Seguro que os acordáis de que el mes pasado organicé una lectura conjunta de un libro que nos hizo disfrutar muchísimo a todos los que participamos en ella: "Siete días de gracia". Hoy os traigo una entrevista a su autora, Carla Gràcia. No os perdáis sus respuestas pues contestar a algunos de los interrogantes que nos planteamos los lectores... Espero que os guste.
Antes de nada, Carla, muchas gracias por concederme esta
entrevista
Para empezar, ¿quién es
Carla Gràcia?¿Podrías presentarte?
Una pregunta difícil. Normalmente nos presentamos con el nombre:
yo me llamo Carla Gràcia Mercadé. Y con nuestros estudios, trayectoria y
profesión. Soy licenciada en Ciencias de la Comunicación, con un posgrado en
gestión y resolución de conflictos y un MBA, he trabajado en diversas empresas
nacionales y multinacionales y he viajado alrededor del mundo. Un día decidí
dejarlo todo para dedicarme por completo a la novela que hacía años que iba
escribiendo a ratos. Pero todo eso no soy yo. Son sólo mis etiquetas y algunas
acciones. Y tu pregunta necesita una mejor respuesta: Yo soy quien soy. Un ser
que siente, entiende y cambia. Mi vida es amar. Y sentir también el amor en mí. Supongo que como todos.
La escritura me ayuda a descubrirme y a ser mejor persona.
¿Cuándo y por qué
empezaste a escribir?
Creo que la escritura me ha ido atrapando poco a poco, más que
como vocación, por necesidad. Cuando escribí mi segundo libro de ensayo empecé
a amar el oficio de escritor. Pero con Mariana, Herminia, Félix, la señora
Consuelo y Marcial mi vida cambió; ya no podía dejar de escribir.
Tu primera y, de momento,
única novela es “Siete días de gracia”. ¿Nos puedes contar de qué trata?
"Siete días de Gracia" transcurre durante los siete
días de sitio que vivió la villa de Gracia durante la Revuelta de las Quintas
de 1870. Durante esos siete días conoceremos todos los secretos de la
protagonista, Mariana, y los motivos que la han llevado a tomar parte relevante
del levantamiento.
¿Por qué elegiste esa
época y ese episodio histórico?
Fue una de esas casualidades que siempre digo que no existen.
Era un día muy ajetreado y llegaba tarde, así que tomé un taxi que tenía que
llevarme a la villa de Gracia. Cuando cruzábamos por la calle Bonavista, una
calle estrecha que separa la antigua Gracia del barrio modernista del Eixample, el taxista se
giró y me soltó: “Niña, seguro que tu no sabes que ¡en esta calle se puso en
juego la dignidad de un pueblo!”. Yo le miré con curiosidad, examiné la calle y no tuve respuestas.
Esta novela supongo que es buena parte de las respuestas que ese día pedía.
¿Cuánto tardaste en escribirla?
Estuve cinco años. Tres años dedicados principalmente a la
documentación y estructuración y el resto dedicada a escribir y corregir.
¿Cómo fue el proceso de
documentación?
Fue una locura. ¡No sabía dónde me metía cuando empecé! El caso
es que las mujeres que llevaron a cabo el levantamiento, porque la Revuelta de
las Quintas fue un alzamiento iniciado por mujeres, cuando asaltaron el
ayuntamiento querían quemar la lista de los mozos que iban a entrar en el
sorteo de las quintas. Pero como no sabían leer, lo quemaron todo. Esto
dificultó mucho mi tarea de documentación. Pero a parte de esa investigación
inicial, lo que más me costó fue encontrar los pequeños detalles de ese
momento, entender su modo de vivir, de sentir, de pensar y contarse el mundo.
Un ejemplo es que me pasé seis meses para descubrir si las mujeres en esa época
se bañaban desnudas o con camisón. Es un detalle que finalmente no queda muy
explícito, pero que para mí era muy importante a la hora de sentir el personaje
y la escena. No es lo mismo que Mariana, cuando se baña en la noche previa a su
boda, sienta el camisón mojado pegado a su piel, que que vea su cuerpo desnudo
a través del agua. Para mí había un mundo de diferencia, y quería que todo
estuviera bien documentado.
La has publicado con una
editorial de “las grandes”. ¿Te costó mucho conseguirlo? ¿Tuviste que llamar a
muchas puertas?
La verdad es que no. Fue muy fácil y bonito. Entregué el
manuscrito a mi agente el mes de marzo del año pasado y tres semanas después ya
teníamos ofertas de las tres principales editoriales de nuestro país. Pudimos
escoger la editorial que más se ajustaba a nuestra visión del libro. Hay veces
que las cosas simplemente pasan y con esta historia siempre he sentido que,
simplemente, pasarían. Eso me ha ayudado a preocuparme por las cosas
verdaderamente importantes como escribir y dejar en ello el alma.
¿Cómo está siendo su
aceptación entre los lectores?
Muy buena. Estoy muy contenta porque cuando uno escribe está en
su mundo, el mundo de la novela, y sólo tiene el feedback de algunas personas escogidas que, aún teniendo experiencia y conocimiento, son pocas. El
poder ir a una presentación, una charla o recibir un mail de un lector o
lectora en donde te explica cómo ha vivido la novela, cómo ha sentido a los
personajes y cómo, de algún modo, siente ahora un vínculo con la historia...
¡Esto es magia!
¿Tienes un agente
literario? ¿Crees que es importante su labor?
Como he explicado, sí tengo una agencia literaria, Página Tres.
Y para mí ha sido muy importante, pues desde el principio, incluso antes de
leer el manuscrito, creyeron en mí y han estado a mi lado en todo momento. La vida diaria de un
escritor no es fácil, pues uno debe tener un gran sentido de la contención y a
su vez un cazo lleno de fe. Mi agente me llamaba siempre, invariablemente, los
días malos. Yo le digo que es como una bruja buena. Ella se ríe, pero es
verdad. Por otro lado, diría que, si bien recomiendo tener un agente, lo más
importante es tener confianza con la persona con la que vas a trabajar, sea el
agente o directamente el editor.
¿Qué labor de promoción
estás haciendo?
La verdad es que estos días, con Sant Jordi a la vista, tengo la
agenda más llena que de costumbre. Y la cuestión es que lo estoy aplazando todo
para después de Sant Jordi y el mes de mayo ya echa humo. ¡Jajaja! Pero es
bonito. Las presentaciones, las charlas, el contacto con lectores, con otros
escritores, críticos, medios y editores, aunque de entrada me daba un poco de
miedo, ahora me llena de alegría. He logrado preocuparme menos y disfrutarlo
compartiendo los secretos del libro.
¿Cómo fue el proceso
creativo: eliges un personaje y dibujas una historia en torno a él o es la
historia la que te elige a ti? ¿Sabes cuándo empiezas a escribir cómo terminará
la novela o ésta te lleva por caminos que no habías imaginado?
En el caso de "Siete días de Gracia", sin duda, la
historia me eligió a mi, y los personajes me atraparon. Ellos han sido los que
me han conducido por su vida, sus palabras, su mundo. Yo los he seguido. Por
supuesto que he hecho muchos ejercicios de organización y de estructuración,
pero eran una plataforma sobre la cual sentirme segura. El resultado final ha
sido la voz de mis personajes.
Hubo dos cosas que me
chocaron de la novela. En primer lugar, el uso de mayúsculas en medio de la
frase, cuando, en principio, no correspondía. ¿Qué pretendes indicar con este
recurso?
Me alegra que lo hayas distinguido y que te cuestiones su uso,
eso significa una gran atención por parte del lector. La verdad es que fue un
recurso que estuve estudiando y pensando mucho tiempo, durante años. El caso es
que este libro, en principio, debía haberse escrito en primera persona, pues
sentía con tanta profundidad las vivencias de Mariana, que para mí, necesitaba
un narrador interno que fuera la misma protagonista. Sin embargo, Mariana no
conoce muchos de los misterios y secretos que rodean su vida hasta el final y
con un narrador en primera persona no podría explicar esas escenas en las que
ella no estaba presente. Así que me decidí por un narrador omnisciente que,
además, podría darle más fuerza épica a la historia. Pero eso me producía
fuertes contradicciones, pues cuando un personaje vivía un momento de dolor, de
angustia, de rabia, de miedo o de súplica me era muy difícil que el narrador
mediara entre el personaje y el lector y que, encima, lo tuviera que hacer en
pasado con un, por ejemplo: “Mariana pensaba que lo amaba mucho...”. Necesitaba
que el pensamiento o sentimiento fuera escuchado directamente por el lector
como los personajes lo sentían, sin mediadores con un, por ejemplo: “Mariana
pensaba que ¡Cuánto lo amo, por Dios!” En presente y en primera persona. Son
ejemplos muy simples y que, por supuesto no aparecen en el libro, pero que
ayudan a entender la diferencia, la distancia en un estilo y la fuerza que gana
cuando pueden hablar los personajes directamente. No fue una decisión fácil ni
rápida. Estuve todo un año meditándola y hasta el último día tenía dudas, me
angustiaba, pues era un estilo distinto al habitual, tal vez demasiado atrevido
para una primera novela... Antes de tomar esta decisión estuve mucho tiempo
leyendo, observando otros autores, otras voces como la de Jaume Cabré, José Saramago o Virginia Woolf.
En ellas encontré soluciones. Yo apliqué una, la que os contaba: permití, sólo
en los casos que los personajes vivieran esa profundidad de sentimiento, que
ellos mismos, sin guiones ni otros signos de puntuación que lo pudiera
interrumpir, pudieran hablar. Sólo dejaba un relativo “que” para indicar inicio
de frase y una mayúscula para frenar un poco al lector y darle la fuerza que se
merecía el momento. No sé si ha sido, tal vez, demasiado atrevido o arriesgado,
sólo espero que al terminar el libro los lectores hayan sentido a los
personajes como yo los he vivido. Ese era mi objetivo, el objetivo que me
obsesionaba cuando lo escribía.
Ambos recursos no se
encuentran habitualmente en las novelas y al principio chocan. ¿Qué le
parecieron al corrector que, supongo, habrá corregido el estilo de tu novela?
Sí, yo soy muy perfeccionista y para mí era muy importante hacer
una buena corrección y edición de la novela. Trabajamos mucho con el corrector
a nivel de forma y, por supuesto, se planteó las mismas dudas que me planteas.
No obstante, cuando entendió el sentido y la coherencia del porqué tomaba esas
decisiones me apoyó totalmente. Puede que tomes una decisión mejor o peor,
incluso puedes tomar decisiones que no se ajustan a las reglas, pero lo que es
imprescindible es que cada decisión esté sustentada, sea necesaria, coherente y
se mantenga a lo largo de toda la novela.
¿Estás escribiendo algo
en estos momentos?
Aunque estos días no tengo la cabeza lo bastante vacía como para
llenarla de nuevos mundos, sí que he empezado a sentir una trama en la que me
voy dejando envolver. Espero poder tener más tiempo para vivirla.
¿Lees mucho? ¿Qué tipo de
libros te gusta leer?
Sí, me gusta mucho leer y, en mi opinión, es necesario para
aprender de otros grandes escritores que se han encontrado con los problemas
que supone la escritura. Me gusta leer libros con alma, libros en los que
sientes que se te mueven cosas en las entrañas, que no te dejan
indiferente.
¿Qué prefieres, papel o
digital?
Para leer, sin duda el papel. Me está costando acostumbrarme al
digital, me gusta demasiado el tacto de las páginas en mi mano, el olor áspero
y su peso. Para escribir, depende de en qué momento. Con "Siete días de
Gracia" me acostumbré a escribirlo todo en el ordenador. Ahora, el nuevo
libro lo estoy empezando a escribir en papel. El papel ayuda a sentir la
historia más real, a manejarla, a gestionarla.
¿Nos podrías recomendar
un libro?
Os recomendaría una novedad para mí necesaria, aunque, eso sí,
para valientes, pues es intensa y dura: Alma, de Wajdi Mouawad. Y también os
recomendaría que no olvidéis a los clásicos. Este año es el centenario del
nacimiento de Julio Cortázar, así que Rayuela podría ser una gran obra para
releer.
Finalmente, para el
posible lector dudoso, ¿por qué debería leer tu novela?
Porque, como dice Mariana en el prólogo: Aunque hoy no quede nadie
de entonces, tú nos recordarás. Y nos liberarás de la injusticia de la
desmemoria. Más que eso: te salvarás de la imprudencia del olvido.
Una entrevista magnífica. Conocí a la autora el día de Sant Jordi, pues compré su libro y ella me lo firmó. Es una persona encantadora y tengo muchas ganas de ponerme con su novela.
ResponderEliminarBesos!
Una muy buena entrevista, besotes
ResponderEliminarMe ha encantado la entrevista. Parece una chica muy cercana.
ResponderEliminarUn saludo.
Estupenda entrevista, muy interesante. Un besazo.
ResponderEliminarMuy interesante la entrevista, el libro me gustó muchísimo y además hemos descubierto el motivo de las famosas mayúsculas que tanto nos han llamado la atención
ResponderEliminarBesos
Me ha encantado la entrevista.
ResponderEliminarTenía ganas de leer Siete días de gracia, pero ahora me la apunto sí o sí.
Un beso.
Buenísima entrevista, cielo, mil gracias por presentarnos a esta autora. Además qué gusto cuando alguien responde con tanta atención a nuestras preguntas.
ResponderEliminarEl libro pasa a mi wishlist ya mismito.
Besos!!
Excelente entrevista, muchas gracias por compartirla. Espero estrenarme pronto con esta autora.
ResponderEliminarBesos.
Preciosa entrevista, me ha encantado. Tengo ganas de salir de los "compromisos" y poder leer este libro
ResponderEliminarBesos
Me ha encamrado la entrevista, no te he tenido el placer de leer el libro pero lo tengo anotado por las buenas opiniones que he visto de él. Me gusta la respuesta de la autora a su propia definición y la explicación de como surgió la idea de escribir sobre ese suceso histórico.
ResponderEliminarBesos
BUeno, aclarado el tema de las mayúsculas. Desde luego no creo que no haya ningún lector que no se dé cuenta de ello por poca atención que ponga en la lectura.
ResponderEliminarFue una estupenda lectura y creo que los que la hicimos conjuntamente la disfrutamos tod@s.
Bs.
Me gustó mucho el libro. un gran descubrimiento
ResponderEliminarTengo muchas ganas de leer 'Siete días de Gracia'. Lo tengo pendiente en casa y espera su turno, que llegará pronto. ,¡Muchas gracias por la entrevista! ¡Muchos besos!
ResponderEliminarCon muchas ganas de leer la novela y más después de tus acertadas preguntas, gracias también a Carla por sus respuestas,
ResponderEliminarbesucus
¡Una entrevista excelente! La novela me encantó.
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