Creo que fue hace algo más de un año que leí “El
último lapón” de Olivier Truc; una
novela negra venida directamente desde Laponia envuelta en frío y oscuridad.
Hace unas semanas leí la segunda entrega de esta
serie. Una novela que me ha llevado al mismo lugar pero, en este caso, me ha
envuelto en luz.
Éstas son mis impresiones
Olivier
Truc
Olivier Truc (Dax, Francia, 1964) es un periodista de extensa trayectoria.
Afincado en Estocolmo desde 1994, ha trabajado para distintos medios, entre ellos el periódico Libération. En la actualidad, es corresponsal de Le Monde y del semanario Le Point para los Países Bálticos.
Sus artículos abarcan temas políticos, económicos y realidades sociales como la situación de la inmigración o los refugiados.
Es autor de varios documentales para la televisión. En ellos ha reflejado la realidad de los pescadores del Mar del Norte (La última inmersión), las historias de niños de padre alemán nacidos durante la Segunda Guerra Mundial y el neonazismo en Suecia.
Su último trabajo documental retrata al grupo especial de policías noruegos que patrullan las tierras del norte.
Datos
técnicos
Título : “EL estrecho del lobo”
Autor: Olivier Truc
Traductor: Joan Riambau Möller
Editorial: Destino
Colección: Áncora & Delfin
Formato: tapa blanda con solapas
Fecha de publicación: octubre de 2015
480 páginas
ISBN: 978-84-233-4993-7
Precio: 19,00 la edición en papel / 12,99
euros el ebook
Argumento
En un pequeño pueblo del extremo norte de Laponia, la
muerte de un criador de renos en plena transhumancia desentierra una serie
de oscuros intereses petroleros que cambiarán, para siempre, el
destino de sus habitantes.
Klemet Nango y Nina Nansen se harán cargo de
una investigación que se convierte en un acontecimiento mediático cuando
el alcalde del pueblo es encontrado muerto en un
emplazamiento sagrado para la minoría étnica local de los sami.
Venganzas, intereses económicos, disputas raciales centenarias y un ritmo
vertiginoso se dan la mano en un thriller que recorre los recónditos
parajes del Círculo Polar Ártico.
Impresiones
Estamos en
un pequeño pueblo del norte de Laponia. Es la época de la transhumancia de los
renos; un hecho natural que ocasiona bastantes problemas por cuanto que algunos
de ellos suelen entrar en el pueblo, arruinando los jardines de los habitantes
y causándoles molestias varias. Y es que hay muchos intereses en juego en esta
zona aparentemente tranquila: los intereses de los pastores en seguir con sus
costumbres ancestrales, las de los políticos y algunos magnates con intereses
petrolíferos en la zona… Los sami, pueblo antiguo que aún vive, aunque muy
mermado en algunas zonas de Laponia pertenecientes a varios países, están en
medio de todo y son la parte más débil
La anterior
novela me dio mucho frío. El autor describe tan bien los lugares en los que
transcurre la acción que no puede evitar trasladarte con la imaginación a ese
paraíso nevado. Si la primera novela comenzaba con el primer día en el que,
tras cuarenta de noche continua, el sol se atrevía a salir tímidamente, en ésta
ocurre exactamente lo contrario: la mayor parte del día es de día (valga la
redundancia) y sólo unas cuatro noches diarias son de oscuridad. Si lo anterior
me pareció horrible e insoportable, esto me parece incluso más. Yo que no puedo
dormir si no hay oscuridad absoluta, no sé cómo se puede soportar algo así
durante meses. Los biorritmos tienen que cambiar totalmente y costará muchísimo
acostumbrarse. De hecho, creo que tiene que ser gente que ha nacido allí y que
lo ha vivido desde pequeña, dudo que yo pudiera acostumbrarme a vivir en unas
condiciones solares tan extremas.
El mayor
acierto de esta novela es, a mi entender, trasladarnos, con la imaginación, a
ese inhóspito lugar de la tierra. La novela transcurre en Hammerfest, la ciudad
más al norte de Noruega. Las descripciones de paisajes, de la zona, de las
gentes y de los modos de vida de éstas, son exquisitos, de tal manera que podemos
sentirnos un poco allí. Ya conocí en la otra novela la forma de vida de los
sami y el modo en el que están discriminados por sus vecinos (desgraciadamente,
también sufren el racismo) pero me ha gustado mucho profundizar un poco más en
su vida y costumbres ya que me parecen un pueblo muy curioso ya que hunde sus
raíces siglos atrás y, a pesar del progreso, creo que más o menos han
conseguido seguir conservando gran parte de su esencia. Quedan muy pocos samis,
algo así como 80.000 y viven desperdigados en una gran extensión de terreno
(que abarca varios países). Conservan algunas de sus costumbres ancestrales y
muchos se dedican a la ganadería. Pero el lugar que la historia les ha ido
dejando es cada vez más limitado (se les ha intentado absorber y “convertir”,
aunque siempre hay movimientos que reclaman respeto a sus costumbres y su
idiosincrasia.
C
omo viene
siendo habitual en la novela negra nórdica –y, cada vez más, en la novela negra
a secas- ésta tiene un importante componente de denuncia social. El autor,
además de subrayar por segunda vez, la situación de los samis y reclamar
respeto por su esencia, se mete también en temas ecológicos y denuncia la
situación de algunas compañías petrolíferas que tienen sus miras puestas en el
mar del Norte, no parando en medios para conseguir extraer petróleo de esa
zona. Efectivamente, parece que en Hammerfest hay bastantes explotaciones de
gas natural y petróleo pero para quienes las explotan nunca hay suficientes y
quieren ampliarlas por muchas zonas del mar del Norte. Es una zona muy rica en
esos recursos y ya sabemos que dan mucho dinero y que muchas personas harían
cualquier cosa por él, aunque sea cargarse el medio ambiente, cuanto menos
apropiarse de las tierras de los ganaderos samis y dejando a los renos cada vez
con menos pastos (con el peligro de que entren en las poblaciones)
Trineos sami |
Me ha
resultado muy interesante el tema de los buzos. Muchas de las extractoras de
petróleo se encuentran en el mar y, cuando se estropeaban, se tenían que
reparar por medio de buzos. Ahora está muy reglamentado la profundidad, tiempo,
etc que los buzos pueden sumergirse sin poner en peligro su seguridad pero en
los años setenta no era del todo así y por ese afán de conseguir más y más
dinero, había empresas que los explotaban; algunos buzos murieron, otros
sobrevivieron pero con secuelas que se han ido agravando con al edad.
En la
anterior novela me enteré de la existencia de esa policía especial llamada
policía de los renos, la cual se creó tras la segunda guerra mundial para
luchar contra los robos de renos. Es una policía con jurisdicción transnacional
pues se mueve por toda Laponia, región que ocupa territorio sueco, noruego,
finlandés y ruso. Aunque los dos protagonistas de esta novela, policía de los
renos ambos, una vez más, van a ocuparse más que de los renos pues al final lo
que acaban investigando son muertes de personas. No sé hasta qué punto se
admitirá esta injerencia en la labor de la policía tradicional; si ambas
policías colaboran o es una licencia que se permite el autor (dudo que la
policía normal permita que la policía de los renos meta las narices en sus
asuntos por muy policías que sean también)
Conclusión final
“El estrecho del lobo” es una novela negra, con una
fuerte carga de denuncia social en la que, averiguar quiénes son los culpables,
casi es lo de menos. Lo de más es el paseo que nos da por esas tierras tan
frías e inhóspitas y el acercamiento a la cultura sami, a la situación de este pueblo ancestral y a las explotaciones de
petróleo y gas natural en el mar del Norte
Una novela entretenida para leer sin prisas
Podéis comprarla en Popular libros
No me termina de convencer este libro, así que lo voy a dejar pasar. Gracias, guapa. Besos
ResponderEliminarA mi me llama la atención esta historia pero no he leído el anterior y soy de ir en orden. Eso me frena un poco. No obstante, apuntado lo tengo.
ResponderEliminarBesos
Tengo aún que leer la anterior y luego ya veré si sigo con esta
ResponderEliminarBesos
Lo cierto es que no me atrae mucho...
ResponderEliminarUn beso :)
No las conocía ni está ni su antecesora. Me han llamado la atención.
ResponderEliminarLo vi en la librería de mi barrio pero no me llamó mucho y viendo tu reseña, no es de las que cogería de primeras. Un beso! :)
ResponderEliminarLeí El último lapón y me gustó. Esta la tengo en mi eterna lista de pendientes, vamos a ver cuándo me pongo con ella... Besos
ResponderEliminarNo me llama demasiado la verdad. Tengo muchos pendientes que pasarían antes.
ResponderEliminarBuena reseña ;)
Con este no creo que me anime :)
ResponderEliminarBesos!
Hola! La verdad es que no termina de llamarme así que lo dejaré pasar.
ResponderEliminarUn saludo!
Leí la novela anterior del autor en mis noches de insomnio de madre muy reciente y creo que por eso me dejó una sensación tan rara... xD
ResponderEliminarNo sé si me animaría a repetir.
Besos.
Me apetecía leerlo hasta que fui leyendo reseñas y me he desinflado un poco, la verdad =)
ResponderEliminarBesotes
Creo que no, no te veo entusiasmada ;)
ResponderEliminarBesos
No creo que me gustara demasiado
ResponderEliminaréste no me lo llevo
un beesito
No sé si me gustaría, pero para estos días de invierno parece muy adecuada. Besos
ResponderEliminarA mí me llama la ambientación. Pero primero tendré que leer "El último lapón", jaja. A ver si me convence más que a ti.
ResponderEliminarbesos
Leí el anterior y me gustó mucho, así que le tengo ganas a este
ResponderEliminarBesos
Hay que ser exigentes y selectivos, así que esta vez la dejo pasar. Prefiero anotar esas novelas de las que hablas con mil elogios.
ResponderEliminarUn besito.
Estas lecturas vienen muy bien para el verano no? Con tanto frío como parece que se desprende de las historias del autor da la sensación de que van a calmar los rigores del verano sevillano jeje. Besos.
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