"La arena del reloj" - Mayte Esteban

Hacía unos cuantos meses que tenía en mi ereader tanto este libro como otro de los de esta autora, “Su chico de alquiler”. Tenía muchas ganas de leerlo, especialmente éste, pero, como pasa siempre, poco tiempo para hacerlo. No os podéis imaginar la gran cantidad de libros pendientes que tengo (de hecho, ni yo misma lo sé a ciencia cierta…). Y lo peor es que hay muchos libros que estoy convencida de que me van a encantar a los que, sin embargo, no parece que les llegue nunca el momento. Entre compromisos, lecturas conjuntas, etc… mi orden de lecturas está resultando un tanto caótico en los últimos tiempos.

Afortunadamente, vino Tatty y su genial iniciativa “Un mes, un libro” y, con una pequeña modificación del título –“Un mes, una autora”- nos ofreció la posibilidad de leer cualquiera de las tres novelas de Mayte Esteban. La autora además, como siempre muy generosa, se ofreció a enviar el ebook de forma totalmente gratuita a quien se lo requiriese. Así que adelanté unos cuantos puestos “La arena del reloj” y, por fin, lo pude leer. No me equivoqué: las reseñas tan positivas que hasta entonces había leído (y han sido muchas) no exageraban: el libro es precioso y me ha encantado.

Mayte Esteban

Mayte Estaban nacida en Guadalajara, Licenciada en Geografía e Historia en la Universidad de Alcalá de Henares y residente en Segovia (España) cuenta con tres novelas autopublicadas de forma digital:

.- “Su chico de alquiler”,

.- “La arena del reloj” y

.- “El medallón de la magia” que es su última obra.

Argumento

Juan José Esteban siempre ha querido recoger sus recuerdos. Lo deja hasta la jubilación, pero una enfermedad terminal se interpone en su camino. Escrita a dos voces, La arena del reloj empuja al lector a la reflexión, a mirarse a sí mismo. Mientras el protagonista va repasando su vida, la autora, su hija, expresa los sentimientos que le produce la enfermedad de su padre. Empatía, emoción, rabia, rebeldía ante lo inevitable, discurren ante nuestros ojos mezclados con los recuerdos que entrecruzan su historia y la Historia. La arena del reloj te va a emocionar.

En “La arena del reloj” Maite nos cuenta la vida de su padre, Juan José Esteban. Sus recuerdos de infancia, adolescencia, juventud y edad adulta, al mismo tiempo que reflexiona sobre ello. Juan José está enfermo; una terrible enfermedad llamada cáncer le aqueja y Maite quiere poner por escrito sus recuerdos al mismo tiempo que las sensaciones que las palabras de su padre le suscitan

Datos técnicos

· Formato: Versión Kindle

· Tamaño del archivo: 183 KB

· Longitud de impresión: 81

· Idioma: Español

· ASIN: B007WL1DNS

Lo podéis comprar en Amazon, por menos de un euro

Impresiones

Como he dicho al principio, sabía que “La arena del reloj” me iba a gustar y no me he equivocado. Todas las reseñas que he leído (y, creedme, son unas cuantas) son positivas y os puedo asegurar que no exageran nada porque el libro es una preciosidad. Un libro que se lee muy a gusto y te llega al corazón.

A mí me ha hecho recordar muchas cosas. Recuerdos que no son realmente míos sino de mis padres. Entre ellos y Juan José Esteban he visto muchas similitudes pues son todos hijos de la misma generación. Mi padre nació en el 42 y mi madre en el 40, en sendos pueblos de Valladolid (no tan diferente de Guadalajara por lo que a la vida en los pueblos se refiere). Yo he ido todos los veranos de mi infancia y primera juventud al pueblo de mi madre y sé muy bien cómo es la vida allí. Bueno, cómo era la vida hace unos años porque en los últimos años ha cambiado bastante ya que apenas queda juventud en él. Casi todo lo que narra Mayte me lo han contado a mí mis padres y muchas cosas incluso las he vivido yo. Por ejemplo, el tema de la matanza que en casa de mis abuelos maternos ya no tenía lugar pero sí en la de mis abuelos paternos y aún recuerdo los chillidos del pobre cerdo. O cómo los jóvenes empezaban a trabajar super pronto, cómo muchos tenían que emigrar a la ciudad (o, como en el caso de mis padres, a otra provincia distinta). O el tema del luto. Mis padres no pero mi abuela estuvo de luto toda su vida. Se casó de negro porque no hacía demasiado que había muerto su madre y fue encadenando luto tras luto porque, cuando tras cinco años de guardarlo empezaba a aliviarse con marrón o azul marino, volvía a morirse alguien y otra vez tenía que ponérselo. Una de las cosas que más me han gustado ha sido la referencia al teleclub. Como las televisiones eran muy caras, el pueblo adquiría una y todos podían ir a verla en el teleclub; en el pueblo de mi madre no era exactamente así, ya que en el teleclub se jugaba a las cartas y es donde había baile las tardes de los domingos, con los mozos y mozas bailando y las madres sentadas alrededor vigilando a sus retoños. El teleclub de mi pueblo sigue allí, enfrente de la que fue casa de mis abuelos. La mayoría de los habitantes siguen pagando una cuota simbólica para su mantenimiento. Y anda que no he echado yo tardes allí!

Me ha encantado ver reflejados todas estas experiencias en las bonitas palabras de Mayte. Para los que hemos vivido estos hechos en carne propia o la de nuestros padres o abuelos es una maravilla encontrárselos ahí, tan bien narrados. Y para los más jóvenes, de ciudad, me parece una forma bonita de acercarse a lo que fue la forma de vida de muchos de nuestros mayores durante muchos años. La pena es que mis padres no están hechos a las últimas tecnologías y sé que no lo iban a leer en mi kindle, pero me encantaría que leyeran el libro porque sé que les iba a encantar y se iban a ver reflejados en él.

El libro está narrado a dos voces. Tras unas páginas en las que Mayte transcribe los recuerdos de su padre, van unas líneas en las que la propia Mayte comenta esos recuerdos u otras ideas que la narración le ha dado, o sus sentimientos respecto a la enfermedad de su padre, etc… Las escenas son fácilmente identificables porque las palabras de Mayte aparecen siempre en cursiva. La parte de recuerdos es de lo más interesante y las apreciaciones de Mayte la parte más sentimental pues se transluce el profundo dolor que la enfermedad y fatal destino de su padre le produce.

Es una novela muy corta (en papel serían poco más de 100 páginas), dividida en tres partes que corresponden a la infancia, la adolescencia y la edad adulta. Las dos primeras, en proporción, son más largas que la edad adulta que, lógicamente, comprende más años. El estilo narrativo es muy ameno y fácil de leer y hace que la novela se lea de tirón.

La novela destila muchísimo amor: un amor inquebrantable entre padre e hija. Es un homenaje precioso el que Mayte hace a su padre en esta emotiva novela. Un padre que se nos presenta como un hombre normal y corriente pero, al mismo tiempo, como un hombre excepcional por cuanto que nunca dejó de tener una insaciable curiosidad y afán de saber, de descubrir nuevos lugares y hacérselos descubrir a su familia (me ha encantado el detalle de ir a comer a diferentes poblaciones, algunas bastante lejanas, con la única condición de que se pudiese ir y volver en el día), de avanzar en la vida siempre aprendiendo y, sobre todo, siempre adoró a su familia, a su mujer y a sus dos hijas.

Es un libro lleno de sentimientos y sensaciones que involucra al lector. Es imposible no leerlo con un nudo en el corazón. Desde el primer momento sabemos que Juan José tiene cáncer y ya sabemos lo que esa terrible palabra suele significar. No podemos evitar ponernos en la piel de la hija que ve cómo su padre se va apagando, que sufre dolores y que, aunque ve que los resultados van siendo positivos, sabe que el final está cerca. Sentimos su impotencia, ese no poder hacer nada ante tan terrible enfermedad. Pero no es un libro triste aunque tenga un final triste. Es, ante todo, un libro lleno de amor, de sentimientos y emociones

Conclusión final

“La arena del reloj” es un regalo que Mayte Esteban realizó a su padre y, de paso, a sus lectores. Un libro que creo debe leerse . Una historia sencilla de una persona corriente, que nos traslada al pasado de nuestros mayores y que nos deja un muy buen sabor de boca.