"La gallina que soñaba con volar" - Sun Mi Mwang

La semana pasada tuve unas cuantas sorpresas en forma de libros. Sin avisar, llegaron unos cuantos a casa. Por supuesto, fueron muy bien venidos. Uno de ellos fue el que hoy reseño. Un libro cortito, con un título llamativo (no sé por qué siempre me llaman la atención los títulos largos y más si tienen la palabra “que” en ellos…). Un libro que, decían, era un best-seller internacional, con más de dos millones de ejemplares vendidos. Así que el último día de septiembre, decidí leerlo. Lo empecé y lo terminé porque, como os digo, es muy corto, tiene una letra enorme y se lee solo

Éstas son mis impresiones

Sun-Mi Mwang

Sun-mi Hwang nació en 1963 en Corea del Sur. Durante parte de su adolescencia no pudo asistir a la escuela debido a las circunstancias económicas de su familia, pero gracias a uno de sus profesores, que le dio la llave de un aula, pudo a leer libros siempre que quiso. Consiguió acceder a la educación superior, y en la actualidad es profesora adjunta de la Facultad de Literatura en el Seoul Institute of the Arts. 
Ha publicado decenas de libros y es una autora muy querida en su país.
La gallina que soñaba con volar se ha convertido rápidamente en un clásico, y ha permanecido en las listas de best-sellers coreanos más de diez años. Hoy es un éxito internacional, y ha sido adaptada a diferentes formatos: película de animación, cómic, drama teatral y musical.

Datos técnicos

Título: “La galllina que soñaba con volar”

Autora: Sun-Mi Mwang

Traductora: Matilde Fernández de Villavicencio

Editorial: Nube de tinta

Edición: tapa blanda con solapas

Fecha de publicación: septiembre de 2014

144 páginas

ISBN: 978-84-15594-29-1

Precio: 13,95 € en papel /7,99 euros el ebook

Argumento

Esta es la historia de una gallina ponedora llamada Brote. Desde su jaula, ansía escapar a la libertad del corral y cumplir sus sueños. En su búsqueda de la felicidad, Brote se enfrentará al miedo a lo desconocido, al rechazo de los demás animales y al peligro que conlleva recorrer su propio camino.

«Con un aire a Juan Salvador Gaviota, este breve pero poderoso cuento dejará huella en lectores de todas las edades, que podrán entenderlo al pie de la letra o profundizar en sus meditaciones sobre vivir con coraje y enfrentarse a la muerte.» Booklist

«A veces el personaje más sencillo, presentado en la prosa más llana, se embarca en el viaje más heroico que puede hacerse en la vida. Ahí tenéis a Brote, una gallina valerosa cuyo modesto sueño de empollar un solo huevo la llevará a encontrar su verdadero lugar en el mundo natural. Corazón, audacia y empatía son las únicas habilidades que necesita Brote para orientarse en esta arriesgada travesía en el delicioso libro de Sun-mi Hwang. La gallina que soñaba con volar es una novela que combina espléndidamente la fábula, la filosofía, la literatura infantil y la mirada a la naturaleza.» Adam Johnson, ganador del premio Pulitzer

Impresiones

No suelo leer novela juvenil. No porque no me guste (de hecho, las novelas de este tipo que he leído –ya de mayor- me han gustado mucho) sino porque por regla general me atraen más las novelas para adultos. Quizás no me hubiera fijado en este libro, a pesar del título tan llamativo. Pero vino a mis manos caído del cielo. Me gustó el título, la portada, la sinopsis; lo hojeé, vi sus ilustraciones, la letra grande, las pocas páginas que tiene y decidí leerlo ya, al día siguiente de tenerlo. Y me lo leí ese mismo día, claro, su extensión lo permite; además, es una lectura fluida y entretenida, que casi casi pide ser leída de tirón.

También os digo que, a pesar de estar calificado como novela juvenil y haber sido editado por una editorial –Nube de tinta- especializada en este género, perfectamente puede ser leído y disfrutado por un adulto. Yo lo he disfrutado y tengo intención de pasárselo a mi hijo que, con once años cumplidos, creo que no sólo se quedará en la historia de los animalitos sino que sabrá ver más allá (y, si no, ya me encargaré yo de guiarle)

Esta novela, como muchas de su estilo, puede verse de dos maneras distintas: como un cuento gracioso y como una gran metáfora de la vida. Como cuento, resulta una lectura fácil y entretenida, muy agradable; como metáfora, aporta mucho más que entretenimiento

Brote es una gallina que vive en un gallinero de una granja. Es una gallina ponedora por lo que se pasa la vida encerrada en una jaula poniendo huevos. Huevos que enseguida caen hacia la zona de recogida por lo que ella ni siquiera puede acariciarlos. Brote quiere ser madre y mira con envidia al gallo y a la gallina que están en el corral. Ellos sí tienen la felicidad de ser periódicamente padres de unos preciosos polluelos. No entiende por qué ella tiene que pasar la vida confinada en una jaula y no puede empollar sus huevos. Por lo que se deprime y deja de comer. A las pocas semanas, está tan débil que ya no puede poner huevos así que los granjeros la sacan de la granja y la tiran a una fosa junto a otros animales muertos o moribundos. Pero Brote no está muerta y consigue, con la ayuda de un ánade real, que también vive en el corral, salir de la zanja e incluso salvarse de la horrible comadreja que acecha la zona en busca de alimento.

Su primera idea será volver a la granja y vivir en el corral pero allí nadie la acepta, ni el gallo, ni la gallina, ni los patos ni el perro guardián Porque no es su sitio, dicen; porque ella tiene una función y es poner huevos, no sirve para otra cosa. Pero Brote no se resigna a su suerte y decide vivir por su cuenta. Y, con muchas dificultades y enfrentándose a continuos peligros, conseguirá sobrevivir y ser feliz, llegando, incluso a ver satisfecho su más íntimo deseo.

Como veis, es una novela que más parece un cuento. Repleto de animalitos, con un lenguaje muy sencillo, mucho diálogo, letra grande, muchos espacios en blanco, ilustraciones…, resulta un libro sumamente fácil de leer. De ésos que empiezas y puedes terminar de leer. El ritmo y la facilidad de lectura así lo piden. Y podemos quedarnos ahí; una historia bonita sin más que nos hará pasar un rato agradable

Pero por lo que he contado, ya os podéis imaginar que hay más. Mucho más en realidad, pues la historia es una metáfora de la vida y de la sociedad. Las ganas de vivir en libertad, los corsés a los que nos constriñe a veces la sociedad, los demás, incluso nosotros mismos; la rebeldía de quien no se somete a lo que alguien le dice que es el papel de su vida; el deseo de maternidad; el compañerismo y la falta de él; los tiburones que se aprovechan de las demás; incluso la chica guapa que se arrima al más poderoso del cotarro. De todo hay en esta peculiar granja como de todo hay en la sociedad actual y la novela es un fiel reflejo de parte de ella.

El estilo de la autora es claro y sencillo. Utiliza frases cortas y muchísimo diálogo por lo que es un libro apto para todos los públicos, incluso para niños de una cierta edad (a partir de 9 o 10 años no creo que tengan ningún problema para leerlo). Pero su aparente sencillez encierra enseñanzas de vida que hacen pensar (y frases para subrayar). Me ha encantado la “personalidad” de Brote. Sus miedos y su valentía, su buen corazón, sus ansias de felicidad. Incluso cómo reacciona al final (obviamente, no os voy a decir cómo), me ha encantado: qué gran filosofía de vida!

Destaca la edición que nos ofrece Nube de Tinta. Con una bonita portada, el libro está dividido en varios capítulos. Antes de cada capítulo hay una hoja con una ilustración en blanco y negro. Son ilustraciones muy sencillas, dibujos realmente, en blanco y negro. Tienen que ver con el contenido del capítulo y alegran la vista y la lectura.

Para terminar os comentaré un libro al que, obviamente, me ha recordado: “Rebelión en la granja” de Georges Orwell. Éste es un libro muy crítico con el régimen soviético de Stalin que se publicó en 1945. No os puedo hacer una comparación porque lo leí hace tantos años que poco recuerdo, no me veo capacitada para hacerlo. Pero me parece obvio que, a simple vista, en ambos casos estamos ante una historia de animales con la que se quiere contar –criticar más bien- la organización social. Orwell lo hace de forma más directa quizás, más dura; Sun-Mi Mwang de forma más suave (no deja de ser literatura juvenil) pero el fondo y la forma incluso es la misma en ambos casos.

Conclusión final

“La gallina que soñaba con volar” es una preciosa fábula, vitalista, optimista, esperanzadora y certera. Para niños grandes, jóvenes y adultos, es difícil no encariñarse con la encantadora gallina Brote y terminar el libro con un buen sabor de boca y unas interesantes reflexiones.

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