“Morir no es tan fácil” - Belinda Bauer

Con esta novela me estreno en una experiencia nueva, la “lectura social” que organiza la página Lectores con lectores. Una página que lo que pretende es que varias personas, elegidas por ellos entre quienes se han inscrito en la página y hecho la solicitud de los libros que en cada momento ofertan, lo lean más o menos a la vez y lo vayan comentando en Twitter, en el foro de su página web, etc… No es necesario tener blog; lo único que se precisa es querer leer el libro y tener la suerte de ser elegido embajador

Si os apetece apuntaros, no tenéis más que pasar por la página, dad los datos que solicitan para el registro, solicitar ser embajadores de los libros que en cada caso os interese y tener un poco de suerte.

De ls novelas que tenían en promoción fue ésta la que más me llamó la atención y tuve la inmensa suerte de ser elegida embajadora. Al poco llegó mi libro por correo y, pocos días después lo empecé, acabándolo en menos de tres días.

Éstas son mis impresiones

Belinda Bauer

Belinda Bauer creció en Inglaterra y Sudáfrica, y actualmente vive en Gales. 
Ha trabajado como periodista y guionista. Su guion de The Locker Room ganó el Premio Carl Foreman/Bafta a la mejor guionista joven.

Ganó el prestigioso Premio Gold Dagger de la Crime Writers' Association con su primera novela, posicionándose como una de las autoras revelación del género en el Reino Unido.

Datos técnicos

Título: “Morir no es tan fácil”
Autora: Belinda Bauer 
Traductora: Julia Osuna Aguilar
Editorial: Roca
Publicada por primera vez en abril de 2015 
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
ISBN: 9788499189314
Páginas: 352
PVP: 18,90 Euro /7,99 euros la edición en papel

Argumento

El cuerpo que Patrick Fort está examinando en clase de anatomía intenta decirle que ha sido víctima de un asesinato. La vida ya es suficientemente extraña para el obsesivo Patrick, que padece el síndrome de Asperger, incluso antes de tratar de resolver un posible homicidio. Sin embargo, se verá obligado a unir las sutiles piezas de un rompecabezas a través de pistas silenciosas que gritan por existir, en una sofisticada investigación que le hará sentirse vivo mientras tiene la muerte muy cerca.

Galardonada con el Premio Theakstons Old Peculier de Novela Negra 2014 por ser, según los miembros del jurado, «una obra totalmente absorbente y brillantemente escrita», Morir no es tan fácil es también una novela original y única, que inaugura una nueva manera de entender el thriller psicológico, y que llevará al lector hacia nuevos territorios: el de la perplejidad, la sonrisa extraña, el humor negro, el asombro y el miedo, con un final tan brillante como sorprendente.

Impresiones

Me parece increíble la capacidad de invectiva que tienen los autores de novela negra pues rara es la vez que no me sorprende en algún aspecto una novela de este género. No va a ser ésta la excepción pues “Morir no es tan fácil” me ha sorprendido y mucho. Y para bien, sin duda; ya que me ha parecido una de las novelas más originales que en este género he leído en los últimos tiempos.

Patrick es un chico que tiene síndrome de Asperger. Cuando era un niño su padre murió atropellado por un automóvil, estando él delante. Patrick no logra entender qué le pasó a su padre y cree que diseccionando cadáveres conseguirá comprender qué pasa cuando alguien muere. Por ello, se apunta a un curso de Anatomía en la Facultad de Medicina y, junto a otros estudiantes, se encargará de diseccionar un cadáver. El que les toca en suerte es el número 19, el cadáver de un hombre de mediana edad. Los estudiantes irán diseccionándolo poco a poco, para aprender cómo es el cuerpo humano por dentro, e intentarán averiguar cuál fue la causa de su muerte. Pero a Patrick hay algo que no le cuadra cuando llegan a saber cuál es la causa oficial de la muerte; tanto que cree que ha podido ser asesinado. De tal manera que comenzará una peculiar investigación

Lo más original que tiene esta novela es la elección de las voces narrativas y de sus protagonistas. En principio son dos: Patrick y Sam. Patrick, ya os lo he dicho, es un joven con síndrome de Asperger. Según la Wikipedia, es un “conjunto de problemas mentales y conductuales que forma parte de los trastornos del espectro autista. Se encuadra dentro de los trastornos generalizados del desarrollo. La persona afectada muestra dificultades en la interacción social y en la comunicación de gravedad variable, así como actividades e intereses en áreas que suelen ser muy restringidas y en muchos casos estereotípicas".

No conozco a nadie con Asperger ni sé más de este trastorno que lo que he leído en diferentes novelas (ahora mismo, además de ésta, me acuerdo de “El curioso incidente del perro a medianoche” de Mark Haddon, pero sé que he leído alguna otra); no obstante, da la impresión de que la autora, o bien conoce de primera mano a alguien que lo sufre, o bien se ha documentado muy bien porque hace parecer a Patrick como alguien real y muy creíble. De su mano, vamos a conocer en qué consiste este trastorno (o, al menos, algunas de sus manifestaciones, pues supongo que habrá mil variedades). Así, Patrick se nos presenta como un chico muy inteligente, exageradamente ordenado y pulcro, que rechaza el contacto de otros seres humanos (incluso de su madre, lo que hace que la vida de ésta sea extremadamente dura), maniático, que no entiende el doble sentido que a veces damos a las palabras, muy sincero. Patrick es un personaje muy especial que, poco a poco, se fue ganando mi aprecio

Por otro lado tenemos a Sam. Sam es un hombre de mediana edad que un día tiene un accidente de tráfico. Cae en coma y es llevado al hospital, a la unidad de cuidados especiales para pacientes en coma o que acaban de salir del mismo. Tras unas semanas, Sam despierta. Puede oir, ver y pensar pero no puede comunicarse; no puede hablar ni mover ninguna parte de su cuerpo. Pero ve algo que no debería haber visto.

Estos dos son los protagonistas de la historia. Sin duda, una curiosa elección: uno no puede comunicarse, el otro ve las cosas diferentes a como las ve el común de los mortales. Probablemente no sean los que en principio nos podemos imaginar como los testigos o investigadores ideales de un crimen . Sin embargo, ellos van a ser quienes lleven el peso de esta novela y, si queréis que os diga la verdad, lo llevan muy muy bien.

Curiosa es también la elección de la voz narrativa por parte de la autora. En general, el libro está narrado en tercera persona por un narrador omnisciente. Siempre, salvo cuando es Sam el que protagoniza la escena en cuestión; en cuyo caso elige la primera persona del singular. Con ello, la autora se mete en la mente de una persona que no puede hablar ni comunicarse, ni verbalmente ni de cualquier otra manera. Me parece un acierto pues creo que es la única manera creíble de abordar la perspectiva de alguien que primero está en coma y luego es incapaz de hablar. Y, aunque es una técnica difícil por cuanto que, realmente, no se sabe muy bien lo que ocurre en estados comatosos, creo que la autora aprueba con nota y nos ofrece una situación posible y que no nos resulta difícil de creer.

La trama es aparentemente sencilla. Digo aparentemente porque, cuando terminas la lectura, te das cuenta de que es más compleja de lo que parecía a simple vista. Primero nos ofrece dos historias inconexas, la de Patrick y la de Sam, que no parece que tengan nada que ver y que no ves cómo van a acabar confluyendo (porque, como lector avezado de novela, ya sabes que al final todo confluye); al final, ya imaginas cómo pero, claro, eso es cuando ya estás tan metido en la historia como Patrick en su peculiar investigación. La investigación no puede ser más sencilla con las pocas “armas” que tiene Patrick. Pero es todo apariencia porque las cosas se van complicando con historias paralelas, como las de los profesionales de la salud encargados de cuidar a personas que no pueden quejarse si lo hacen mal, la de las familias con enfermos en coma, o con familiares con diferentes síndromes…, y, creedme, la novela os va a deparar unas cuantas sorpresas y no sólo en lo referente a Patrick y a Sam.

También hay que decir que hay algunas escenas que dan bastante yuyu. Una buena parte de la novela se desarrolla en una sala de disección y ya os podéis imaginar qué hacen con los cadáveres los estudiantes de Medicina. Yo suelo imaginarme, como si estuviera en el cine, las escenas y los personajes que voy leyendo; en este caso he tenido que hacer un gran esfuerzo por “apagar” las imágenes que la autora me iba describiendo porque algunas pueden llegar a ser bastante desagradables. No por ellas hay que dejar de leer la novela, ni mucho menos; pero os lo digo para que vayáis avisados porque hay escenitas fuertes.

Estructuralmente, el libro está dividido en 58 capítulos de corta extensión. Eso, unido a la agilidad narrativa y a la abundancia de diálogo, hace que la lectura sea muy amena. No me ha parecido un libro de un ritmo vertiginoso, un “page-turner” total, pero está cerca. En todo caso, el interés y el ritmo se mantiene constante hasta que al final, como siempre, se acelera.

La autora escribe bien. Se mete bien en la mente de diferentes personas, algunas en una situación muy especial y sabe captar sus emociones así como la atención del autor. Los personajes resultan creibles y acabas cogiéndoles cariño. La escritura es fluida y amena, la prosa acaba por envolverte en sus redes. En definitiva, es un libro para leer casi de un tirón

Conclusión final

Me ha gustado mucho “Morir no es tan fácil”, primera novela de esta autora que, por lo que cuentan, ha sido un éxito en los países en los que se ha publicado. Novela que ha recibido el Premio Theakstons Old Peculier de Novela Negra 2014 por ser, según los miembros del jurado, “una obra totalmente absorbente y brillantemente escrita” . Es una novela a caballo entre la novela negra y el thriller, original y diferente con unos personajes poco vistos en este género.

En mi opinión, muy recomendable.

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