la suya. De hecho, tengo apuntada la anterior “El pantano de las mariposas” desde hace tiempo pero ahora tengo que hacerme con ella, ya. Me ha gustado mucho cómo escribe, jugando con el lector, manteniendo constante su atención mediante giros y sorpresas bien dosificadas. Me ha encantado cómo me ha llevado por donde le ha dado gana sin que yo pudiese decir nada. He disfrutado como una enana con una novela que me ha mantenido en tensión desde el capítulo uno hasta el último e incluso después (hasta hemos tenido que crear un grupo en facebook para hablar de ella). Axat utiliza un lenguaje sencillo y directo. Con pocas descripciones consigue hacernos “ver” lo que quiere que veamos y crear una atmósfera envolvente, oscura, inquietante y peligrosa en la que acabaremos dudando hasta de nuestra propia cordura.



Conclusión final

Si os gustan los thrillers psicológicos que no dan tregua, que enganchan y no te sueltan, que te llegan hasta marear, que toman tu voluntad y te llevan por donde quieren, leed “La última salida”, no os arrepentiréis.

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