“El cazador de la oscuridad” - Donato Carrisi

El año pasado conocí por primera vez a Donato Carrisi. Tuve oportunidad de leer “La hipótesis del mal”, un libro que me pareció brutal, totalmente adictivo. Supe que, más pronto o más tarde, leería más libros de este autor italiano, así que en cuanto supe que Duomo publicaba su nueva novela, “El cazador de la oscuridad” no me lo pensé ni medio seguno

Éstas son mis impresiones



Donato Carrisi

Licenciado en Derecho y especializado en Criminología y Ciencias del comportamiento, Donato Carrisi (1973) trabaja como guionista de cine y televisión. Lobos (Planeta, 2009), su ópera prima, se convirtió en un fenómeno editorial en pocas semanas. Vive en Roma.

Ha escrito:

.- “El tribunal de las almas”

.- “Lobos”

.- “La hipótesis del mal”

.- “El cazador de la oscuridad”



Datos técnicos

Título: “El cazador de la oscuridad”

Autor: Donato Carrisi

Traductora: Maribel Campmany

Editorial: Duomo, colección Los Imperdibles

Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta

Publicado en enero de 2016

ISBN: 9788416261871

Páginas: 477

PVP: 19,90 Euros en papel/ 9,99 euros en digital




Argumento

EN UNA ROMA MUY INQUIETANTE, UN HOMBRE INVESTIGA LOS MISTERIOS Y LOS CRÍMENES SIN RESOLVER. BUSCA LAS ANOMALÍAS PERO SOBRE TODO INTENTA DESCUBRIR SU PROPIA IDENTIDAD.

Sus investigaciones le llevan al lugar donde
se custodian los pecados más abominables cometidos
por la humanidad. Es el mayor archivo sobre el mal.
El secreto más oculto del Vaticano.

Marcus es sacerdote y tiene un don: detecta el mal que anida en las personas. Sandra es fotógrafa de la policía. Y también tiene un don: puede hacer visible lo invisible. Ahora ambos han unido sus talentos para atrapar a un asesino abominable: alguien que sólo escoge como víctimas a parejas jóvenes.

La investigación de los crímenes les lleva al Vaticano, al archivo donde se atesoran los mayores crímenes de la humanidad. Un inventario del mal absoluto. Un lugar siniestro donde todo es oscuridad. Con un ritmo vertiginoso, Carrisi teje una historia en la que el lector libra la misma lucha que Marcus y se enfrenta a los mismos enigmas que intenta descifrar Sandra, sintiendo las mismas esperanzas y el mismo miedo hasta la última línea.



Impresiones

Marcus es un sacerdote muy especial. No imparte misa, no arenga a sus feligreses. Su misión es otra: luchar contra el mal. Tiene una facilidad especial para detectar el mal que hay en algunas personas y la Iglesia le ha confiado la misión de luchar contra él. Pertenece, así, a una clase especial de sacerdotes que nadie conoce, que pasan desapercibos como fantasmas

Sandra es fotógrafa en la policía. Acude a los lugares en los que se ha cometido un crimen para con su cámara captar hasta el último detalle.

Sandra y Marcus, cada uno por su cuenta, se van a tener que enfrentar al peor asesino en serie que ha paseado nunca por las calles de Roma: el monstruo. Un asesino que se dedica a matar a parejas, torturando especialmente a las mujeres.

Lo primero, decir que esta novela es la segunda de una serie. Yo lo desconocía cuando la empecé. Sí que me fijé en que no estaba protagonizada por la misma policía que “La hipótesis del mal”, lo que me llevó a pesar que, o bien era independiente, o bien el comienzo de otra serie. Pero luego me enteré de que había otra novela titulada “El tribunal de las almas” que comparte los mismos protagonistas: Marcus y Sandra. También os tengo que decir que da igual empezar la serie por esta novela, no he echado a faltar nada. Ciertamente, se hace referencia a algunas cosas que supongo pasaron en la entrega anterior –o quizás antes de ella, lo desconozco- como los hechos que dieron lugar a que Marcus perdiera la memoria y tuviera que ser “reprogramado” pero la verdad es que la novela se entiende perfectamente aún sin haber leído la anterior, no quedan lagunas.

Si os digo que el libro engancha me quedo corta. Es un libro muy adictivo, un auténtico page-turner que es difícil dejar. Empieza fuerte ya desde la primera página y mantiene el ritmo constante hasta la última. Aunque es curioso el final porque parece que se resuelve todo, que ya está terminada la trama planteada y, de repente, nos encontramos con un epílogo que a mí al principio me desconcertó. Luego, cuando lo lees, ya te das cuenta de su razón de ser: y es que Carrisi no deja flecos sueltos y lo resuelve todo, absolutamente todo.

La novela gira en torno a dos personajes: Marcus y Sandra. Sin duda, una pareja de investigadores muy especial. Marcus es sacerdote, una clase especial de sacerdotes: un penitenciario. Tras estar un tiempo en coma, hace tres años que despertó habiendo olvidado quién y qué era. Fue el padre Clemente quien le volvió a enseñar y quien, desde entonces, además de amigo es mentor. Por otro lado, tenemos a Sandra Vega, una fotógrafa y policía que normalmente participa en las investigaciones criminales fotografiando los escenarios del crimen pero que, en esta ocasión, va a formar parte activa del equipo investigador liderado por el famoso vicequestore Moro. En el pasado Marcus y Sandra se conocieron y desde entonces él le sigue la pista, llegando a espiarla. De nuevo van a colaborar en esta ocasión para, entre los dos, intentar detener al monstruo de Roma.

Los personajes tienen bastante personalidad, al menos para este tipo de novelas. Vamos a conocer bastantes cosas de su vida personal, especialmente de Sandra (básicamente porque Marcus no tiene vida personal). Tanto de su presente como de su pasado aunque éste, bastante movidito, lo conocemos de forma resumida y por referencias porque, por lo que parece, fue objeto de la anterior novela.

Carrisi nos lleva de paseo por la fascinante ciudad eterna y por el estado más pequeño del mundo: el Vaticano. Las localizaciones geográficas son exquisitas y el autor aprovecha para contarnos algunos “chascarillos” de algunos de los lugares, iglesias, palacios… en los que transcurre alguna escena de la novela. Esta parte me ha parecido la mar de interesante sobre todo porque da la impresión de no ser la típica información que aparece en los folletos para turistas, sino anécdotas no muy conocidas por el gran público. También aprovecharemos para conocer algunas cosas del Vaticano, un lugar impenetrable del que apenas se sabe nada. Me ha dejado alucinada, por ejemplo, que en medio de un estado que apenas mide unos metros, podamos encontrar un bosque

El libro me ha encantado. He disfrutado como una enana leyéndolo y me ha dejado con ganas de más. La verdad es que cada vez disfruto más de estas novelas a caballo entre la novela negra y el thriller y rara es la vez que resulto decepcionada. Ya tengo más tarea pendiente: además de leer “Lobos” (la novela anterior a La hipótesis del alma) tengo que leer pero ya “El tribunal de las almas”

La novela es muy negra y, además, un thriller en toda regla; uno de esos libros que lees casi sin respirar, que se te pegan a las manos, que una vez que empiezas no puedes soltar; como suelo decir yo: “una novela negra a ritmo de thriller”. Con un ritmo casi vertiginoso, enchancha un montón y las quinientas páginas de que consta se leen en un suspiro. Porque, además de enganchar por el interés de la historia, lo hace por la facilidad de lectura, al ser uno de esos libros que se leen sin esfuerzo alguno. Hay alguna escena que te pone los pelos de punta por lo sórdida que es (y porque el autor las describe también que el lector "las ve" perfectamente) y a veces no puedes evitar estremecerte ante lo que se narra. Pero lo que está claro que no puedes, ni quieres dejar de seguir leyendo.

El autor se maneja muy bien relatando escenas escabrosas y sabe, sin ninguna duda, mantener al lector atento en todo momento. Es de esos libros que no cuesta esfuerzo leer y que no encuentras el momento de parar porque quieres saber más y porque no da respiro.

Donato Carrisi, es criminólogo de profesión y eso se nota. Es evidente que conoce a la perfección los tipos criminales, la forma de actuar de los asesinos, sus motivaciones, sus intenciones. Y, como hizo en “La hipótesis del mal”, nos hablará del bien y del mal, de lo unidos que van muchas veces y de muchas veces son dos caras de una misma novela.

Lo más curioso es que muchas de las cosas que ocurren en la novela están basadas en la realidad. Así lo explica el autor en una conversación con él que se recoge al final del libro. Realmente existe el Archivo de los pecados y los penitenciarios (la Penitenciaría Apostólica es el dicasterio más antiguo del Vaticano); como también existió la Cofradía de Judas.



Conclusión final

Una vez más, Donato Carrisi me ha convencido con este thriller trepidante, muy negro, muy adictivo, muy interesante. Se ha convertido en uno de mis autores de cabecera en este género, junto a otros como Katzenbach, Thilliez…

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