“Cartas desde Tasmania” - Anna Romer

Hace un tiempo leí “Una casa en Thornwood” y me encantó por lo que cuando se nos ofreció la posibilidad de organizar un nuevo libro de la autora, Ana Romer, no me lo pensé dos veces.

Éstas son mis impresiones



Anna Romer

Anna Romer creció en el seno de una familia de amantes de los libros y de contar historias, lo cual le sirvió de inspiración para su eterna historia de amor con los relatos. Diseñadora gráfica de profesión, también ha pasado muchos años viajando por el mundo y acumulando vivencias para sus historias en el interior de Australia y posteriormente en Asia, Nueva Zelanda, Europa y Estados Unidos.

Sus novelas reflejan su fascinación por los diarios y las cartas del pasado, las intrigas familiares, las mansiones de época y el amor en sus múltiples facetas, así como su pasión por la belleza incomparable del paisaje australiano.

Una casa en Thornwood, su primera novela, se publicó en Suma en 2014.



Datos técnicos

Título: “Cartas desde Tasmania”

Autora: Anna Romer

Traductor: Mario Grande

Editorial: Suma de Letras

Publicado por primera vez en enero de 2016

Encuadernación: Tapa blanda con solapas

ISBN: 978-84-8365-931-1

Páginas: 552

PVP: 18,90 Euros en papel/ 9,99 la edición digital




Argumento

Cuando todo lo que crees saber se desmorona ¿saldrías huyendo? ¿O afrontarías la verdad?

Ruby Cardel tiene una vida en apariencia normal -un novio cariñoso, una profesión que le apasiona-, pero en un terrible momento su mundo se derrumba. El descubrimiento de que la muerte de su hermana Jamie no fue un accidente le hace cuestionarse todo lo que sabe acerca de ella misma y de su pasado.

Cuando Ruby decide volver a Lyrebird Hill, la propiedad en el campo donde creció junto a su madre y su hermana, comienza a recordar ese año que ha estado bloqueado en su memoria. Allí encuentra escondidas unas cartas antiguas de una pariente perdida hace mucho tiempo, Brenna Magavin, escritas desde su celda en la prisión de Tasmania donde cumplía condena por asesinato.

Al leerlas Ruby comprende que la historia de su familia está marcada por la tragedia y la violencia. Y mientras poco a poco va juntando los fragmentos de la verdad, lo que finalmente descubra sacudirá toda su vida..., y revelará lo que le pasó a Jamie el fatídico día de su muerte.



Impresiones

Ruby Cardel vive una vida bastante tranquila y apacible. Regenta una pequeña librería, tiene un novio escritor que la quiere… No todo es perfecto, porque no se lleva bien con su madre. Además, cuando se reencuentra con ésta en una exposición de pintura y allí descubre que la muerte hace años, cuando ambas eran apenas unas crías, de su hermana Jamie no fue tan accidental como ella siempre quiso, no puede evitar empezar a darle vueltas a la cabeza. Acepta la invitación de una anciana, antigua vecina de la familia, y regresa a la que fue casa familiar Lyrebird Hill. Allí, los recuerdos olvidados por un golpe en la cabeza que recibió el mismo día de la muerte de su hermana comienzan a aflorar.

P

Lyrebird

or otro lado, tenemos otra historia que transcurre un siglo antes. Brenna Magavin vive con su padre y un hermano adoptado. Pero su padre tiene problemas económicos y ella decide casarse con un rico hombre que cubrirá, a cambio, las deudas. Se traslada a Tasmania y allí descubre que su vida se ha convertido en una pesadilla.

Anna Romer, una vez más, nos presenta una historia de intrigas y secretos familiares. Ya sabéis cómo me gustan este tipo de historias y en esta ocasión no ha sido diferente. No sé si es que tengo una vena cotilla o qué pero me encanta descubrir los trapos sucios que toda buena familia literaria esconde debajo de la alfombra.

De nuevo, la autora utiliza la técnica de dos historias entrelazadas: una en el presente, otra en el pasado. Lo bueno es que en esta ocasión no me he podido decantar por una u otra pues a ambas se les da la misma importancia, ambas avanzan con un ritmo similar y ambas ofrecen secretos y tienen el interés suficiente para mantenerme pendiente. Me parece algo positivo pues en la mayoría de las novelas que utilizan esta técnica, una de las tramas siempre tiene más peso o más interés que la otra. No es que me importe mucho pero siempre es menos arriesgado darle la misma importancia a ambas para que así el lector no esté impaciente por que llegue la trama que más le ha conquistado.

La trama del presente es la que corresponde a Ruby. Aunque realmente se sitúa en el tiempo actual, en esta trama vamos a encontrar saltos temporales. Y es que cuando era una niña y su hermana una adolescente, ésta murió. Ruby recibió un fuerte golpe en la cabeza que hizo que olvidara todo el episodio. Sigue manteniendo la amnesia aunque el reencuentro con su madre y una anciana amiga va a hacer que algunos recuerdos empiecen a aflorar. Así, mediante flashbacks al pasado, reviviremos algunas escenas que ocurrieron antes, durante y después de la muerte de Jamie. Y nos ayudarán a comprender que en aquella muerte hay algo turbio. ¿Es posible que la propia Ruby fuera culpable? ¿O hubo alguien más implicado? La verdad es que la cuestión está bastante intrigante y el final supuso toda una sorpresa para mí

La trama del pasado se sitúa a finales del siglo XIX. Brenna es una joven que vive con su padre en Lyrebird Hill. Muy libre, siente una especial afinidad por una mujer indígena que vive en un poblado cercano a la finca. Desgraciadamente, para salvar la finca de la ruina, tiene que aceptar un matrimonio de conveniencia y se traslada a Tasmania. Allí descubre secretos celosamente guardados que le harán pensar que su marido y su propia vida no son como realmente ella creía que eran.

Es esta novela en la que aparecen relativamente pocos personajes por lo que todos ellos están bien caracterizados. Las protagonistas son Brenna y Ruby. Son ellas misma las que nos cuentan su propia historia en primera persona, haciéndonos ver lo que piensan y lo que sienten en cada momento. A los demás personajes les conoceremos desde su punto de vista y, al mismo tiempo que ellas, iremos descubriendo cómo son. Y es que hay varios personajes que tiene guardados secretos y que no muestran a las claras su auténtica personalidad. Junto a ellas, tenemos a Rob el novio infiel de Brenna, la madre pintora de ésta, Jamie y la vecina de la infancia en la trama del presente; en la del pasado, el padre y hermano de Brenna, su marido, su cuñada y el ayudante de su marido. Como veis, pocos personajes para una novela relativamente larga y encima con dos historias entremezcladas.

Al existir un siglo de diferencia entre ambas historias, la autora nos enseña cómo ha evolucionado la sociedad. En el pasado destaca el papel sumiso de la mujer (aunque en esta novela tampoco lo es tanto ya que a Brenna no se le obliga a casarse, aunque ella cree estar en la obligación de hacerlo y eso es fruto de una forma determinada de pensar). Ruby, por el contrario, y a pesar de que es una mujer bastante insegura, no duda en tomar las riendas de su vida cuando es necesario. También aprovecha la autora para hacer una crítica a la manera en la que los blancos han tratado siempre a las tribus aborígenes.

En cuanto al estilo, Anna Romer consigue aunar la precisa descripción de personajes, escenarios y situaciones, con una prosa ágil y de lectura sencilla. A mí me ha resultado un libro de muy amena y entretenida lectura. Es cierto que no tiene un ritmo endiablado; no obstante, las páginas pasaban entre mis manos sin apenas darme cuenta, supongo que debido a su facilidad de lectura y a que en todo momento sabemos que hay algo que tenemos que descubrir y eso nos incita a seguir leyendo. La novela está narrada en primera persona por Brenna y Ruby e incorpora unas cuantas cartas escritas por la primera y su cuñada, las famosas cartas del título. Las dos tramas se entrecruzan: a la trama del pasado le sigue la del presente y así en cada capítulo hasta el final. Aunque en cada una la historia transcurre de forma diferente: lineal en la del pasado y con saltos y flashbacks en la del presente. El estilo de la autora es evocador y dulce, con un punto romántico. Resulta envolvente y cercano, cálido y acogedor. Uno de esos libros que te hacen sentir a gusto mientras lo lees.

Aunque la parte de misterio que tiene no la convierte, ni mucho menos, en una novela negra, es un elemento a destacar pues está muy bien llevado y, al menos a mí, la resolución de todo el asunto (de los dos asuntos) me sorprendió y me gustó.



Conclusión final

Si bien “Una casa en Thornwood me gustó algo más, “Cartas a Tasmania” me ha gustado también mucho. Si os gustan las sagas familiares, las novelas que alternan dos tramas, las novelas de personajes y secretos, “Cartas a Tasmania” es una buena elección

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