"El general maldito" - Javier Arias Artacho

Hace muy poco, Javier Arias Artacho, escritor de novela histórica, especializado en la época romana, publicó su última novela titulada “El general maldito”. Su novela anterior, “Eitana la esclava judía”, me había gustado mucho así que no me podía perder ésta que, además, por lo que de la sinopsis se deducía, prometía, además de rigor histórico, un cierto toque de misterio al que, como sabéis los que me soléis leer, no me puedo ni quiero resistir.

Terminé ayer de leerla y, con las ideas aún frescas, me puse a redactar mis impresiones

Éstas son.

Javier Arias Artacho

Javier Arias Artacho es licenciado en Filología Hispánica, Diplomado en Ciencias Religiosas y máster en Bioética.

Está casado, tiene tres hijas y divide su tiempo entre su familia, la literatura y la enseñanza.

Actualmente, ejerce como profesor de Secundaria y Bachillerato y en la Universidad Católica de Valencia.

En los últimos años ha publicado diferentes novelas:

.- Las lecciones del mar,

.- Náufragos,

.- La sombra de Masada,

.- Argentina, un sueño extinguido

.- Eitana,

.- El general maldito

Podéis saber más del autor y su obra en su propia página web



Datos técnicos

Título: “El general maldito”

Autor: Javier Arias Artacho

Editorial: La Esfera de los libros, colección Novela Histórica

Edición: tapa dura con sobrecubiera

Fecha de publicación: 4 de febrero de 2014

Páginas: 368

ISBN: 9788490600177

Precio: 22 euros



Argumento

Estamos en el siglo I después de Cristo. Vespasiano es emperador. Su hijo Tito se encuentra en Judea, a las puertas de Jerusalén.

Marco Grato, uno de sus generales, al mando de la duodécima legión, es víctima de una emboscada. Todos sus hombres perecen y a él se le da por muerto también aunque su cuerpo no es encontrado.

A los pocos meses reaparece. No recuerda nada y no tiene heridas en su cuerpo.

Vuelve a Roma, a su casa, con su mujer, a la que tampoco recuerda. Pronto ésta, su hermano y todos sus esclavos se dan cuenta de que Marco ha cambiado mucho; realmente, no parece el mismo. Ya no es el hombre aguerrido y de mal carácter que se fue a la guerra, sino una persona más amable y pendiente de los demás.

Algunos de los esclavos y la propia esposa empiezan a pensar que el verdadero Marco Grato ha muerto y que lo que habita el que fuera su cuerpo es en realidad un lémur, un espíritu maligno.


Impresiones

Tengo un bonito recuerdo de “Eitana la esclava judía” (la anterior novela del autor y que, si no habéis leído, también os recomiendo); ya no sólo porque me gustó sino porque, también, fue la primera conjunta que organicé. Una lectura conjunta que salió muy bien porque a los que participamos en ella nos gustó mucho el libro. Por ello, no me podía resistir a esta nueva novela, perteneciente al género histórico –uno de los que más nos gusta- pero que, además, en esta ocasión venía vestida de una nota de suspense. La mezcla de misterio e historia funciona normalmente muy bien y ésta no es una excepción.

Busto de Vespasiano

Como en la anterior ocasión, la acción se sitúa en tiempos del Imperio Romano. Se nota que el autor conoce muy bien la época, tanto los hechos históricos en sí, como la forma de vida de la sociedad y lo traslada perfectamente al papel, ofreciéndonos un fresco de la Antigua Roma que da gusto leer. Además, ya lo he comentado en alguna ocasión, a mí me gusta más “la pequeña historia” que la Historia con mayúsculas. Me resulta, por regla general, más interesante ver cómo se vivía en determinados hechos históricos que los hechos en sí. Para que me entendáis, os pongo un claro ejemplo: una novela sobre Vespasiano, probablemente de primeras no me hubiera interesado; una novela (como ésta), que transcurra mientras Vespasiano era emperador, es otro cantar. Más que la vida y milagros de ese emperador, me interesa ver cómo vivían quienes vivían la época: cómo vivían los patricios, los soldados, los esclavos, los pueblos conquistados, etc…

Esta novela transcurre en la época de Vespasiano –se sitúa en el año 70 después de Cristo y, de hecho, el propio Vespasiano y su padre tienen un pequeño papel en la historia. Pero los protagonistas no son ellos, sino un general que probablemente no existió pero que pudo haberlo hecho: Marco Grato. Un general que ha luchado en Judea, para conquistar Jerusalén y que, en una salida con su legión, resulta atacado. Todos los miembros de la legión mueren y sus cuerpos aparecen salvajemente mutilados; el único cuerpo que no aparece es el suyo pero, aún así, se le da por muerto pues es difícil que nadie haya podido salvarse de tal barbarie. Cuando milagrosamente reaparece meses después, a todo el mundo le parece imposible. A su familia en Roma la primera, pues ya le daban por muerto y enterrado.

Marco tiene amnesia: no recuerda nada de los últimos meses, no sabe qué pasó durante el ataque ni por qué está vivo, ni siquiera recuerda a su mujer, a su hermano ni al mismo emperador. Pero, además, está muy cambiado, tanto físicamente como de forma de ser. Físicamente porque ha adelgazado y su cuerpo ya no es el cuerpo musculado, fuerte y poderoso de antaño. De forma de ser porque antes era un hombre tremendo, fuerte y agerrido pero también cruel; ahora, sin embargo, es un hombre más cercano, amable con los demás, incluso con los esclavos.

Villa romana

Marco es el principal protagonista y, sin embargo, no está muy bien definido. Vamos sabiendo cosas de su carácter y de su forma de pensar, así como de cosas que hizo en el pasado que nos dan una idea de cómo fue que, sin embargo, es bastante contraria a como parece ser ahora. Pero esa indefinición no es algo negativo, sino algo buscado a propósito por el autor. Así tiene que ser ya que el suspense de la historia es el propio Marco y lo que le ocurrió. Y no digo más.

Junto a él, tendremos a su mujer, Annia. Una patricia orgullosa y egoísta, que puede llegar a ser intolerante y cruel. También a su hermano, que no sabe muy bien por dónde tirar. A un médico llamado Adael. Y a los esclavos de la casa.

Como en el caso de Eitana, el autor concede un importante papel a los esclavos. A mí, particularmente, es un tema que me interesa mucho ya que creo que nunca llegaré a entenderlo de todo. A ver, sé que es otra época, otra sociedad, otra forma de vida y desde ese punto de vista entiendo la esclavitud. Lo que no entiendo es esa forma de tratar a los esclavos, tan cruel en ocasiones. Cierto que los habían comprado, que eran de su propiedad, que en teoría podían hacer con ellos lo que quisieran, pero no puedo entender cómo podían tratar de forma tan cruel en muchas ocasiones a seres que, comprados o no, eran humanos; como ellos. El autor nos muestra muy bien la forma en la que los esclavos vivían, en qué poca consideración eran tenidos. De hecho, cuando el nuevo Marco se muestra amable con ellos, no es entendido porque, ¿cómo se puede tratar bien a un esclavo? Para Annia, su mujer, es impensable, un deshonor, y supongo que así lo sería para la mayoría de la sociedad. Como digo, aún intentando situarme en aquella época, no logro entenderlo…

Javier escribe muy bien. Ya lo comprobé en Eitana, y lo he vuelto a comprobar ahora. Tiene una prosa cuidada y elegante, más bien sobria, sin artificios, pero bonita y, lo que es más importante, de lectura sencilla, agradable y entretenida. Javier escribe novelas históricas pero, por si sois de ésos que tienen miedo a este género por considerarlo aburrido, os diré que para nada lo es; al menos en el caso de sus novelas. “El general maldito” es una novela de lectura amena, fácil y entretenida.

Pero, si tuviera que definirla en una sola palabra, la elegida sería “desconcertante”. Desconcertada me he sentido durante toda la novela. El autor enseguida entra en materia y nos cuenta lo que ha pasado: Marco fue dado por muerto pero reaparece meses después; sin embargo, está tan cambiado, que, aún siendo el mismo, parece otro. Y el lector se pregunta qué le ha podido pasar para cambiar tanto, qué será eso que no recuerda y que le ha convertido de lobo en tierno corderillo… Y una empieza a elucubrar pero, al principio, no se hace ni una ligera idea. Hasta que llega un momento en el que tanto hablar de manes y lémures –espíritus benignos y malignos- una, la lectora, empieza a creer que está adivinando algo, que sabe por dónde van a ir los tiros… Hasta que, ya casi llegado el final, te das cuenta de que no, de que no sabías nada en absoluto y de que, una vez más, la imaginación del autor siempre superará la tuya. Pero lo mejor de todo es que, cuando llegas a ese final, te das cuenta de que es como tenía que ser, que es lógico y realista, que es la mejor, quizás la única manera, de terminarlo todo y que si tu imaginación iba por otro lado es porque, realmente, no tienes ni idea de cómo construir una buena historia. Porque el final, creedme, me ha parecido redondo, buenísimo. Tan lógico que me pregunto cómo no me lo pude imaginar y, sin embargo, dejé vagar mi imaginación por soluciones imposibles y absurdas.

Realmente, “El general maldito” cuenta una buena historia, muy bien planteada, desarrollada a la perfección y con un final perfecto. Ya sólo por el final, merecería la pena su lectura.



Conclusión final

“El general maldito” parte de una base histórica para construir una obra de ficción apasionante. Una novela desconcertante, inquietante e intrigante, que me ha tenido pegada a sus páginas hasta llegar al broche final

Muy recomendable.

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