Al final no me pude resistir a leer este libro que, por si hay algún despistado que aún no lo sabe, es la continuación de la famosísima serie de novela negra nórdica Millenium. Los tres primeros títulos fueron escritos por Stieg Larsson y éste tenía intención de continuar la serie (creo recordar que iban a ser diez libros pero no estoy segura). Su repentina muerte hizo que ello fuera imposible pero los herederos no quisieron dejar la oportunidad de seguir con el fenómeno “Millenium” y encargaron a David Lagercrantz la escritura de la cuarta novela, ésta que hoy reseño
Éstas son mis impresiones
David Lagercrantz
Periodista y escritor sueco, David Lagercrantz, nacido en 1962, estudió Filosofía y Religión antes de graduarse en Periodismo por la Universidad de Gotemburgo, tras lo que trabajó para revistas como Expressen especializándose en crónica negra y de sucesos.
A finales de los años 90 inició una interesante carrera como ensayista, destacando por sus biografías de personajes conocidos en Suecia como Göran Kropp o Hakan Lans. En 2011 logró un gran éxito de ventas en toda Europa gracias a Yo soy Zlatan Ibrahimovic, libro basado en más de cien horas de entrevistas con el futbolista sueco.
En 2013, Lagercrantz recibió el encargo de escribir la continuación de la trilogía Millenium, del fallecido Stieg Larsson, que sería publicada en agosto de 2015, en conmemoración del décimo aniversario de la aparición de la primera parte. El título escogido para este cuarto libro de Millenium fue Lo que no te mata, te hace más fuerte.
Datos técnicos
Título: “Lo que no te mata, te hace más fuerte”
Autor: David Lagercrantz
Traductor: Martín Lexell y Juam José Ortega Román
Editorial: Destino, colección Áncora & Delfín
Publicado por primera vez en agosto de 2015
Encuadernación: Tapa blanda con solapas
ISBN: 978-84-233-4978-4
Páginas: 656
PVP: 22,50 Euros en papel/ 12,99 euros la edición digital
Argumento
Millennium continúa con la esperadísima cuarta entrega de la serie de culto que marcó un antes y un después con más de 80 millones de lectores en todo el mundo.
Lisbeth Salander está inquieta. Ha participado en un ataque hacker sin razón aparente y está asumiendo riesgos que normalmente evitaría.
Mientras, la revista Millennium ha cambiado de propietarios. Quienes le critican, insisten en que Mikael Blomkvist ya es historia.
Una noche, Blomkvist recibe la llamada del profesor Frans Balder, un eminente investigador especializado en Inteligencia Artificial quien afirma tener en su poder información vital para el servicio de inteligencia norteamericano. Su as en la manga es una joven rebelde, un bicho raro que se parece mucho a alguien a quien Blomkvist conoce demasiado bien. Mikael siente que esa puede ser la exclusiva que él y Millennium tanto necesitan, pero Lisbeth Salander, como siempre, tiene sus propios planes.
En Lo que no te mata te hace más fuerte, la singular pareja aclamada por más de 80 millones de lectores en Los hombres que no amaban a las mujeres, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina y La reina en el palacio de las corrientes de aire continúa su historia. Ha llegado la hora de que sus caminos se crucen de nuevo
Impresiones
Los hombres que no amaban a las mujeres, La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina y La reina en el palacio de las corrientes de aire me encantaron. Disfruté muchísimo con las tres novelas y me dio mucha pena que la temprana muerte de su autor, Stieg Larsson, impidiera la continuación de la serie. Pero, al mismo tiempo, cuando se empezó a rumorear que los heredero legales del escritor (sin contar, por cierto, con su compañera sentimental con la que llevaba viviendo muchísimos años) querían publicar más novelas escritas, obviamente, por otro escritor, tuve sentimientos contradictorios: por un lado, quería reencontrarme con Lisbeth Salander y Mikael Blomkvist, protagonistas carismáticos donde los haya. Por otro, la falta de Larsson me daba miedo y me echaba para atrás. Al principio pensé que no lo leería; según se acercaba el mes de agosto (a finales se publicaba) me dije “No iré a por él pero si él viene a por mí”; cuando se publicó me pudo el ansia y me convencí de que tenía que leerlo; la curiosidad me pudo jajaja. Os adelanto que no me he arrepentido: no es Larsson, cierto, pero sí son Lisbeth y Mikael y, sobre todo, como novela negra merece la pena.

Lo que no te mata te hace más fuerte nos mete en una historia de hackers, inteligencia artificial y tráfico de influencias. Frans Balder es un investigador sueco especializado en inteligencia artificial. Tras abandonar la empresa en la que trabajaba, se siente amenazado y, temiendo que su vida corre peligro, llama a Mikael Bloomkvist, el periodista mejor valorado de Suecia para contarle sus secretos. Pero cuando Mikael llega a la cita, se encuentra con un asesino que, tras matar de un tiro a Balder, casi acaba también con Mikael. Curiosamente, ha dejado vivo al hijo de Balder, un niño autista de ocho años llamado August.
Por otro lado, Lisbeth Salander ha entrado en los supuestamente impenetrables ordenadores de la NSA y todo el mundo se pone a buscarla. Por determinadas circunstancias, la joven hacker se va a hacer cargo del niño autista, August Balder, y va a descubrir que es un “savant”: un genio en dos áreas muy concretas, las matemáticas y el dibujo.
Mikael y Lisbeth van a ver unidas, de nuevo, sus vidas mientras él intenta averiguar quiénes están detrás de una red criminal relacionada con la informática y la venta de secretos y ella la forma de acceder a unos archivos encriptados que supone contienen información transcendental para ella.
“Todo lo que no te mata te hace más fuerte” es la cuarta entrega de la serie “Millenium”. A pesar del cambio de autor, la novela mantiene la esencia que hizo de Millenium la serie de novela negra más vendida de hace unos años. Tiene una trama elaborada, desarrollada con maestría a pesar de su dificultad (no ha tenido que ser una novela fácil de escribir a no ser que Lagercrantz tenga unos conocimientos muy extensos de informática, matemáticas, el funcionamiento de ciertas agencias de espionaje, et…), bien resuelta y, sobre todo, manteniendo a los personajes que hicieron famosa la serie: Lisbeth y Mikael. Evidentemente, he olvidado casi todo de las tres primeras novelas y sólo recuerdo sus líneas generales, algunas cosas concretas y la sensación general que me causó. Pero lo que no he podido olvidar es a los dos protagonistas, carismáticos donde los haya. Especialmente Lisbeth, la antiheroína que, sin embargo, se convirtió en la heroína literaria por excelencia. Esa chica jovencita, superdotada, siempre vestida de negro y con un montón de piercings, rebelde, que a veces conculca la ley pero que tiene un sentido de la justicia y moralidad muy desarrollado, es inolvidable. Tenía muchas ganas de reencontrarme con ella y miedo de que hubiera cambiado. No lo ha hecho: sigue siendo la misma Salander de antes, como Mikael es el mismo Blomkvist. Yo creo que Lagercrantz ha sabido captar y respetar su esencia y, simplemente, hacerlos evolucionar por el paso de los años transcurridos. A pesar de no tener contacto durante buena parte de la novela, Lisbeth y Mikael forman un tándem perfecto aunque, una vez más, opino que Lisbeth se come literalmente a los demás personajes: cuando aparece ella, el lector no tiene ojo para nadie más.

Uno de los miedos que tenía es que la parte que más me había gustado de las novelas anteriores era la referente a Lisbeth, a su vida, su infancia, los problemas con su padre Zala… Y esa parte, en principio, ya estaba finiquitada. Me daba miedo que tras los vaivenes de esas tres novelas, esta cuarta parte se me quedara algo sosa. Y, no os voy a engañar, al principio así me pareció: aunque me estaba gustando y ver las proezas de Lisbeth al ordenador es siempre un placer, echaba un poco de menos su vida personal. Afortunadamente, ya en la segunda parte pude comprobar que esa vida seguía dando juego y que había partes de su pasado que no estaban cerradas del todo.
Al ser una cuarta parte, un lector potencial que no haya leído las tres anteriores se puede preguntar si es posible empezar por ésta. Yo creo que la respuesta es que sí. La historia principal es nueva, empieza y termina aquí. Los personajes principales son viejos conocidos pero todos los demás son nuevos. Hay referencias a los hechos que ocurrieron en las tres primeras entregas que dan una idea de por dónde fueron los tiros. Y no creo que haya ninguna dificultad especial para entender la cuarta parte sin haber leído las tres primeras o alguna de ellas (aunque, obviamente, recomiendo hacerlo pues son libros que yo al menos disfruté un montón)
¿Y el lector que sí ha leído las tres primeras entregas y tiene miedo de que la cuarta le decepcione? Yo le aconsejaría que se animase porque esos miedo tenía yo (y supongo que la mayoría de los que nos hemos atrevido a leer esta novela) y mi experiencia –y, por los comentarios que he visto en las redes, creo que la de las demás- ha sido positiva. Reencontrarse con Lisbeth y Mikael ha sido un placer. Pero, sin dejamos a un lado el hecho de que sea una cuarta parte escrita por un autor diferente, como novela negra está muy bien y dudo que decepcione a nadie.
El estilo del autor se asemeja bastante al de Larsson y tenemos como resultado una novela que bien pudiera haber imaginado éste. Es una novela que, salvo algunas dificultades “técnicas” cuando se hace referencia a aspectos informáticos y matemáticos que no entendemos la mayoría de los ciudadanos de a pie, resulta muy entretenida y de fácil lectura.
Como toda novela negra que se precie –y la nórdica es especialista en esto- la crítica social es un integrante fundamental de “Todo lo que no te mata te hace más fuerte”. Hay varios temas que se sacan a la palestra: la política de los medios de comunicación según sus propietarios (esto viene a cuento de que Millenium ha sido comprada por un grupo empresarial), las posibilidades de la inteligencia artificial (que, como todos los grandes avances, tiene sus ventajas y sus grandes desventajas), la colaboración entre empresas o grupos de poder con organizaciones criminales, la indefensión en la que estamos ante intrusiones informáticas, el tráfico de influencias…
Tras leerla, es lícito preguntarse si habrá una quinta parte. Parece evidente que sí. En la cuarta entra en escena un personaje nuevo pero muy importante que, como quien dice, tan sólo acaba de asomar la patita pero estoy segura de que tiene mucho que decir (y, sobre todo, que hacer) y que va a dar lugar a situaciones muy comprometidas.
Conclusión final
David Lagercrantz lo tenía difícil. Larsson y Millenium se habían convertido, casi, en un autor y una serie de culto y tomar el relevo era un reto complicado. En mi opinión, lo supera con creces.