"Elizabeth ha desaparecido" - Emma Healey

Me llamó mucho la atención este libro cuando leí la sinopsis. No es la primera novela que leo que tiene como protagonista aquejada de Alzheimer. Aunque en el caso anterior la protagonista podía ser o no la asesina y, en este caso, simplemente, la que se preocupa porque a su amiga le haya podido pasar algo.

Éstas son mis impresiones

Emma Healey

Creció en Londres, donde aprendió el oficio de encuadernar libros, lo cual la animó a escribir.

En 2011 se inscribió en un Máster de Escritura Creativa en la University of East Anglia y de allí ha salido con su primera novela:

Elizabeth ha desaparecido

Datos técnicos

Título: “Elizabeth ha desaparecido”
Autora: Emma Healey
Traducción: Antonio-Prometeo Moya
Editorial: Duomo, colección Nefelibata
Edición: tapa blanda con solapas
Fecha de publicación: octubre de 2014
320 páginas
ISBN: 9788415945185
Precio: 18,50 € en papel

Argumento

Maud está convencida de que su amiga ha desaparecido, pero nadie le cree. Tiene setenta años y su contacto con la realidad no es el mismo de antes. Hay papelitos por toda la casa: listas de la compra y recetas, números de teléfono, apuntes sobre cosas que han ocurrido. Es su memoria de papel, que impide que Maud olvide las cosas. Y ahora tiene en sus manos una nota con un simple mensaje: «Elizabeth ha desaparecido». Es su letra pero no recuerda haberla escrito. ¿Qué le ha sucedido? Maud está segura de que su amiga podría estar en peligro. Encontrarla se convierte en una obsesión que la lleva a rememorar la desaparición de su hermana en Londres durante la Segunda Guerra Mundial.

Podéis leer los primeros capítulos en el siguiente enlace: http://www.duomoediciones.com/cont/associatedContent/docsPot/LeerEli.pdf

Impresiones

A ver cómo encaro esta reseña para transmitiros lo que me ha parecido el libro sin revelar nada importante...

Aunque por la sinopsis y por lo que viene en la contraportada (“¿Cómo resuelves un misterio cuando no recuerdas las pistas?”) podríamos creer que estamos ante una novela de misterio yo os voy a decir que no lo encuadréis de primeras en un género determinado porque creo que lo mejor de esta novela es, precisamente, estar todo el tiempo dudando sobre si hay o no un misterio que resolver.

Yo partí con la idea de que era una novela negra o de misterio por lo que ya iba con ideas preconcebidas. Pobre anciana! Seguro que algún ladrón había entrado en su casa y la había matado, o su malvado hijo le había hecho algo para cobrar la herencia…, o qué sé yo. Pero, a medida que iba leyendo el libro, ya no lo tenía nada claro. Para empezar, ¿habría desaparecido realmente Elizabeth o era una invención del cerebro enfermo de Maud?

La protagonista, Maud, es una mujer mayor con Alzheimer. Al principio, la enfermedad no está en un estado demasiado grave y, aunque olvida muchas cosas, al menos es capaz de recordar quién es ella y las personas que le rodean.

Elizabeth es su amiga. Una vecina con la que ha tenido siempre muy buena relación. Maud tiene un montón de papelitos por toda la casa: “no enciendas el fuego”, “tómate las pastillas”, “Elizabeth ha desaparecido”. Este último probablemente lo ha escrito ella, pero no lo recuerda. Sólo sabe que pensar en Elizabeth le produce mucha angustia. Repite una y otra vez que su amiga ha desaparecido. Y su hija, el hijo de Elizabeth, la policía incluso están todos hartos del tema.

Por otro lado, quizás por asociación de ideas, no puede parar de pensar en la desaparición, cuando era una jovencita, de su hermana mayor Sukey. Eran los años posteriores a la guerra; Sukey estaba casada con Franck, que se dedicaba a actividades de contrabando. Un día Sukey fue a visitarles, regresó a su casa y no fue vista nunca más. Aunque denunciaron la desaparición a la policía y sus padres se ocuparon de remover cielo y tierra, Sukey no volvió a aparecer, ni viva ni muerta.

Así las cosas, tenemos dos desapariciones, la de Sukey y la de Elizabeth. Una, real, en el pasado; nunca resuelta. La otra, no sabemos si real o no, en el presente.
Tanto una como otra desaparición pueden deberse o no a un hecho delictivo. Sukey quizás fue secuestrada o asesinada pero quizás, simplemente, se marchó abandonando su marido. Elizabeth, a saber. Igual le ha ocurrido algo malo pero, quizás, todo es tan sencillo como que se ha muerto y a Maud no se lo han querido decir para que no se disguste; o igual se lo han dicho un millón de veces pero ella se olvida.

Como veis, detrás de las desapariciones puede haber un misterio o puede no haberlo. Por eso os decía que es mejor que os acerquéis a esta novela sin pensar que puede tratarse de una novela de misterio. Lo más intrigante de la novela es discernir si podemos confiar o no en la mente enferma de Maud. Yo estuve intrigada durante toda la lectura, sobre todo respecto a la fiabilidad de Maud

Lo mejor de la novela es, sin duda, lo bien que nos muestra la mente de una enferma de Alzheimer. Es increíble lo bien que se ha documentado la autora sobre esta enfermedad y lo bien que lo traslada al papel. Uno, como espectador-lector, no puede evitar meterse en la mente de la pobre Maud y sentir lo que le pasa. ¡Qué terrible es esa enfermedad que hace que, al final, hasta te olvides de tus hijos, nietos, etc.! La autora lo muestra perfectamente: desde los primeros estadios, más suaves, vamos viendo cómo evoluciona la enferma: primero son despistes que incluso hacen gracia. Pero luego los despistes se van haciendo peligrosos, comienza la agresividad y, en fin, la evolución normal de esta enfermedad.

Además, considero un acierto por parte de la autora haber mostrado cómo era Maud mucho antes de eso, cuando era joven. Con la excusa de rememorar la desaparición hace más de cincuenta años de su hermana, podemos conocer a la Maud de verdad, una joven que se estaba formando en ese momento y a la que, está claro, ese episodio no se le olvidó jamás.

Todo está narrado con mucha dulzura y cariño. La autora nos traslada a los lectores la empatía que siente hacia Maud y nosotros no podemos evitar empatizar también con ella. Resulta una viejecita encantadora aunque también entendemos fácilmente cómo puede llegar a exasperar a alguien (la situación de los familiares directos de un enfermo de alzheimer no es nada fácil tampoco, qué duda cabe)

Es un historia que a mí me ha emocionado. No hasta el punto de las lágrimas –no es de ese tipo de historias- pero sí ha conseguido removerme por dentro

La autora narra la historia en dos tiempos, alternando continuamente escenas del presente y escenas del pasado. Dentro de cada capítulo hay varias escenas situadas en ambos tiempos. Pero esto no crea ningún tipo de confusión porque está claro cuando nos encontramos en un tiempo y cuándo en otro porque las situaciones son totalmente diferentes.

La prosa de Emma Healey es bastante descriptiva. Se para bastante en los detalles pero, aún así, resulta una lectura bastante ágil. No es un libro page-turner pero sí un libro que se lee a gusto y sin problemas. La alternancia continúa de tiempos ayuda a dar ritmo a la novela porque, además, ambas historias son igualmente interesantes.

Conclusión final

“Elizabeth ha desaparecido” es, aunque parezca increíble por la forma de escribir de la autora, una primera novela. La autora fue a un curso de escritura creativa y éste es el resultado (el profesor tenía que ser buenísimo o ella una alumna aventajada jajaja) Los personajes son creíbles y llegan; la autora se ha sabido meter en la mente de una enferma de alzheimer y describirnos sus vaivenes. Una novela emotiva e interesante, que me ha gustado mucho

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