“Iqbal Masih. Lágrimas, sorpresas y coraje” Autor: Miguel Griot

Tras ver este libro en varios blogs de confianza y leer las impresiones tan positivas sobre el mismo, me alegré muchísimo cuando su autor me lo ofreció para leer y reseñar en el blog.

Éstas son mis impresiones

Miguel Griot

Miguel Ángel Alonso Serrano nació en Salamanca en 1976.

Su intensa trayectoria vital nos muestra a un joven apasionado e interesado por todo lo que le rodea.

Estudió Derecho, Diseño y Desarrollo Multimedia, y formó parte del primer Máster en Periodismo del diario El Mundo. Terminados sus estudios, trabajó como maquetista en la web eresmas.com; fue consultor en nuevas tecnologías en la CECA (Confederación Española de Cajas de Ahorro) y redactor en elmundo.es. 
En un momento de su vida, decidió abandonarlo todo y dedicarse al breema (un tipo de masaje que conecta cuerpo y mente). También es voluntario de la Cruz Roja.

Su primer premio literario lo recibió en 2004, por el cuento El Rey de Abría no se llama Güelfi. Un año después, publicó Cuentos de Cura Sanita, lectura recomendada por la Asociación de Bibliotecas Públicas de Girona en 2006.

"Iqbal Masih. Lágrimas, sorpresas y coraje” es su primera novela

Datos técnicos

Título: ““Iqbal Masih. Lágrimas, sorpresas y coraje””
Autor: Miguel Griot 
Editorial: Oxford. El árbol de la lectura. Serie Juvenil
Publicado por primera vez en el año 2010. El libro va ya por la cuarta edición
Encuadernación: Tapa blanda con solapas, tamaño de bolsillo
ISBN: 978-84-673-5641-0
Páginas: 288
PVP: 8,90 Euros en papel

Argumento

Iqbal Masih fue un niño que nació para ser esclavo y creció para desafiar su destino. El héroe que escapó de su trabajo forzado y se convirtió en el símbolo contra la explotación infantil. Acércate a él a través de lo que cuentan quienes lo conocieron.

Cada uno tiene una historia con lágrimas, sonrisas, alguna sorpresa y mucho coraje. Juntándolas todas llegarás a saber quién fue Iqbal

Impresiones

La novela nos cuenta la historia de Iqbal Masih, un niño pakistaní que decidió dejar de ser esclavo y se convirtió en abanderado de la lucha en pro de la prohibición de la esclavitud infantil.

Iqbal nació en Lahore y con tan sólo seis años de edad sus padres lo pusieron a trabajar. No es que no le quisieran, al contrario; es que necesitaban el dinero que ganaba para poder comer. Sus padres, como muchos –la mayoría – de paquistaníes eran muy pobres y con lo que ganaba el padre no tenían suficiente para alimentar a sus hijos. Por eso Iqbal, como la mayoría de los niños de su pueblo y de otras poblaciones del país, tuvo que ponerse a trabajar desde que apenas levantaba dos palmos del suelo. Técnicamente, no es esclavitud sino que el “contrato de trabajo” adopta la forma de un préstamo: el empresario presta dinero a la familia del niño y éste lo devuelve poco a poco en forma de trabajo. En la práctica, es una esclavitud encubierta porque los niños trabajan duramente, durante muchas horas al día y en condiciones infrahumanas. Sin apenas poder moverse de su lugar de trabajo, en posiciones a veces imposibles, que comprometen su desarrollo como personas. Así, Iqbal entró a trabajar en un telar. Su jefe no era el peor jefe del mundo; de hecho, hasta podría ser considerado bueno comparado con otros que había por ahí. Pero Iqbal se rebeló contra las condiciones laborales que tenía que sufrir día tras día, hora tras hora. Y se fue. Y tuve la suerte de conocer una asociación que lucha contra la esclavitud infantil. Esa asociación asumió el pago de la deuda contraída por Iqbal. A cambio, éste empezó a ayudarles. Y descubrieron que Iqbal tenía fuerza y poder de convicción; con una sola palabra, tenía carisma. Aunque era un retaco, la gente le escuchaba. Sabía remover conciencias y convencer a la gente. Y se convirtió en abanderado de la lucha contra la esclavitud infantil llegando a viajar a Suecia y a Estados Unidos, dando conferencias y saliendo en un documental que dio la vuelta al mundo

Todo esto es verdad: Iqbal existió y lo que cuenta la novela, en palabras del autor (podéis leer esta interesante entrevista http://promo.oupe.es/entrevistas/miguel.htm ) el 90% de lo que se recoge en el libro es verídico. Las cosas ocurrieron tal y como las cuenta Miguel Griot

Curiosamente, el autor elige una forma muy original de contar los hechos. En vez de utilizar al típico narrador omnisciente que todo lo sabe o darle voz al propia Iqbal, Miguel Griot se vale de los testimonios de la gente que le conoció. Son muchísimos los narradores de esta novela y cada uno da una pizca de información sobre cómo era Iqbal, lo que hizo y lo que pasó. A veces son personas muy cercanas a él como su madre, su hermana, sus primos, su jefe, el director de la organización que lucha contra la esclavitud…. Otras veces da voz a personas que le conocieron ocasionalmente como un policía al que acudió buscando ayuda para escapar del empresario tejedor de alfombras para el que trabajaba, un hombre que se le acercó para pedirle un autógrafo, etc… Todas estas personas, en primera persona, dan su particular visión del asunto: la mayoría poniéndolo por las nubes pero alguno también menospreciándolo.

El libro me ha gustado mucho por la historia que cuenta y por la forma tan original en la que la cuenta. Desgraciadamente, desconocía la historia de este pequeño gran héroe; una historia real que me alegro haya sido más conocida gracias a un escritor que la ha rescatado del olvido. La literatura realiza o puede realizar, es evidente, una labor social; una labor de crítica social, de denuncia de situaciones injustas. Con este libro sabremos cómo son las condiciones de vida de los niños en determinados lugares y eso nos puede hacer reflexionar sobre cosas en las que a veces no pensamos lo suficiente (cosas como ¿por qué es tan barata esa prenda, esa alfombra, ese adorno?...). Es increíble cómo influye el lugar en el que naces. Los días durante los que yo estuve leyendo el libro, cuando iba al colegio a buscar a mis hijos y veía a todos los niños salir tan monos, tan bien alimentados y vestidos, recibiendo una buena educación, no podía parar de pensar que si yo fuera una mujer paquistaní igual me hubiera también visto obligada a buscar un trabajo a mis hijos (ya os digo que no, que no lo habría hecho, pero soy consciente de que una cosa es decirlo desde mi cómoda posición europea y otra muy diferente es no tener ni un mendrugo de pan que llevarte a la boca)
Iqbal es un personaje con muchísima fuerza. Evidentemente, lo fue en la realidad. Que un pequeñajo de tan sólo doce años consiga tanto evidencia su fuerza y su carisma. Lo bueno es que el autor sabe transmitir plenamente esa fuerza del personaje y llevar al lector a su terreno. De los diferentes testimonios que pueblan el libro, un 98% aproximadamente son positivos y elogian la figura de Iqbal. Nosotros, sin duda, también nos incluiremos dentro de ese 98% porque es imposible que Iqbal no nos conquiste.

Estructuralmente, el libro está dividido en capítulos muy cortos. En cada uno de ellos se recoge el testimonio de una persona que en mayor o menor medida tuvo relación con Iqbal. La persona en cuestión cuenta sus impresiones sobre el niño como si alguien le estuviera entrevistando. De forma sencilla, natural, con un lenguaje más o menos elaborado según la edad o la educación del “entrevistado”. De todas formas, el autor no se sirve de frases o estructuras gramaticales complicadas; más que la forma, lo que le importa es el contenido: el hacernos llegar el mensaje de Iqbal y lo hace de la forma más sencilla posible para que el mensaje quede clarito. Realmente, este libro está dirigido a un público juvenil (en torno a los catorce o quince años) por lo que prima la sencillez y la cercanía. Pero es igualmente adecuado para un público adulto; de hecho, es el típico libro que se suele decir: de 9 a 99 años, esto es, para todos.
Insisto en que el libro está basado en una historia real. Iqbal Masih existió y hay muchas referencias en internet sobre él; incluso se rodó una película y un documental.

Conclusión final

“Iqbal Masih. Lágrimas, sorpresas y coraje” me ha parecido una novela preciosa que rescata la historia real de un niño esclavo que no se conformó con su destino y luchó por salir de él y por remover las conciencias de los poderosos para que ningún otro niño tuviera que pasar por lo que él había pasado. Sin duda, se merece que lo leamos.

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