"El bueno de Oliver" - Liz Nugent

A finales del año pasado me llegó este libro por sorpresa. Un libro del que no sabía nada (algo lógico pues no se iba a publicar hasta el 15 de enero, por lo que yo lo tuve en absoluta primicia) pero que enseguida me llamó la atención. Tras una portada y un título que no permiten adivinar qué tipo de libro es, la sinopsis hablaba de malos tratos y una personalidad que no casa para nada con la cara que el bueno de Oliver presenta al mundo. Me gustó muchísimo lo que vi por lo que enseguida le hice un hueco

Éstas son mis impresiones

Liz Nugent

Liz Nugent ha trabajado en cine, teatro y televisión en Irlanda.

Es guionista de radio y televisión, labor por la que ha recibido varios premios, y ha escrito relatos para niños y adultos.

"El bueno de Oliver" es su primera novela.

Datos técnicos

Título: “El bueno de Oliver”
Autora: Liz Nugent
Traductora: Isabel Murillo
Editorial: Suma de letras
Edición : rústica con solapas
Páginas 288
ISBN: 9788483657744
Precio: 19 euros en papel /9,99 euros el ebook
Publicado el 15 de enero de 2015

Argumento

El hombre perfecto. El monstruo perfecto

Oliver Ryan es la personificación del éxito y el carisma. Vive en el mejor barrio residencial de Dublín, los libros infantiles que escribe no dejan de recibir premios y su mujer, Alice, le ama y admira incondicionalmente. Toda su vida es una envidiable sucesión de privilegios y comodidades. Hasta que una noche después de cenar Oliver ataca a Alice y la golpea hasta dejarla en coma.

Mientras quienes le rodean tratan de comprender este terrible acto de brutalidad, Oliver cuenta su historia. También lo hacen todos aquellos con cuyos caminos se cruzó durante cinco décadas, ofreciendo piezas de un puzzle que deja al descubierto una asombrosa historia de humillación, envidia, terribles mentiras y magistral manipulación.

Todos piensan que conocen a Oliver Ryan. A partir de esa noche descubrirán que nadie le conoce en absoluto.

Impresiones

Este libro viene avalado por haber sido elegido como novela negra del año 2014 en Irlanda. No obstante, yo no tengo tan claro que sea una novela negra. Sí que tiene algo de novela negra pero es algo más que eso; o, mejor, algo diferente. Más que negra es de intriga, thriller incluso… No sé, realmente es difícil definir ante qué tipo de novela estamos. Pero, al no tener ese aspecto negro tan marcado como otras, creo que es más apta para todo tipo de lectores, incluidos los que no se sienten atraídos por los crímenes. Tiene mucho de investigación psicológica del protagonista con lo cual, quizás, lo más adecuado sería encuadrarla dentro del género de intriga psicológica.

Pero vamos a ver cómo es para que os podáis hacer una idea, al menos aproximada.

Oliver ha pegado a su mujer. Le ha pegado tanto que ella está en coma y los médicos no tienen nada claro que pueda despertarse algún día. A través del testimonio del propio Oliver y de todos los que, de algún modo u otro, formaron parte de la vida de éste, iremos conociendo quién es Oliver y qué le ha llevado a esta situación.

Que Oliver es culpable está claro desde la primera frase porque él no los confiesa. Directamente, en primera persona: “Esperaba una reacción mayor la primera vez que la pegué”. Por lo tanto, intriga en sentido estricto no hay demasiada porque ya sabemos desde el primer momento quién es el culpable y cuál es el crimen. Lo único que nos falta por saber es por qué lo ha hecho. Quizás penséis que qué podemos esperar de una novela, supuestamente de misterio, que nos lo cuenta todo desde el primer capítulo. Pues, creedme, podéis esperar y mucho. Lo primero, una estructura original y diferente, que le da mucha riqueza al conjunto total. Lo segundo, que a pesar de saberlo todo, tienes muchas ganas de entenderlo y, para eso, no te queda más remedio que seguir leyendo.

A pesar de que Oliver es el protagonista indiscutible de la novela y que todo gira en torno a su persona, “El bueno de Oliver” es una novela coral. Y es que conoceremos a Oliver, no sólo a través de él mismo, sino de quienes, de algún modo u otro, han pasado por su vida. Amigos, compañeros de trabajo, vecinos… La estructura de la novela es lo más original que ésta tiene. Cada capítulo viene encabezado por un nombre de persona. En algunas ocasiones es Oliver, en las demás, otras personas como Michael, Veronique, Philip, Moya… Todas estas personas han tenido relación con Oliver y nos cuentan lo que saben de él. Algunos le conocieron desde que eran muy jóvenes, otros le han acompañado a lo largo de la vida; otros le han conocido en los últimos tiempos. Con cada uno ha tenido una relación distinta, más cercana, más lejana, pero todos nos aportan algo acerca de su personalidad. Así, cada personaje que aparece en la novela, nos aportará unas cuantas piezas que, poco a poco, iremos montando hasta ver el resultado final: Oliver.

Ya desde el primer capítulo sabemos que el bueno de Oliver es de todo menos bueno. Alguien que da una paliza a su mujer no puede ser bueno. ¿Pero por qué ha llegado a esto? Porque, de primeras, no parece ese tipo de hombre. Oliver es un escritor de éxito. Ha publicado una serie de libros infantiles cuya ilustradora es, precisamente, su mujer Alice. Los libros se han vendido como rosquillas y le han hecho rico. Es un hombre respetado y, aparentemente, un hombre normal. Claro que, en cuanto empezamos a escarbar vemos que realmente nadie conoce del todo a Oliver

Nos retrotraemos a su infancia. Oliver es un niño sin madre. Su madre ha muerto y su padre es un hombre muy rígido que no le muestra ningún cariño. Le ha matriculado en un internado cercano a su domicilio y sólo le visita cada año o dos años. Oliver puede ver desde el internado la casa de su padre donde éste vive con su nueva mujer y el hijo que han tenido. Una infancia así, con tan poco cariño, necesariamente tiene que dejar huellas, ¿no? ¿El delincuente nace o se hace? 
Puede que haya un componente genético, claro que sí, y que el niño simplemente haya nacido torcido pero está claro que si el niño no se siente querido, si es maltratado, si abusan de él…, difícilmente se convertirá en un adulto sano y normal.

A través de las relaciones con sus amigos o, más bien, conocidos, iremos viendo cómo le ve la gente. Esto se completa con los capítulos en los que es él mismo el que toma la batuta y nos cuenta quién es. Como os imaginaréis, es una visión más completa porque nunca somos exactamente como nos ve la gente ni la gente nos ve cómo somos así que, entre unas cosas y otras, sabremos al final perfectamente cómo es Oliver. Y qué le pasó para que fuese así y para que hiciera lo que hizo. Porque para todo hay siempre un razón, está claro, aunque ésta no lo justifique.
Me ha gustado muchísimo la estructura de la novela y cómo la autora sabe, sin grandes giros ni sobresaltos, sin un ritmo endiablado, sin grandes secretos ni sorpresas, mantenernos alertas y pegados a las páginas del libro. Realmente no hay mucho ritmo, lo cual no quiere decir que la historia se desarrolle lentamente. Es, no sé cómo decirlo, un desarrollo calmado pero constante. No es de ésos libros que necesitas leer compulsivamente pero, no obstante, tampoco puedes parar de hacerlo. Y es que resulta de lo más interesante.

Cada capítulo, como he comentado más arriba, tiene por título el nombre del que en él será el narrador: el propio Oliver o bien sus conocidos. Gran parte del capítulo está narrado en primera persona por el que en él es el narrador pero también hay partes en las que un narrador omnisciente toma la batuta para, un poco desde fuera, dar una visión completa del asunto.

Hay algún secreto que averiguar y alguna sorpresa por descubrir pero según vamos leyendo más o menos podemos imaginar por dónde van a ir los tiros. Lo cual no quita interés al asunto sino que, en este libro, es lo lógico y necesario. Ya lo he comparado hace unos párrafos con un puzle: al principio no sabemos qué figura nos mostrará éste una vez terminado pero, a medida que las piezas van encajando, ya nos imaginamos cuál será el resultado final

La prosa de la autora en sencilla pero cuidada y efectiva. Es un libro que se lee muy a gusto y, dada su extensión y su interés (menos de trescientas páginas) casi podría leerse de una sentada.

En cuanto a los personajes, obviamente el mejor desarrollado –casi el único- es Oliver, al que conoceremos desde dentro y desde fuera, desde todos los ángulos posibles. La autora ha elegido una opción quizás arriesgada pero que funciona perfectamente: ponernos en contra de su protagonista desde el minuto uno. Difícil empatizar con alguien que de una paliza ha dejado en coma a otra persona, ¿verdad? Sin embargo, a pesar de que Oliver no llega a caer bien en ningún momento, resulta un protagonista muy interesante y del que quieres saber más cosas. Quieres, si no disculparle, al menos entenderle.

Los demás personajes están más bien esbozados pero así es como debe ser.

Conclusión final

“El bueno de Oliver” es un libro de intriga psicológica, muy original en su planteamiento y desarrollo, que, sin duda alguna, os recomiendo leer.

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