"La pena máxima" - Santiago Roncagliolo

Cuando me ofrecieron este libro reconozco que me lo pensé bastante. Por un lado confiaba mucho en el criterio de quien me lo recomendaba; por otro, el tema del fútbol no me mataba. Y eso que hace como un año leí una novela negra futbolera (“La muerte del nueve” de Paz Castelló) que me gustó mucho. Pero al final me decidí a aceptarlo e hice bien porque el libro me ha gustado mucho .

Éstas son mis impresiones

Santiago Roncagliolo

Santiago Roncagliolo (Lima, 1975) escribe novelas de humor como Pudor, Memorias de una dama y Óscar y las mujeres, y de suspenso como Tan cerca de la vida y Abril rojo.

Además, ha publicado crónicas periodísticas sobre dos fascinantes personajes latinoamericanos: el terrorista Abimael Guzmán (La cuarta espada) y el poeta camaleónico Enrique Amorim (El amante uruguayo).

Escribe para el El País Semanal.

Reside en Barcelona.

Datos técnicos

Título: “La pena máxima”
Autor: Santiago Roncagliolo 
Editorial: Alfaguara
Publicación: 14 de mayo de 2014
Formato: rústica, con solapas
Páginas: 392
Publicación: 4 de septiembre de 2013
Precio: 18,50 euros edición en papel / 9,99 euros ebook
ISBN: 9788420416281

Argumento

La tarde de ese viernes, Joaquín se había presentado en el archivo, con aspecto enfermo y pálido. Se había despedido con esas palabras: «Que te vaya bien. Todo saldrá bien». Al parecer, estaba equivocado. Nada había salido bien desde entonces.

Lima 1978. Un hombre que porta una mochila sospechosa es perseguido por las calles de uno de los barrios más populares de la ciudad y asesinado a plena luz del día. Pero nadie ha visto nada. El asesino ha elegido el momento perfecto para cometer su crimen: la ciudad se halla en ese instante desierta y concentrada ante el televisor. La selección peruana se juega mucho en el Mundial de fútbol de Argentina.

Ocho años después de la publicación de Abril rojo (Premio Alfaguara de novela 2006), su protagonista, Félix Chacaltana, se enfrenta a una nueva serie de crímenes. Estamos en un momento crucial para la historia de Perú. Con la operación Cóndor como telón de fondo, el país se esfuerza por salir de la oscuridad de la dictadura militar con la celebración de las primeras elecciones democráticas en mucho tiempo. Parece que también ha llegado el momento del cambio para Chacaltana, quien se debate entre la obediencia a una madre dominante y su amor por Cecilia, entre el reparo a salir de la protección que supone una vida ordenada y monótona, llena de reglas y procedimientos, y la lealtad a su amigo Joaquín.

La pena máxima es un thriller absorbente en el que la política, el fútbol, la lucha por sobrevivir y la muerte se entrelazan con ritmo vibrante. La investigación llevará a Chacaltana a descubrir hasta dónde están dispuestas a llegar algunas personas para defender sus ideales y cómo, en realidad, en el juego de la vida lo peor no es sufrir una falta sino tener que ejecutarla. Esto puede transformarte para siempre.

Impresiones

“La pena máxima” es una novela a caballo entre thriller y novela de intriga. No os asuste el tema del fútbol porque no va de fútbol. El fútbol es tan sólo una excusa para crear un escenario diferente y original.

Nos encontramos en Lima (Perú) en el año 1978. La novela comienza fuerte con un hombre que huye por las calles de Perú con una extraña mochila colgando. Alguien le persigue pero no encuentra ayuda pues todo el mundo se encuentra pegado al televisor ya que la selección nacional juega un partido del Mundial.

El Mundial se está jugando en Argentina y la selección peruana parece que tiene posibilidades. Los peruanos están pendientes del fútbol; durante esos días parece que no existe nada más en Lima

Para todos salvo para Chacaltana, un funcionario del archivo al que no le gusta el deporte rey. Chacaltana es un joven de lo más peculiar. Formal hasta decir basta, más trabajador y responsable que nadie, es una “rara avis”. Vive con su madre viuda y tiene una novieta a la que respeta tanto que ella hasta más que harta. 
Un día un amigo llamado Joaquín se presenta en el archivo con aspecto demacrado diciendo que todo va a salir bien. Pero no es así porque a las pocas horas Joaquín es asesinado.

Chacaltana encuentra un documento en su escritorio que no le cuadra. Él que es un maniático del orden tiene que investigar el documento en cuestión. Además de su particular investigación el padre de Joaquín contacta con él y le pide que vaya a su piso pues él no es capaz. De una manera o de otra, Chacaltana se da cuenta de que hay algo raro en todo el asunto de Joaquín y, entre la investigación del documento y la de lo que le pasó a su amigo, se va a ver envuelto en un asunto que le viene muy grande. Porque no os podéis imaginar lo ingenuo que es nuestro protagonista.

En mi opinión, lo mejor de la novela es el personaje de Chacaltana. Me ha hecho muchísima gracia. Es tan tan antihéroe, el típico personaje que jamás te imaginarías como personaje de una novela porque no tiene carisma, ni valentía, ni sagacidad ni nada especial, que da gusto verle aquí jajaja. Entre su madre viuda que le lleva más derecho que una vela, su novia a la que no se atreve a tocar un pelo (mientras que a ella le encantaría ser tocada), su jefe que va al trabajo cuando quiere y para no hacer nada salvo ver los partidos por televisión y su ingenuidad suprema, no he podido evitar que el pobre Chacaltana me cayese fenomenal. Me ha hecho muchísima gracia su forma de ser y la verdad es que aporta un toque de humor muy especial a una novela que por lo demás es un thriller que habla de asesinatos y conspiraciones.

La acción transcurre en la ciudad de Lima (con alguna escapada a Argentina). Una Lima de los años 70 que vive sus primeras elecciones (más o menos) democráticas. No hace mucho que por fin han acabado con la dictadura pero hay gente que parece que no se ha dado cuenta y que quiere seguir mandando, si es necesario falseando los resultados. También en los países de los alrededores se encuentran en situaciones similares: algunos ya son democracia, otros están a punto, otros siguen dominados por diferentes dictadores… Las consecuencias de la represión aún se hacen notar y no es anormal que “desaparezca” gente; como tampoco la colaboración entre las autoridades y servicios secretos de los diferentes países.

El fútbol es importante en este contexto. Recuerdo de un seminario de Filosofía del Derecho que hice en la carrera que el profesor nos comentaba que el fútbol siempre había sido utilizado por las autoridades para calmar los ánimos de la población. En las épocas de crisis políticas, de problemas en la nación, se retransmiten más partidos de fútbol. La gente libera tetosterona mientras lo ve y la agresividad como que se diluye (al menos si gana su equipo jajaja). La novela es un claro ejemplo: la población está tan inmersa en el Mundial que le da igual lo que pase en la calle; incluso las elecciones han pasado a un segundo término. Pero no es, como he dicho al principio, una novela futbolera. Cierto que hay alguna retransmisión de partidos pero son tan ligeras y entretenidas que incluso a mí que no me gusta el fútbol me ha gustado leerlas. Así que no temáis por este tema.

No había leído nada de este autor y me ha encantado conocerle. La novela resulta sumamente entretenida. Mantiene la tensión narrativa y el ritmo en todo momento; la contextualización en el mundo del fútbol me ha gustado mucho. Me ha encantado el peculiar toque de humor que aligera la narración. Además, si bien el origen del autor es sudamericano (aunque reside en España) y hay algunas palabras y expresiones típicas de allí, no resulta difícil de leer (incluso cargante en algunos autores en mi caso) sino diferente y atractivo. No abusa de los “sudamericanismos” (¿se puede decir así?) y, ya digo, da gusto encontrárselos.

La novela se divide en siete capítulos que corresponde a los siete partidos que Perú jugó en el Mundial de 1978. Cada capítulo tiene el título de un partido: Perú-Escocia, Perú-Holanda lo que le confiere bastante originalidad. Los capítulos son más bien largos pero vienen divididos en subcapítulos para hacer más liviana la narración

La historia está narrada en tercera persona por un narrador omnisciente y alterna narración y diálogo de forma equilibrada. De esa forma se mantiene un ritmo constante y progresivo. Como todo thriller que se precie, el interés va “in crescendo” y nos depara alguna que otra persona.

Conclusión final

Ha sido toda una sorpresa y un acierto esta novela que me ha gustado mucho más de lo que me esperaba.

Me he encontrado con una novela original y diferente que, además de ser buena como novela de intriga y como thriller, resulta especial por el contexto socio-político en el que se desarrolla y el Mundial de fútbol como algo que está siempre ahí, aportado un toque peculiar.

Y con un protagonista que es todo lo contrario a lo que te puedes esperar encontrar en una novela de este tipo y que, por ello, me ha conquistado totalmente.

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