"Diario de una sumisa" - Sophie Morgan

Hace como un par de semanas recibí un atento correo de la editorial Grijalbo. En él me agradecían haber participado en la promoción de la trilogía “Cincuenta sombras de Grey” y me comentaban que querían enviarme su nueva publicación, “Diario de una sumisa”. Algo sabía de esa novela y el título no dejaba lugar a la duda de que se trataba de una novela erótica. Ya os he dicho que no es mi género preferido ni mucho menos y tenía otras tres pendientes de este estilo. Sin embargo, siempre hay algo que llama la atención, ¿verdad? Y, en este caso, lo que me incitó a leerla fue que estuviese basado en una historia real.

Datos técnicos


Título: Diario de una sumisa 
Autora: Sophie Morgan 
Traductor: Matilde Fernández de Villavicencio 
Precio 15,90 € / 10,99 euros epub 
Editorial Grijalbo
Fecha publicación: enero de 2013Formato: tapa blanda con solapas 
Páginas 320 
ISBN 9788425349652 



Sophie Morgan

Es el seudónimo de una periodista británica de treinta y tres años.

Diario de una sumisa, best seller del Sunday Times es su significativo debut literario, que se ha convertido en un éxito de ventas en el Reino Unido, y cuyos derechos de traducción se han vendido a quince países.



Argumento

Sophie es una joven periodista, independiente, inteligente, atractiva, sexualmente activa y liberada… Pero en sus relaciones sexuales le gustan cosas diferentes de las que podríamos considerar “normales”: a ella le excita que le azoten, le humillen y la sometan; en definitiva, le gusta ser una sumisa.. Sus primeras experiencia en este ámbito tienen lugar mientras está en la Universidad. Cuando termina sus estudios y consigue su primer trabajo, conocerá a Thomas, un hombre de su edad con el que forja una gran amistad. Pero al final ambos se dan cuenta de que les van las mismas cosas y con él aprenderá realmente lo que es la sumisión-dominación y el sado-masoquismo…





Impresiones

Al poco de tener esta novela en mis manos, empecé a leer algunas reseñas muy negativas que hablaban de malos tratos y de escenas desagradables y la verdad es que me dio mucho miedo. Reconozco que la parte que menos me había gustado de la trilogía de Grey era, precisamente, los episodios de BDSM (sumisión-dominación) y eso que, visto con perspectiva, el señor Grey aparece ahora como un mirlo blanco. Así las cosa y sabiendo, por lo que contaban, que aquí todo iba de eso y que, además, era muy fuerte, empecé la novela con muchas prevenciones. Y me encontré con unas primeras páginas que me gustaron bastante. Al principio, la protagonista, Sophie, nos cuenta un poco su vida: de qué familia viene, algunas cosas de su infancia, sus primeras relaciones amorosas – sexuales… Y lo cuenta de una forma ágil, muy entretenida de leer. Las 50 primeras páginas se me pasaron en un suspiro y no me parecieron para tanto. Pero luego la cosa fue cogiendo intensidad y, sobre todo a partir de la página 100, ya segura nuestra protagonista de que era una sumisa nata y, en consecuencia, explorando ese universo, llegó la acción. Y hube de reconocer que tenían razón las reseñas que había leído: aquello era muy fuerte. Con el paso de las páginas, demasiado fuerte para mi gusto.

La novela está estructurada en diecisiete capítulos. No lo he comprobado pero yo diría que en todos o en casi todos hay una escena de sexo. Y son escenas largas, a las que se dedican varias páginas. Las citadas escenas están descritas hasta el mínimo detalle de tal manera que el lector se puede hacer una idea perfecta de lo que está pasando: dicho de otra forma, no hace falta echar mano de la imaginación, puedes ver la escena en tu cabeza. Es casi como si estuvieras en el cine. Eso, por una parte, es algo positivo: es un punto a favor de la autora es que pueda llegar tanto al lector que éste pueda “ver” lo que ella narra. Pero, cuando lo que se narra es algo tan exageradamente fuerte, incluso desagradable en ocasiones, puede convertirse en algo negativo para los que no somos aficionados a este tipo de situaciones. Dicho de otro modo, le reconozco a la autora el mérito de describir tan bien las escenas de sexo pero, como se suele decir, es más excitante lo que se imagina uno que lo que se ve (o dicho de otra manera, más vale sugerir que mostrar a las claras). Para mí ha sido demasiado, exagerado, apabullante, hasta el punto de que alguna escena me ha llegado a revolver el estómago.

Y es que Sophie es una sumisa y le gusta que la humillen y la sometan. Y sus parejas lo hacen, vaya que sí. Hay muchas escenas en las que el hombre, ya sea Thomas o James, le hacen verdadero daño. Y yo no puedo llegar a entender cómo alguien puede encontrar placer en el dolor. Para mí placer y dolor son dos palabras antónimas. Puedo, si me lo exigís, llegar a pensar que a alguien le pueda resultar relativamente excitante unos cachetes en el trasero como los que Grey le daba a Anastasia, que eran casi caricias, pero lo que recibe Sohpie son auténtica palizas. Con la mano, con la vara, la palmeta, la fusta… hasta 100 azotes en alguna ocasión. Y con fuerza. Hasta el punto de que le causan heridas, berrugones, sangre… No son malos tratos, no nos confundamos, porque es algo consentido. De hecho, aunque ella llora a moco tendido, porque le duele terriblemente, se excita sexualmente. ¿Cómo es eso posible? Pues yo sigo sin entenderlo. Yo pensaba que a esta gente, de alguna manera, esas cosas le dolían menos que a los demás, pero no, les duelen igual. Y, sin embargo, les gusta. Os vais a reir, pero os cuento una anécdota que cuenta ella misma: Sophie no se puede depilar ella sola con cera por miedo al dolor, por eso hace que le depile un profesional (increíble, no?). Yo respeto a cada uno, que en su casa haga lo que quiera mientras no dañe a los demás, pero no puedo llegar a comprender como alguien puede disfrutar mientras le están dando una soberana paliza (y otras cosas, que no todo son azotes). Con todo, no son los golpes lo que Sohpie lleva peor sino la humillación: algunas de las cosas que le mandan hacer (como lamer los pies, por ejemplo) la vejan y humillan gravemente; sin embargo, ella las hace para superarse a sí misma, para ganar. ¿Vosotros lo entendéis? Porque yo no…

Y no creáis que todo eso tiene una explicación racional: quizás estaréis pensando que en su infancia fue maltratada o no querida por sus padres, o abusada sexualmente, o que sufrió algún tipo de experiencia traumática…; pero no, para nada, Sophie es una persona normal y corriente, con una profesión, vida independiente, amigos, familia…, pero en su intimidad le gusta la sumisión. Sin más razón, porque sí.

¿Y quién es él? Os preguntaréis, quizás, qué hay de sus parejas. Como yo me lo preguntaba y me lo pregunto porque no entiendo a la sumisa, ya os lo he dicho, pero tampoco entiendo al dominante. ¿Qué tipo de persona disfruta pegando a alguien que es su amiga o su novia? Pues tanto Thomas como James son personas absolutamente normales, sin ningún tipo de tara mental, ni razón pasada ni presente…; como en el caso de Sophie la única razón que tienen para pegar a una mujer es que les excita hacerlo. De Thomas, por ejemplo, Sophie piensa que es una muy buena persona (me permitiréis que discrepe, pero en fin…)

La historia está narrada en primera persona por Sophie. Yo pienso que la autora (Sohpie Morgan es un pseudónimo) narra sus propias experiencias. La contraportada nos dice que es una historia real pero no especifica si es la de la escritora o la de otra persona. En mi opinión es la de ella pues sabe tan bien lo que hacen los sumisos y dominantes y lo que se siente en este tipo de experiencias que tiene que haberlo vivido de primera mano. 



Conclusión final
No creo que “Diario de una sumisa” sea una novela apta para cualquiera. Así como Grey, Crossfire, Secret y tantas novelas eróticas que han salido al alirón de la primera pueden ser leídas, más o menos, por cualquiera sin que, probablemente, se escandalice ni se lleve las manos a la cabeza, esta novela que hoy os comento, tiene un público objetivo, al que creo que sí gustará, pero es un público minoritario: yo se la aconsejaría a quienes quieren leer una novela erótica de verdad, sin medias tintas, a quién tenga curiosidad por saber qué es eso de la sumisión-dominación y , en general, para quienes les gusten estos temas y no les importe encontrarse escenas muy fuertes, muy gráficas, que llegan hasta el punto de ser desagradables. Pero para el común de los mortales, pienso que es demasiado fuerte.

Sabéis que siempre pongo una valoración en forma de flores al final de esta novela pero en este caso me la voy a saltar porque, sinceramente, no sé qué nota ponerle. A mí no me ha gustado su contenido pero reconozco que en cuanto a la forma de escribir la historia, de describir las escenas y de hacernos llegar los sentimientos de la protagonista, la autora lo hace muy bien. Y eso tiene su mérito. Para alguien a quien le vayan estos temas, pienso que ésta es una buena novela y a ellos se la recomendaría sin duda; pero a mí no me van y, aunque reconozco sus puntos positivos, su contenido me ha resultado demasiado fuerte. 

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