"La devoción del sospechoso X"- Keigo Higashino

La reseña que os traigo hoy es sobre una novela negra (qué raro no?) japonesa. No es la primera novela negra japonesa; este mismo año leí la primera, "La sombra del kasha") y la experiencia fue muy satisfactoria así que, en cuanto empecé a ver por todos lados una novela con tan extraño título como "La devoción del sospechoso X" no pude evitar fijarme en ella. Al poco empezaron a salir en las redes reseñas positivas así que la suerte estaba echada: en poco tiempo estaba en mis manos y, en menos tiempo aún, leía.

Os adelanto que me ha gustao mucho:  “La devoción del sospechoso” es una novela totalmente recomendable y Keigo Higashino un autor a tener en cuenta (por lo que parece, en su país tiene muchísimo éxito)

Keigo Higashino

Keigo Higashino, ex ingeniero nacido en Osaka, es uno de los escritores de mayor éxito en Japón, cuya obra ha vendido más de cinco millones de ejemplares. Ha sido galardonado con los más prestigiosos premios de su país: el Edogawa Rampo a la mejor novela negra, el Mystery Writers of Japan, el Inc. Prize a la mejor novela negra, el Honkaku Mystery y el Naoki 2006 a la mejor novela por La devoción del sospechoso X, primera de sus novelas traducida al español. En Japón, sus trece novelas negras han alcanzado las listas de libros más vendidos, han inspirado varias películas y series de televisión, y han sido traducidas en todo Asia. Ahora Higashino desembarca en Occidente, y lo hace con su más exitosa novela protagonizada por el Profesor Galileo, un físico de la Universidad de Tokio que, a base de lógica, ayuda a la policía a resolver los casos más difíciles. En la actualidad, Higashino vive en Tokio.

Esperemos que no tarden mucho en traernos el resto de su obra…

"La devoción del sospechoso X", además de ser un éxito de ventas en Japón, ha sido llevada al cine.

Datos técnicos

La novela ha sido editada por Ediciones B, en su sección La Trama.
Edición de gran tamaño, tapa blanda con solapas.
1ª edición: septiembre de 2011-11-16
ISBN: 9788466647366
Tiene 325 páginas.
Cuesta 19 euros.

Argumento

Yasuko es una mujer que vive tranquila con su hija adolescente Misato, habida de una relación extramatrimonial. Estuvo casa con Togashi -que no es el padre de la niña- un par de años, pero la cosa salió mal y hace años que se divorciaron. Al principio, Togashi no admitía la ruptura y acosaba a Yasuko ocasionalmente, pero las cosas han ido mejor en los dos últimos años y hace tiempo que Yasuko no ve a su ex - marido .

No obstante, un día Togashi aparece de repente  en la tienda de bento (comida japonesa para llevar) donde Yasuko trabaja; quiere hablar con ella. Van a un restaurante y conversan un rato pero, como siempre, acaban mal: Yasuko se va dejándole plantado. Pero Togashi no ceja en su empeño de hablar con ella y al poco aparece en su apartamento. Yasuko, Misato y Togashi discuten, se atacan los unos a los otros y Togashi resulta muerto.

Yasuko decide entregarse pero su hija no está dispuesta a permitírselo. Afortunadamente, no tienen que hacer nada porque Ishigami, vecino de Yasuko, llama a la puerta. Ishigami parece un simple profesor de instituto pero es un auténtico genio de las matemáticas. Está secretamente enamorado de Yasuko y, adivinando lo que ha pasado, decide ayudarlas. ¿Cómo? Aplicando las matemáticas, esto es, la lógica. Pero con lo que no cuenta Ishigami es que el investigador encargado del caso, Kusanagi, es íntimo amigo de un genio de la física, Yukawa, antiguo compañero y amigo de facultad de Ishigami. ¿Cómo se resolverá el enfrentamiento entre estos dos genios?

Impresiones

Como os he adelantado al principio, la novela me ha gustado muchísimo. Me ha resultado bastante diferente a las novelas de este tipo que estoy leyendo y, sobre todo, me ha gustado el énfasis que pone en los personajes.

No ha podido ser mejor mi primer acercamiento a este famoso escritor japonés. “La devoción del sospechoso” me ha tenido en vilo durante escasos 3 o 4 días, pues no podía dejar de leer. Quería saber…, y eso que desde el principio ya sabemos quiénes son los malos de la película. Porque, quizás os parezca que he contado mucho en el argumento, al decir cómo y dónde muere Togashi, pero nada más lejos de la realidad: todo eso ocurre en los dos primeros capítulos. Podríamos decir que, en las primeras 50 páginas ya está todo el bacalao cortado: ya sabemos quién ha muerto, dónde, cómo, por qué y, lo más importante, a manos de quién. Éste es uno de esos raros supuestos en el género negro, en que desde el primer momento sabemos quién ha cometido el crimen. Podría parecer que tal conocimiento va a quitarle intriga a la novela pues la finalidad de cualquier novela de misterio que se precie es, precisamente, la averiguación de quién es el asesino. Pero no es así; no, al menos, en este caso: el saber desde el principio quiénes son los malos sólo hace que aumentar el interés de la novela y ver la investigación policial desde un prisma distinto: desde la perspectiva de quien ya sabe quién, cómo y el por qué, esto es, más, mucho más que los investigadores; por lo que sabemos cuándo sus pesquisas van bien encaminadas, cuándo no y el quid de la cuestión consiste en dilucidar si conseguirán llegar a saberlo tan bien como lo sabemos nosotros.

No es una novela muy negra, en el sentido de cruenta o brutal. Comparada con la que estoy leyendo en estos momentos ("Todo lo que muere" de John Connolly), es tan blanca como su portada. No hay ningún detalle escabroso, el autor no se ensaña en las escenas más cruentas -porque no las hay , en realidad- ; todo es, por decirlo de alguna manera, como muy japonés, muy comedido, muy limpio y educado. Así que es una novela apta para estómagos sensibles.

También es uno de esos casos en los que el lector –yo, al menos- no quiere que los malos sean descubiertos. Y es que cuando los malos no son malos realmente, uno puede, incluso, hasta llegar a justificar el crimen… Yasuko y Misato no tenían intención de matar a nadie; son una mujer y una chica buenas, tranquilas, que sólo querían vivir y dejar vivir; fueron las circunstancias las que determinaron que, en un determinado momento, se convirtieran en asesinas. Y uno no puede evitar pensar que, en un caso así, podría encontrarse casi cualquier persona, así que se pone de su parte...

Pero el gran aliciente de la novela no es la bondad de los buenos, ni el hecho de saber desde el principio cómo ocurrió todo… No, el gran aliciente es el enfrentamiento –mental, que no físico- entre Ishigami y Yukawa, dos genios como es difícil encontrar. Uno, Ishigami, considera que la lógica se puede aplicar a cualquier cosa para salir airoso de cualquier problema; a todo, incluso a un asesinato. El otro, Yukawa, tiene una mente tan prodigiosa como la de su amigo y conoce la forma de pensar de éste. ¿Quién ganará en esta curiosa batalla mental?

Como no podía ser de otro modo cuando dos mentes tan formidables están metidas en el ajo, el final nos deja con la boca abierta. Pensaba que ya lo sabía todo y que el libro no me iba a dar más que una sorpresa: si las asesinas eran llevadas o no ante la justicia. Pero no, el final me resultó sorprendente; no me lo esperaba para nada.

Fuera del argumento y los personajes, todos ellos muy interesantes, la novela está muy bien escrita, con un lenguaje cuidado (fruto de una buena traducción) y mucho ritmo narrativo. Nos mete pronto en la acción y consigue mantener el interés durante toda la novela y una no puede evitar seguir leyendo porque necesita saber. No es estrictamente un libro page-turner, no recurre a esas técnicas tan vistas en muchos thrillers -sobre todo norteamericanos-; no obstante, es tan interesante y los personajes llegan tanto, que el lector no puede evitar seguir leyendo. Se trata de una novela de lectura sencilla, muy entretenida, que se lee en un suspiro y deja  muy buen sabor de boca.

No sé si este libro pertenecerá o no a una serie. Ya sabemos que, en estos casos, y más si la historia ha tenido éxito, el autor suele continuar con la historia, utilizando los mismos personajes. En este caso, os aseguro que no me importaría nada: los dos policías encargados del caso me han gustado, con esa humanidad y educación que tienen y Yukawa, quien les ayuda, pienso que podría dar muchísimo juego. Por lo que se dice en la novela, Kusanagi -el inspector- suele consultar con él los detalles de los casos cuya resolución le parece más difícil, así que yo me imagino que sí habrá más novelas. Si es así, sólo me queda desear que lleguen cuanto antes a España.

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