Marc Levy es un autor que descubrí hace años y con el que me llevé una agradable sorpresa. Si bien es cierto que sus primeros libros me gustaron más que los últimos –con un estilo más realista, menos mágico-, aún así ninguno me ha llegado a decepcionar.
Cuando vi en el boletín de novedades de Planeta que acababa de publicar un nuevo libro y que suponía su incursión en la novela de misterio –ya sabéis, mi género favorito-, no me pude resistir.
La experiencia ha sido de lo más positiva, como luego os contaré.
Éstas son mis impresiones
Marc Levy
Marc Levy (Boulogne-Billancourt, 1961) es el autor más leído en Francia.
A los dieciocho años ingresa en la Cruz Roja como socorrista, donde trabaja durante ocho años. En 1984 se traslada a Estados Unidos y funda una empresa especializada en imagen digital. Nueve años más tarde vuelve a París para abrir un despacho de arquitectura.
Su vida cambia cuando, a los treinta y nueve años, escribe un libro para su hijo. En el año 2000 publica su primera novela, Si fuera cierto El resultado es fulminante: se convierte en un bestseller, se traduce a 38 idiomas y Dreamworks la convierte en una exitosa película. También es autor de ¿Dónde estás? Siete días para una eternidad, La próxima vez. Volver a verte, Los hijos de la libertad, Mis amigos mis amoresLas cosas que no nos dijimos (Planeta, 2009), El primer día (Planeta, 2010) y La primera noche (Planeta, 2011).
Con más de 26 millones de ejemplares vendidos y traducido a 45 idiomas, Marc Levy es un referente indiscutible de la literatura contemporánea.
Datos técnicos
Título: “Si pudiera volver a verte”
Autor: Marc Levy
Editorial: Planeta
Edición: tapa blanda con solapas
Fecha de publicación: 29/04/2014
328 páginas
ISBN: 978-84-08-12813-7
Traductora: Isabel González-Gallarza
PVP: 19,90 Euro/9,99
Argumento
Andrew Stilman es un periodista del New York Times que suele salir a correr. Un día, mientras corre, siente un pinchazo en la espalda. Alguien le ha clavado un punzón y Andrew muere.
Pero no muere del todo o qué sé yo lo que le pasa. Porque lo cierto es que vuelve a la vida unos dos meses antes de su pretendida muerte. Parece que alguien le ha dado una segunda oportunidad: una oportunidad de hacer las cosas mejor y, si es posible, de averiguar quién será su asesino e intentar que no le mate.
Impresiones
«Su sastre le dijo un día que la vida no era como uno de esos aparatos en los que bastaba con pulsar un botón para rebobinar hasta el fragmento elegido, que no se podía volver atrás. Aparentemente, el señor Zanetti se equivocaba. Alguien, en algún lugar, debía de haber pulsado un extraño botón, pues la vida de Andrew Stilman acababa de rebobinarse hasta sesenta y dos días atrás.» ¿Quién no ha querido cambiar el curso de las cosas alguna vez? Si pudieras retroceder en el tiempo: ¿Serías capaz de dejarlo todo para emprender una aventura en busca de tu destino? ¿Callarías ese secreto que revelaste sin querer? ¿Acudirías a aquella cita a ciegas con un desconocido que podría haber sido tu alma gemela? ¿Confiarías en las mismas personas? Nuestra vida se construye a partir de las decisiones que tomamos, ¿qué harías si tuvieras otra oportunidad?
No me digáis que no es interesante la premisa de la que parte la novela. ¿Intentaríais cambiar las cosas si os diesen una oportunidad de volver atrás? Sobre todo si habéis hecho daño a quien más os quiere, ¿no tomariais decisiones distintas?
Eso es lo que plantea esta novela. Eso y la posibilidad de modificar el futuro.
Como he dicho al principio, Marc Levy es un autor que me gusta mucho. Lo descubrí con “Y si fuera cierto”, una novela romántica que parte de una premisa bastante similar a la de la novela que hoy nos ocupa. También me gustó mucho su secuela “Volver a verte”, así como “La próxima vez” y “Siete días para una eternidad”. Todas estas novelas tienen algo en común: un elemento mágico que les da originalidad y una ternuar muy especial. Luego leí “Mis amores mis amigos” y “El primer día”, que no puedo decir que no me gustasen, pero sí que me gustaron menos que las del primer bloque que os comento. En ellas ese elemento mágico no está tan presente –o no lo está en absoluto-. Y fijaos que a mí la fantasía me echa para atrás. Pero esos pequeños toques que tienen novelas como las primeras de Marc Levy (o, por poneros más ejemplos, las de Anjali Banerjee o Mónica-Serendipia), me encantan.
Esta novela tenía un aliciente más: hablan de ella como la primera incursión del autor en la novela de misterio. Y, si bien para mí eso era un aliciente, entiendo que, una vez leída, para algunas personas será un hándicap pues no estamos ante una novela negra, ni mucho menos. Sí que hay un asesino y una investigación pero calificarla de negra sería a todas luces excesivo; como mucho de misterio. Me ha recordado, en este sentido, a “El juego de Ripper” de Isabel Allende que a mí me gustó mucho pero que a bastante gente le decepcionó por lo mismo: porque la parte negra era muy blanca. Yo creo que esta novela es, sin duda, para fans de Marc Levy y también para gente a la que le gustan las novelas con un toque romántico (poco en este caso) y otro mágico, pero no para quien vaya buscando una novela negra sui géneris.
Yo, como me gusta el autor y su estilo, he salido encantada, pues el toque de misterio es un plus añadido a todo lo que me gusta de él.
Con esta novela he disfrutado muchísimo, por lo que la añado al primer bloque: el de las novelas que más me han gustado del autor.
La novela, tras presentar a los personajes, enseguida nos presenta el asesinato que dará origen a todo. Un corredor, que resultará ser el protagonista Andrew Stilman, es asesinado. Nadie ha visto nada, parece el crimen perfecto.
Andrew muere pero alguien le da una segunda oportunidad y hace retroceder dos meses el reloj. Durante este tiempo tendrá que investigar quién es el asesino e intentar evitar así el crimen. Asímismo, intentará hacer mejor las cosas en el ámbito personal y profesional.
Andrew es periodista de investigación del New York Times. Recientemente descubrió una trama en China de “venta” de niños en adopción. Ahora está investigando a un ex,militar argentino que participó en los escuadrones de la muerte. Ambos temas son peliagudos y pueden hacer daño a la gente: a los norteamericanos que adoptaron niños chinos sin saber que habían sido robados a sus padres; al militar argentino. ¿Podría alguno ser el asesino?
Con la ayuda de su amigo Simón y un policía retirado al que logra convencer de lo que le ha pasado, buscarán gente que le quiera mal y que podría estar detrás de su muerta.
No es una investigación al uso, ya os lo podéis imaginar. Ni siquiera se le dedica mucho tiempo puesto que aparece entremezclada con otras historias: la investigación periodística y su historia de amor con Valerie, con la que está a punto de casarse. Y, sin embargo, al final me ha resultado sorprendente pues me había hecho una idea totalmente distinta; vamos, que no pude adivinar quién era el culpable.
Especialmente interesantes me han resultado las investigaciones periodísticas de Andrew. Las referencias a la trama china de rapto de niños a sus verdaderos padres y dación en adopción a americanos. Una vez que se destapa el delito, se plantea un dilema para los padres adoptivos: ¿devolver a los niños a sus verdaderos padres o no? Ellos actuaron de buena fe adoptando a niños que suponían abandonados y les han dado, además de cariño, unas condiciones materiales que de ningún modo habrían tenido de haber vivido con sus padres. El autor, a través de los dos personajes secundarios, nos muestra las dos formas de actuar: la negación “el niño es mío, yo soy su madre y me tapo los oídos y los ojos ante lo que pasó” y el reconocer que el niño fue robado y que mi conciencia me obliga a devolvérselo a sus padres. ¿Qué haríais vosotros?
La otra línea de investigación periodística también me ha resultado de lo más interesante. Ya sabemos todos lo que pasó en Argentina, los escuadrones de la muerte, las madres de la Plaza de Mayo… Pues ahora vamos a conocer algún caso particular, mientras buscamos a un piloto que conducía uno de sus aviones. ¿Es excusa la obediencia debida de un militar de carrera o debería haberse negado a cometer esos crímenes?
Como veis, dos investigaciones periodísticas que tocan dos temas interesantísimos y se entremezclan con una investigación de asesinato y una historia romántica. Teniendo en cuenta que el libro es corto (poco más de trescientas páginas), ya os imaginaréis que es un libro en el que pasan cosas continuamente, que no da tregua. El estilo de Marc Levy es muy claro y directo, tiene mucho diálogo y ritmo y un toque mágico que le da un aire diferente al conjunto. La novela resulta muy ágil y de una facilidad asombrosa de lectura.
Conclusión final
Una novela fresca y entretenida, que engancha desde el principio y se lee con interés constante. Con un toque romántico, otro mágico y otro de misterio, no es una novela negra al uso ni mucho menos pero mezcla historias de gran interés que hará que no os podáis despegar del libro
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