"Noches de sal" - David Mateo

Os voy a hablar hoy de una novela perteneciente a un género que raramente toco: el de terror. No me gustan ni las novelas ni las películas de miedo, no me gusta pasarlo mal así que pocas veces me siento atraída por historias que pueden ponerme los pelos de punta. Y con los años me vuelvo aún más ñoña. Hace años sí que leía alguna novela de miedo de vez en cuando; tengo una amiga fan absoluta de Stephen King que intentó durante años inculcarme su amor por este escritor. Yo lo intenté, de verdad, y habré leído 4 o 5 novelas de King pero, lo siento, no me va.

Y, sin embargo, tras leer una reseña sobre este libro, lo apunté en mi lista de deseos en un lugar prioritario. Algo me decía que éste sí que me iba a gusta. Y así ha sido: me ha gustado mucho. Y, si a alguien a quien no le gusta el terror le ha gustado mucho, pienso que a alguien al que sí le guste, le tiene que fascinar, encandilar y encantar.


David Mateo

David Mateo. Valencia, 1976. Autor de novelas de género fantástico. Cuenta con ocho títulos entre su repertorio: Nicho de reyes, El último dragón, Encrucijada, Noches de sal,Heredero de la alquimia, Carne muerta, la novela juvenil El susurro del bosque y la recopilación de cuentos Perversa. Colaborador de la revista de cine Scifiworld y de varios diarios de la Comunidad Valenciana. En el 2009 publica el libro ilustrado Valencia CF, xé que bo en el que se realiza una mirada desenfadada y dinámica a los casi cien años de historia de la institución valenciana.

Trabaja como dinamizador sociocultural y gestor de eventos literarios para diversas entidades públicas y privadas. Es miembro fundador de NOCTE, la Asociación Española de Escritores de Terror, ha dirigido dos revistas dedicadas a la literatura fantástica y a lo largo del 2011 sus obras comenzarán a ser publicadas en el mercado francés.r, ha dirigido dos revistas dedicadas a la literatura fantástica y a lo largo del 2011 sus obras comenzarán a ser publicadas en el mercado francés.

Datos técnicos

Título: Noches de Sal
Autor:  David Mateo
Precio: 22,60 €
Tapa Dura con Sobrecubierta
Páginas: 560
ISBN: 978-84-15156-11-6

Calles de Valencia

Argumento

La novela comienza con una reunión de niñas (una especie de fiesta de pijamas) en la que deciden hacer una sesión de espiritismo. Aurora logar ver algo al otro lado del espejo y no consigue reaccionar. Al poco, su abuelo a buscarla porque su madre ha muerto en un accidente de tráfico. Ambas circunstancias marcan a la niña; desde entonces y hasta su juventud va a permanecer recluida en su casa del callejón de los Nocturnos de Valencia, con pesadillas y miedos constantes que los mejores psiquiatras no le logran curar.

Abel es un joven estudiante de medicina que vive en un piso de estudiantes con dos chicas, Patri y Lore. Secretamente enamorado de Lore, Patri bebe los vientos por  él, pero la relación entre los tres es magnífica. Para sacarse un dinerillo, Abel hace ilustraciones para un periódico de la ciudad. Un día, el director del periódico le encarga ilustrar un relato. El relato le fascina y no para hasta encontrar a su autora: Aurora.

Aurora y Abel comienzan una relación que, en principio, beneficia a la chica pues, con el amor del joven, consigue salir de su encierro interior.

Unos cuantos años después, un ser al que conoceremos como Pilatos está aterrorizando a la ciudad pues es el causante de una serie de macabros asesinatos. Uno de los asesinados es Rafa, antiguo amigo de los chicos y actual marido de Lore, la cual se encuentra desaparecida. Patri, a su pesar, va a verse metida en una historia de la cual no sabe cómo salir



Impresiones

David Mateo se ha marcado un novelón. Ya había oído (o más bien leído) de su buena prosa pero hay cosas que una tiene que descubrir por sí misma: David escribe de lujo. Tiene una prosa cuidadísima, se maneja perfectamente tanto en las descripciones como en los escenarios, dibuja unos personajes perfectamente perfilados, con entidad propia, y todo ello sin perder ritmo y calidad. La verdad es que me quito el sombrero. Es una novela larga: son casi 550 páginas y, además, densas, completas, llenas. Se cuentan muchas cosas y, sin embargo, se hace de una forma que incita a seguir leyendo más y más.

He tardado en leer la novela porque la empecé y cuando iba por la mitad más o menos, surgieron unos compromisos (alguna lectura conjunta y otras cosillas) que hicieron que la dejara aparcada. Como un par de meses más tarde la retomé y ahí sí, leí lo que me faltaba de tirón.

La novela está escrita en dos líneas temporales (otra novela más que leo de este tipo este año). Para entender qué es lo que está ocurriendo en el presente, necesitamos saber qué ocurrió en el pasado porque los acontecimientos de hoy están íntimamente ligados con los de ayer y, así, la novela alterna capítulos situados en el presente y capítulos situados en el pasado, cuando Abel y Aurora se conocen.  Los capítulos del presente son fácilmente identificables porque todos ellos se inician con el siguiente título “ZERO – Trescientos quince”, una frase enigmática que me tuvo mosqueada toda la novela hasta que, justo al final, se desvela su significado. Ambas líneas temporales están perfectamente desarrolladas y las dos son interesantes en la misma medida, sin que me pueda decantar por una u otra. La del presente tiene más acción y, sobre todo, más terror, pero la del pasado es interesantísima porque nos narra la relación entre Abel y Aurora y nos habla de los pálidos y de las curiosas experiencias de Aurora  que enseguida nos percatamos que han de ser la explicación de los crímenes del presente.

Es importante en la novela el escenario en el que se desarrolla la acción: una Valencia transformada. Y ¿por qué digo transformada? En realidad no conozco la ciudad, tan sólo he pasado una vez por allí de camino a otro lugar. Pero es una ciudad mediterránea, conozco otras localidades de Levante y mi idea de ella es la de una ciudad abierta, luminosa, alegre. Pues bien, nada que ver con la Valencia de Noches de sal: una ciudad oscura, angustiosa, cerrada hasta llegar a ser claustrofóbica. Vamos, si fuese de allí, me pensaría mucho acercarme a según qué sitios. Valencia viene a ser una protagonista más de la novela. Sus calles, sus lugares, pero incluso algunas de sus gentes más conocidas y de su historia cultural; los poetas valencianos (con Guillén de Castro a la cabeza), el palacio en el que se reunían (el de los Catlá de Valeriola), las calles por las que paseaban… Un bonito homenaje a su ciudad el que realiza el autor que gustará al lector, la conozca o no.

Palacio de los Valeriola

Los personajes están perfectamente dibujados, con un importante trabajo a la hora de fijar su perfil psicológico. Realmente parece que llegarámos a conocerlos; y, en realidad, así es en parte porque son más de 500 páginas las que vamos a estar con un puñado de personajes. Hay algunos personajes secundarios pero los que llevan el peso de la acción son tan sólo cuatro: Patri, Abel, Lore y Aurora. Conocemos a los tres primeros cuando son estudiantes de medicina; años después, Patri (que es quien lleva el peso de la acción en el presente) es una simpática forense que recuerda mucho a la pizpireta estudiante de años atrás. Sinceramente, es el personaje que más me ha gustado de todos. Es una chica descarada, lista, guapa, atrevida, que no se corta con nada, valiente, y perdidamente enamorada de quien está enamorado de otra. Abel, el contrapunto masculino entre tanta mujer se hace de querer. Es un chico normal, no destaca especialmente por nada, salvo por su buen carácter: es bonachón, amigo de sus amigos, buena gente. Una entiende por qué todas las chicas acaban medio enamorándose de él. Lore tiene un poco menos de peso en la novela, sobre todo porque en el presente tarda en aparecer. Y Aurora es la incógnita, la chica misteriosa, que una no sabe si querer u odiar porque por un lado te da pena pero, por otro, ves que va a llevar a los demás a la perdición.

Junto a ellos, tenemos unos pocos personajes secundarios como el policía que investiga los asesinatos del presente, el psiquiatra que ayuda a Aurora desde que era niña.

Y no podemos olvidarnos de algún elemento sobrenatural. Los pálidos son unos seres que sólo Aurora puede ver, que le asustan y que desconciertan hasta casi el final al lector. No me suele gustar el elemento sobrenatural en la novela –en este punto, tengo los pies demasiado anclados en el suelo como para disfrutar de este tipo de elemento- pero reconozco que en Noches de sal no se abusa de él y que, cuando aparece, lo hace de forma perfectamente incardinada en la acción e incluso, se así pudiera calificarse, de forma lógica

En cuanto al estilo, ya lo he comentado someramente al principio: no puede calificarse con menos que como soberbio. David Mateo tiene una prosa muy cuidada pero al mismo tiempo cercana, de lectura nada complicada. Cambia perfectamente de escenario temporal y de registro según el personaje que esté “hablando”. Da muchos datos y cuenta muchas cosas pero lo hace de forma amena, de tal modo que uno va devorando páginas sin casi darse cuenta. En la novela hay diálogo pero también mucha descripción y ésta es lo suficientemente detallada como para hacerse una composición de lugar de lo que está ocurriendo y dónde está pasando; de tal modo que el lector puede “ver” los hechos, casi como si de una película se tratara (lo cual tiene sus inconvenientes en las escenas que aparece Pilatos, ja, ja, ja.)

Finalmente, decir que ésta es la primera novela que leo de la editorial grupo Ajec y que tengo que felicitarles por el buen trabajo realizado. Desde la preciosa y adecuada portada de papel, a la interior de cartoné que reproduce la exterior, a la buena maquetación, con márgenes adecuados, buen tamaño de letra...., hace que el libro en sí valga lo que cuesta.


Conclusión final

Con una bonita prosa y una historia interesante que contar, “Noches de sal” es una novela apta para cualquiera. Aunque la defina como novela de terror, no lo es en demasía pues también tiene mucho de thriller e incluso una buena parte de amor. Y la parte “terrorífica” es apta incluso para estómagos delicados como el mío (llanamente, no da demasiado miedo).

Es una historia con un buen argumento de base, que el autor desarrolla perfectamente ayudado de unos personajes perfectamente trazados.

Finalmente, el autor consigue dar respuesta a todos los interrogantes que plantea, cerrando todas las líneas y sublíneas argumentales, dejando satisfecho al lector curioso.

Una novela muy recomendable.

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Retos
.- 25 españoles: libro nº 4
.- 75 libros en 2012: libro nº 6
.- Reto genérico: novela de terror