"Entra en mi vida" - Clara Sánchez

No he leído “Lo que esconde tu nombre” de Clara Sánchez pero desde su publicación me apetece hacerlo (a pesar de que hay críticas de todo tipo, positivas y menos positivas). Pero cuando vi que se publicaba un nuevo libro de esta autora y leí su sinopsis, supe que me estrenaría con éste, el último, pues el tema de los niños robados –cualquier tema relacionado con la infancia, de hecho- me interesa vivamente. Y luego vino Priceminister y su oferta para blogueros y uno de los dos libros que elegí fue éste, uno de los diez candidatos a mejor novela del año. En teoría los libros tenían que haber llegado en octubre, para ser reseñados en noviembre. El envío se retrasó y al final nos dieron de plazo hasta el 5 de diciembre, pero los míos llegaron el día 3, obviamente, en dos días no me daba tiempo a leerlo y reseñarlo (leo rápido pero no tanto). Aún así, en cuanto terminé el libro que tenía entre manos, me puse con él y hoy os traigo mis impresiones.

Clara Sánchez

Clara Sánchez nació en Guadalajara, pasó su infancia en Valencia y acabó estableciéndose en Madrid.

Tras desempeñar otros trabajos, enseñó durante bastantes años en la universidad y participó regularmente en el programa de TVE Qué grande es el cine, así como en distintos medios.

En 1989 publicó la novela Piedras preciosas, a la que siguieron No es distinta la noche (1990), El palacio varado (1993), Desde el mirador (1996), El misterio de todos los días (1999), Últimas noticias del paraíso, por la que recibió el Premio Alfaguara de Novela 2000, Un millón de luces(2004), Presentimientos (2008) y Lo que esconde tu nombre, que obtuvo en 2010 el Premio Nadal de Novela y la ha consolidado entre los lectores tanto en España como en Italia, con cerca de 500.000 ejemplares vendidos en ambos países.

Ha sido galardonada con el premio Germán Sánchez Ruipérez al mejor artículo sobre Lectura publicado en 2006, y su obra está en proceso de traducción en quince países.

Datos técnicos

Título: Entra en mi vida

Autora: Clara Sánchez

Fecha de publicación: 20/03/2012

480 páginas

ISBN: 978-84-233-2517-7

Presentación: Tapa dura con sobrecubierta

Editorial: Destino, Colección: Áncora & Delfin

Precio: 20,50 euros

Argumento

Verónica sabe desde los nueve o diez años que algo raro pasa en su familia. En una extraña cartera de piel de cocodrilo que sus padres guardan escondido en un altillo del armario de su cuarto se guarda la foto de una niña. Una niña de más o menos su edad que, por lo que pone detrás de la fotografía, se llama Laura. Verónica es una niña muy despierta y las caza al vuelo: no se le escapa siempre que su madre hace referencia a esa Laura o cuenta algo del pasado que indica que hay algo que no se le ha contado a ella y a su hermano. Atando cabos, con los años, Verónica llega a la conclusión de que Laura es –o su madre cree que es- su hermana mayor, supuestamente nacida muerta.

En la actualidad, la madre de Verónica cae gravemente enferma. Entre visitas a hospitales, Verónica asume la difícil tarea de averiguar de una vez por todas quién se realmente Laura y qué pasó con el bebé que su madre tuvo hace tantos años.

Laura es una chica de unos 18 años que ayuda a su madre Greta y a su abuela Lily en la tienda de accesorios de lujo que éstas tienen en una de las principales arteria de la ciudad. En su casa no hay presencia masculina y ella ni siquiera puede preguntar quién fue su padre o qué fue de él. Su madre es una hippy que aún se considera una jovencita y su abuela lleva las riendas de la familia con mano firme. A Laura siempre la han tenido entre algodones, metiéndole miedo por todo.

¿Serán Laura y Verónica hermanas? Y, si así fuera, ¿es posible volver a atrás y recuperar veinte años perdidos?

Impresiones

Aunque lo parezca, “Entra en mi vida” no es una historia basada en hechos reales aunque historias como la que narra, desgraciadamente, las hay. Y muchas. Hace poco tiempo se destapó un turbio asunto de venta de niños recién nacidos en la época franquista. Fue, como no podía ser menos, un gran escándalo. Pues bien, “Entra en mi vida” narra lo que podría perfectamente haber sido una de esas historias que seguro que las hay similares o peores.

La novela está narrada a dos voces y en primera persona. Se alternan los capítulos protagonizados por Verónica y Laura aunque, no sé si es que me a mí me ha dado esa impresión porque Verónica es un personaje mucho más fuerte que, en cierta medida, se come al de Laura, me han parecido, sobre todo al principio, mucho más largos los capítulos dedicados a Verónica que los dedicados a Laura Eso ha hecho que, para mí, sea más protagonista la primera que la segunda. En todo caso, en el título de cada capítulo va incluido el nombre de una de las dos y así el lector no se confunde sobre a quién de ellas va a estar dedicado. Ambos tipos de capítulos están narrados en primera persona, ya sea por Verónica, ya sea por Laura, lo que hace que, al final, nos resulten dos personajes bastante conocidos. A veces narran cosas distintas; otras narran el mismo episodio pero visto desde ópticas diferentes, algo que, personalmente, siempre me ha gustado mucho porque da una visión mucho más completa de todo lo que ocurre.

Las características de las dos protagonistas están perfectamente dibujadas: tienen unas personalidades bien definidas, muy diferentes entre sí y al final el lector puede anticipar cómo va a reaccionar cada una de ellas. Pero no sólo las protagonistas tienen unas personalidades claras sino también los secundarios: la familia de Laura, la de Verónica y la misteriosa Ana aparecen igualmente como personajes que parecen reales.

Podríamos decir que “Entra en mi vida” es una novela de personajes, algo totalmente normal dado el tipo de libro que es y la historia que narra.

El estilo de la autora me ha gustado mucho. La acción transcurre de forma más bien lenta, entrando mucho a hablar de situaciones cotidianas y desmenuzando los pensamientos y sentimientos de las protagonistas. No es un libro page-turner ni mucho menos; sin embargo, en ningún momento se me ha hecho lento, pesado o repetitivo (aunque tampoco le hubiese hecho ascos a un poco más de ritmo, la verdad). Supongo que el interés de la historia y la bonita prosa de la autora es lo que logra mantener el interés durante las casi 500 páginas que tiene la novela. No se puede decir que tenga una gran tensión narrativa o que el elemento de intriga –que lo hay- tenga un papel fundamental porque, al menos yo, casi desde el principio imaginé cómo iba a terminar todo. Sólo me quedaba comprobar si las cosas eran como yo me las había imaginado y cómo se iba a resolver todo, hasta qué punto llevarían el asunto. Sin embargo, tampoco en este caso el haber medio adivinado el final me ha impedido disfrutar de una novela que, repito, se me ha hecho amena e interesante en todo momento.

Sin embargo, no me ha parecido una novela redonda ni, mucho menos, la mejor de las que he leído este año (lo digo porque, al fin y al cabo, la he leído en el seno de una iniciativa organizada para elegir la mejor novela publicada en el 2012). Hay dos cosas que me llevan a esta consideración: la primera la considero un error por parte de la autora, la segunda es más bien cuestión de gustos personales. En primer lugar, me parece un error que en ningún momento se explique cómo el detective y la madre de Verónica llegaron a la conclusión de que Laura podía ser la hija robada. Desde el primer momento sabemos que Laura es, quizás, ese bebé que supuestamente nació muerto pero que, en realidad, fue robado. Pero, ¿cómo averiguaron eso? Nada se dice al respecto y, sinceramente, en una novela prolija en todo tipo de detalles, que se obvie algo tan importante como eso no me parece de recibo. El segundo punto negativo que le veo –aunque ya digo que, en este caso, es más una cuestión de gustos personales- es que todo está narrado desde la perspectiva de la familia a la que supuestamente robaron un bebé pero poco sabemos de quiénes, supuestamente, lo compraron. ¿Por qué lo hicieron? Sólo se sugieren cosas, se habla de un báculo para la vejez, alguien que haga compañía pero a mí me hubiese gustado mucho que profundizaran en este tema. Tan interesante me parece conocer el punto de vista de quienes sufrieron la desgracia de perder un hijo como de quienes, obviando toda norma legal y moral, deciden arrebatar a otro su pequeño.

Por otro lado, sí que me ha gustado mucho el dilema que se presenta cuándo alguien averigua que el hijo que creías muerto en realidad vive, sabes quién es, dónde está y puedes buscarlo y decirle la verdad. ¿Qué haríamos cada uno de nosotros en una situación así? La primera respuesta, la que viene sin pensar, es que iríamos a por él pese a quién pese. Pero si lo pensamos algo más surgen las dudas, no? Y si nuestro hijo está bien con la familia que lo acogió? Y si les quiere y a él le quieren? Y si tras diez, quince o veinte años de pensar que es hijo de una familia llega a saber que no es así? No podría causarle esto más sufrimientos que vivir en la ignorancia. Los padres estamos acostumbrados a sacrificarnos por los hijos

Conclusión final

En definitiva, por todo lo anterior, podéis ver que la novela me ha gustado mucho. No me ha entusiasmado pero me ha entretenido, me ha gustado la forma de escribir de la autora y ha hecho que me sumerja entre sus páginas. No es, eso sí, la mejor novela de la que he leído este año, quizás le ha faltado un poco más de sentimiento para serlo. Pero, en todo caso, es una novela cuya lectura recomiendo.

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