"Mil besos y cien más" - Laura Sciolla

Cuando me ofrecieron este libro, lo primero que pensé es que era una novela erótica. Género muy de moda últimamente pero que a mí ya me tiene saturada. No obstante, al leer la novela, vi que era una novela histórica, basada en el amor entre dos personajes reales que vivieron en la Antigua Roma y ese hecho me decidió a aceptar la propuesta.

Éstas son mis impresiones 

Laura Sciolla

Laura Sciolla nació en Turín.

Es profesora de literatura, y, a además de escribir libros escolares, ha trabajado también como redactora y traductora.

En el año 2003, fue finalista del premio Calvino y, con su primera novela, ganó el concurso WWW - What Women Write, promovido por la editorial Mondadori y la revista femenina de moda Donna Moderna.

Datos técnicos
Título: “Mil besos y cien más”

Autora: Laura Sciolla

Editorial: Grijalbo

Edición: tapa blanda con solapas

Publicado en julio de 2014

Página: 327

ISBN: 9788425352294

Precio: 16,90 €



Argumento

La hermosa Claudia languidece en la capital del Imperio. Casada con el oficial Quinto Metello, un hombre rudo y mayor que ella, sufre también las presiones de su ambicioso hermano Publio, con quien mantiene una ambigua y compleja relación. El destino hace que Claudia conozca a Catulo, un joven veronés. Él es un poeta sensible que se siente irresistiblemente atraído por la patricia y la seduce no solo con las caricias más osadas sino también con sus versos.

Adorada como una musa y amada con extraordinaria delicadeza y sensualidad, Claudia aprende a disfrutar de su cuerpo, dejándose llevar por una pasión y un juego amatorio que rompe todas las reglas. Porque Roma es una ciudad implacable que tolera los excesos sexuales y las orgías desatadas, pero que desconfía de las historias de amor. Y Catulo, bajo su apariencia de amante entregado, esconde también a un hombre posesivo, capaz de pasar de los besos más ardientes a unos celos intensos y peligrosos.

Placer, erotismo e intriga se dan cita en una novela que recoge uno de los romances históricos más sensuales de todos los tiempos, el de la bella Claudia y el joven Catulo, el poeta que le enseñó el significado más profundo del verbo «amar».

Impresiones

Al saber por primera vez de esta novela, mi primera impresión fue que se trataba de una novela erótica. El título parecía indicar que era una novela de ese género o, quizás, romántica; la portada no decía nada en concreto, pero perfectamente podría cuadrar con una novela de ese tipo. No obstante, la sinopsis dejaba claro que era, ante todo y sobre todo, una novela histórica. Una novela situada en la Antigua Roma que tiene por protagonistas a dos personajes reales: el poeta Catulo y su amante Claudia.

Conocía el nombre de Catulo pero realmente no sabía quién era, ni mucho menos había leído sus poemas y, por supuesto, nada sabía del amor que le unió a una bella y rica patricia llamada Claudia. Así que, en este sentido, la novela me ha resultado muy ilustrativa.

Parece ser que la relación entre Claudia y Catulo dio mucho que hablar en su época. Fue un escándalo, probablemente avivado por el poeta que en sus poemas se refería a su amante, su gran amor: una tal Lesbia que todo el mundo sabía que era Claudia. Claudia era una patricia, hija de una poderosa familia romana, casada con el general Quinto Metello y hermana de Claudio, quien llegaría a ser un famoso tribuno de la plebe. Catulo se intentaba abrir camino; de orígenes modestos, vivía de lo que podía, muchas veces con la ayuda de sus amigos.

Si queréis saber más de Catulo os recomiendo este enlace de la Wikipedia donde se habla de su obra y también de su gran amor

La posteridad ha conocido a Claudia como una mujer muy bella y bastante cruel, de conducta un tanto libertina. La novela, en cierta forma va por ese camino pero la dulcifica pues, a pesar de que tenga algunas actuaciones no muy correctas, hace énfasis en el hecho de que estaba profundamente enamorada del poeta.

Lo que más me ha gustado de la novela es, sin duda, su ambientación y lo que leyéndola he aprendido. Como he dicho, nada sabía de este poeta –salvo su nombre y de Claudia por lo que he aprendido unas cuantas cosas. Esto es lo bueno de la novela histórica: que, sin darte cuenta, entreteniéndote, siempre aprendes algo.

La ambientación es magnífica. La autora nos traslada a la Antigua Roma, a la Roma del año 62 y siguientes antes de Cristo, centrándose en el sector más favorecido de la sociedad: el de la nobleza. Claudia pertenece a una de las familias más poderosas de Roma y su marido es un poderoso general. Claudia y su hermano Claudio se codean con importantes personajes, de sobra conocido como César, Cicerón y otros muchos. Está muy bien descrita la forma de vida de los patricios, sus casas, sus costumbres, la organización política… Como digo, esto es lo que más me ha gustado. Además, ha coincido que en mis vacaciones he tenido la ocasión de visitar las ruinas de una ciudad romana (Conimbriga en Portugal) y justo al mismo tiempo que estaba leyendo el libro, por lo que he podido “pasearme” por el peristilo de una villa romana, por el foro, el anfiteatro… Ver estas cosas “in situ”, siempre hace una especial ilusión.

Por lo demás, la historia en sí me ha gustado pero no me ha llegado a fascinar. La historia de amor no está mal pero hay una cosa que no me ha convencido: Claudia. No he llegado a empatizar con ella, a entenderla, a comprender su forma de actuar. No me ha gustado como persona y, por lo tanto, no me he podido poner en su lugar. Realmente, Claudia es una mujer de su época y vive como vivían buena parte de las patricias pero a mí su forma de actuar no me ha gustado. Mejor me ha caído Catulo que me parece más convincente con sus sentimientos.

Aunque el género en el que más correctamente podemos encuadrar esta novela es el histórico, también pertenece a otros dos géneros próximos entre sí: el romántico y el erótico. Porque sí, hay unas cuantas escenas eróticas, en las que se narran los encuentros sexuales entre los dos amantes. Aunque los hechos se narran con bastante detalle, se hace de una forma bastante elegante. No es de esos libros tan gráficos que llegan a hartar, lo cual es un punto a su favor. Sin embargo, a mí esas escenas se me llegaron a hacer largas. Pienso que algo de tijera en este aspecto hubiera mejorado el ritmo de la narración pues, a mí lo que me interesaba era cómo iba a terminar todo, no las escenas en sí que no dejan de ser más de lo mismo.

Más interesante me ha parecido la relación entre los dos amantes en la que, además de la lujuria, hay sitio para el amor, los celos, el ansia de posesión…

Y, por supuesto, a través de la vida de Claudia fuera de su relación con Catulo (los recuerdos de su infancia, su relación con su marido, con su hermano, su cuñada…) vamos asistiendo a la forma de vida de una mujer típica de su época.

La historia se narra en primera persona por la propia Claudia, protagonista absoluta. Un recurso estilístico que, normalmente, hace que me ponga en la piel del personaje pero, como os he comentado más arriba, no ha sido así en este caso por la antipatía que he sentido hacia ella. Se estructura en cuatro grandes partes, divididas a su vez en capítulos de no mucha extensión. Abunda más la narración que el diálogo pero hay bastante de éste lo que ayuda a agilizar la historia. No puedo decir que sea una novela con ritmo ni una novela de esas que atrapan en sus redes, pero sí que se lee fácil y de forma agradable. Sin creerme esa necesidad compulsiva de leer que me suelen provocar otros géneros como el thriller o la novela negra, la lectura me ha resultado bastante fluida y con un cierto interés.

Finalmente, os dejo con un poema de Catulo, en el que la autora se inspiró para dar título a su novela:

Dame mil besos, luego cien,
Luego otros mil, cien más después
Y otra vez mil seguidos y otros cien.
Y cuando hayamos sumado muchos miles
Embrollaremos la cuenta para no saberlo.

Conclusión final

“Mil besos y cien más” es una novela histórica situada en el siglo I antes de Cristo, que recrea una famosa historia de amor de la antigüedad: la que unió al poeta Catulo y la patricia Claudia. Una novela con un punto erótico cuyo puente fuerte es la perfecta recreación que Laura Sciolla hace de los escenarios que describe.

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