"Nunca volveremos a ser las mismas" - Brenda H. Lewis

Creo que la primera vez que supe de este libro fue a través de la reseña que hizo Lourdes del blog Libros que voy leyendo. Me gustó muchísimo lo que contaba y me pareció un libro que me iba a gustar, especialmente adecuado para esta época veraniega en la que mi tiempo libre se reduce aún más y me apetecen lecturas ligeras, frescas, entretenidas y divertidas.

Al cabo de un mes o así, me enteré por Twitter que la autora buscaba bloguers para reseñar el libro, me ofrecí y, muy amablemente, enseguida me puso en contacto con la editorial Espasa quien al poco tiempo me envió el libro. Así que lo primero de todo es agradecer tanto a Brenda como a Espasa el envío de un libro que me ha hecho disfrutar como una enana.

Brenda H. Lewis

De padre español y madre norteamericana, Brenda H. Lewis estudió Filología Hispánica y está especializada en literatura del siglo XX.

Da clases en Estados Unidos, donde reside con su marido y sus dos hijas.

Nunca volveremos a ser las mismas es su primera novela.

Datos técnicos

Título: Nunca volveremos a ser las mismas 
Autora: Brenda H. Lewis 
Editorial: Espasa 
Fecha de publicación: Mayo 2012
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
ISBN: 9788467007039
Precio: 18,90€
Páginas: 288

Argumento

Nuestra protagonista, Maica, tiene 49 años y pico; está a punto de cumplir los 50 años lo cual se le plantea como una pesadilla. Está divorciada de un piloto de cuyo nombre no quiere acordarse el cual, cumpliendo uno de los típicos tópicos, la abandonó por una azafata cuando estaban a punto de adoptar a una chinita. Maica, valientemente, siguió con la adopción y ahora es la orgullosa madre de una adolescente china de nombre Chin-Zsé.

Maica es abogada especializada en divorcios. Fue, de hecho, una de las primeras mujeres abogadas de esta clase, cuando la Ley del divorcio del 81 entró en vigor.
Por su trabajo y por el abandono del piloto no es que crea demasiado en el amor y su desconfianza hacia los hombres es grande. Digamos que ya ha perdido la esperanza de volverse a enamorar. Y más ahora en la que la menopausia soma su negra cara y su cuerpo ya no es el que era.

Con un estilo ágil y divertido vamos a conocer las peripecias de esta divertida e histérica abogada.

Impresiones

A veces cuando esperas mucho de una novela, corres el riesgo de pegarte un batacazo. Yo esperaba mucho de “Nunca volveremos a ser las mismas”; esperaba una novela divertidísima, que me hiciese reir: y esto me daba mucho miedo porque, así como soy de lágrima fácil y lloro sin problemas al leer un libro, lo de reír me cuesta más. Os adelanto que el libro no sólo no me ha decepcionado sino que ha superado mis expectativas: me lo he pasado genial leyéndolo, con una sonrisa constante en los labios y soltando unas cuantas carcajadas.

La portada ya nos da una idea de lo que nos vamos a encontrar: en ella podemos ver a una mujer paseando a un perro (o, mejor dicho, a un perro que pasea a una mujer), con tacones y un maletín abierto del cual se vuelan documentos. Al fondo una ciudad (os chivo que es Barcelona) y en el cielo un avión (el del piloto suponemos). Todo con un llamativo fondo verde. Nos hace pensar en una novela tipo chick-lit y supongo que sí, que más o menos lo es. Aunque tanto como chick-lit es una novela de humor; como ambas podría clasificarse. En teoría el chick-lit es novela escrita por mujeres y para mujeres, lo cual se cumple en este caso. Sus protagonistas suelen ser mujeres de éxito en lo profesional y de no tanto éxito en lo personal, lo cual también se cumple, pero su rango de edad suele estar en torno a la treintena, lo cual no se cumple en este caso porque Maica tiene cuarenta y muchos (le faltan un par de meses para entrar en la cincuentena). Así que, sí, podríamos decir que es chick-lit pero yo más bien la clasificaría como novela de humor lo cual, en mi opinión, también la hace apta para hombres. Aunque más enfocada al público femenino –que comprenderemos seguramente mejor las cuitas de la protagonista- no veo inconveniente en que la lea y disfrute un hombre (de hecho, me encantaría saber la opinión de alguno que la haya leído)

La protagonista de la novela es Maica, una buena mujer, un poco histérica y con un carácter muy suyo, a la que no es difícil cogerle cariño. Sobre todo por lo graciosa que resulta. Está llegando a los temidos cincuenta y eso le supone una crisis, aunque sigue tan estupenda como siempre. Pero tener que hacerse cargo de una adolescente en plena efervescencia hormonal y de una madre más cría aún que su hija no es fácil, especialmente si hay que hacerlo sola.

Y es que su preciosa porcelana china, su chinita del alma, no para de pegarle sustos. Tiene 16 años creo recordar y es muy buena chica: formal, responsable, estudiosa…, pero, claro, también es una adolescente y hace las cosas típicas de los adolescentes: tener amigas (algunas de las cuales su madre no considera que sean recomendables, fijarse en los chicos, etc…). Además, se va a Inglaterra durante un mes para perfeccionar el inglés y, claro, a saber lo que va a hacer. Las conversaciones telefónicas madre e hija son una de las cosas que más me han gustado de la novela; no por lo que Maica dice sino por lo que calla, las respuestas que imagina a lo que su hija le dice son desternillantes y me han hecho soltar la carcajada en más de una ocasión. También es muy graciosa la madre de Maica. Una mujer mayor, inocente a más no poder, a la que todo le cae bien y todo le parece “muy bonito”. Pero, claro, a Maica le desespera. En el aspecto humorístico, con la conversación que tiene la madre de Maica con el gendarme francés, casi se me salían las lágrimas de tanto llorar!

A lo largo de las páginas llegamos a conocer muy bien a Maica. Sabemos de su resquemor por el abandono de su marido: “Cuando Súper Mario Bros, alias el piloto de Lufthansa y no-padre de Chin-Zsé, nos dejó por la sirvebandejas holandesa de diecinueve años con tanga incorporado…”. Conoceremos a su amiga Rosi, que da consejos profesional y persoalmente.A su dulce y encantadora madre. A su secretaria. Pero sobre todo la conocemos a ella, una mujer al borde de un ataque de nervios (como diría Almodovar), con un carácter difícil (como diría su madre), testaruda, hipocondríaca, siempre pensando en lo peor. Y con mucho sentido del humor.

El estilo narrativo que utiliza Brenda es un estilo sencillo, muy ágil, de lectura fácil y sobre todo entretenida. Es uno de esos libros que se leen en dos tardes porque no te cansas de leer y quieres seguir un poco más a ver qué pasa…, y así vas pasando las hojas y te das cuenta, con pena, que ya lo has terminado. Es uno de esos libros que no te importaría que tuviesen mil páginas porque te lo estás pasando tan bien leyéndolo, que es una lástima que termine. Siempre digo que hacer llorar es muy fácil; personalmente, basta con que me cuentes lo suficiente de un personaje para empatizar con él y luego plantarle una desgracia (un abandono, una separación…) y ya tengo el drama montado, más si encima el personaje es un niño. Pero hacer reír es más complicado, más en un libro sin el soporte de las muecas que pueda hacer el personaje, las caras que pueda poner…. Es complicado pero Brenda H. Lewis cumple el cometido a la perfección porque el libro no sólo te hace sonreir sino reír a carcajada limpia (al menos a mí, claro). Sobre todo a partir, más o menos, de la mitad. Al principio me resultó un libro agradable, que me pintó una sonrisa casi continua en la boca pero, llegado un momento, soltada la primera carcajada, parece que mi lengua se soltó y ya no pude parar de reír en múltiples ocasiones.

Pero además de un libro divertido es, si quieres verlo, un libro con mensaje: una forma de vivir la vida, de aceptar el transcurso de ésta y las decepciones que nos puede traer. Porque, al fin y al cabo, lo importante es vivir.

Conclusión final

Supongo que habrá quedado claro que recomiendo muchísimo el libro. Es una de las lecturas más divertidas con las que me he topado en lo que va de año. Divertida, entretenida, fácil de leer. De lo más adecuada para estas vacaciones veraniegas, donde parece que apetece leer cosas fresquitas, no?

¿Lo habéis leído? ¿Os apetece hacerlo?

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