“La hora de la araña” - James Patterson

James Patterson es el escritor más prolífico y que más vende en el mundo. El escritor de best-sellers por excelencia. Pude comprobar los motivos cuando, hace unos meses, leí “Vías cruzadas” (la que hasta entonces era su última novela). Patterson es el autor de una larga serie de novelas protagonizadas por Alex Cross (tan larga como que son ya 24 o 25 títulos los publicados). Duomo ha recuperado a este autor y a este policía, vistiendo sus historias de lujo con una cuidada edición en tapa dura y con sobrecubierta. Recientemente, ha publicado su primera novela, “La hora de la araña”, la cual es objeto de esta reseña

Éstas son mis impresiones

James Patterson

James Patterson (Newburgh, 1947) es el escritor más prolífico y de mayor éxito en el mundo. En Estados Unidos, de cada 15 libros vendidos, uno es
de Patterson. Sus libros, que se publican en más de 50 países, venden 16 millones de ejemplares al año.

Ha recibido varios premios, entre ellos el Edgar Award. Muchos de sus libros han pasado a la gran pantalla con gran éxito. 

En 2005, James Patterson creó un premio que lleva su nombre, destinado a incentivar y promover la lectura, una labor que lleva a cabo en escuelas y universidades.

Es también el creador de un plan de fomento de la lectura entre los más pequeños, a través de la web: Readkiddoread.com.

Datos técnicos

Título: “La hora de la araña”

Autor: James Patterson

Editorial: Duomo, colección Los Imperdibles

Edición: de tapa dura con sobrecubierta

Publicado en enero de 2017

Páginas: 544

ISBN: 9788416634330

PVP: 18.50 €



Argumento

Del autor de thrillers más vendidos del mundo, el primer caso de ALEX CROSS
DETECTIVE, PSICÓLOGO, PADRE…
Y CAZADOR DE ASESINOS EN SERIE.

Gary quiere sembrar el terror en la ciudad.
Desea cometer el crimen del siglo.
Alex, brillante detective y psicólogo que sabe entrar en la mente de los asesinos en serie, intentará detenerlo. ¿Lo logrará?
La hora de la araña ya ha llegado.

Maggie Rose, la hija de una famosa actriz de Hollywood, ha sido secuestrada. También el hijo del secretario del Tesoro. La vida de ambos pende de un hilo y no hay tiempo que perder. Están en manos de Gary Sonejl, un asesino en serie que desea ser el centro de atención y que desde hace años tiene un objetivo: cometer el crimen del siglo.

Alex Cross es un sagaz detective de la Brigada de Homicidios y también psicólogo. Vive y trabaja en Washington. Es un tipo duro, que ha crecido en la calle y a quien le encanta su trabajo, pero, por encima de todo, adora a sus dos hijos. Hará todo lo posible para impedir los planes de Gary, aunque entrar en la mente de un psicopáta no será su único reto. Escondido entre los hilos de la tela de la araña, le espera algo mucho más terrorífico, algo que acecha su vida y la de su familia.



Impresiones

Gary Sonejy, profesor de un colegio elitista secuestra a dos niños: Maggie Rose es hija de una famosa actriz; Michael Goldberg es el hijo del Secretario del Tesoro. Ambos tienen 9 años. A pesar de que el niño tiene escoltas del FBI y que Maggie Rose siempre va con él, Sonejy no tiene problemas para llevárselos. Será Alex Cross, detective de la Brigada de Homicidios de Washinton y psicólogo especialista en perfiles criminales, el encargado del caso aunque para ello deberá trabajar junto al FBI. No le hace ninguna gracia porque su compañero y él estaban investigando el asesinato de dos familias de negros. Pero, claro, sólo son negros pobres. Nada comparable a dos niños blancos y ricos. Al menos eso piensan Alex y su compañero. No obstante, enseguida se implican en la investigación del secuestro, pues Alex no puede evitar pensar en sus dos hijos, de corta edad, y en lo que para él supondría que alguien se los llevara. Lo que no sabe Cross es que tendrá que enfrentarse a uno de los criminales más malvados que ha tenido y tendrá la ocasión de conocer. Un asesino muy inteligente que aspira al reconocimiento

"La hora de la araña” es un thriller que cumple con todas las premisas del género y, sin duda, consigue su principal objetivo: enganchar al lector y hacerle disfrutar durante unas horas. Está lleno de giros, vueltas y revueltas, las sorpresas se esconden en cada capítulo. Llega un momento en el que dices “vale, no voy a intentar adivinar qué va a pasar a continuación” porque te das cuenta de que es, sencillamente, imposible: tu imaginación no llega, ni de lejos, donde llega la del autor. De verdad que es un no parar. Y eso que desde el principio sabemos quién es el autor de los crímenes y, más o menos, por qué lo hace. Parecería que saberlo todo desde el inicio quitará interés a la trama. Pero nada más lejos de la realidad, porque hay muchos otros detalles que podrán sorprendernos. Y no tengáis dudas de que lo harán.

De hecho, aunque hay secuestros y asesinatos, yo creo que predomina con mucho la parte que tiene de thriller que la de novela negra en sí.

Cuando leí “Vías cruzadas” noté que el tema racial estaba muy presente. Lo justifiqué en que era la América profunda, la del sur. Pero no, aquí estamos en la capital del país, Washintong y el asunto es similar. Desde la diferencia de trato entre el asesinato de unos negros al secuestro de unos blancos (aunque yo aquí, más bien, diría que la diferencia de trato más que provenir del color de la piel proviene de la diferente situación social de unos y otros), hasta lo mal que están vistas las relaciones interraciales. Aunque parezca increíble, no deben estar muy bien vistas las relaciones de pareja entre blancos y negros y, me imagino, se ve aún peor cuando la blanca es la mujer y es el hombre el de color. El autor insiste mucho en este tema por lo que se ve que es algo habitual. Nunca deja de sorprenderme lo progresista que pueden ser en Estados Unidos para unas cosas y lo carcas que son para otras.

Es una novela muy visual. El autor utiliza una estructura y un lenguaje muy cinematográficos. Por eso, no es de extrañar que esta novela (y alguna otra) fueran llevadas al cine. Las protagoniza Morgan Freeman, así que yo cuando las leo le pongo su cara a Alex Cross. No he visto la película así que no puedo deciros si es fiel o no al libro, si es mejor, peor o igual

Como cualquier thriller que se precie, tiene un ritmo muy ágil, rápido en algunos momentos, rapidísimo en otros, vertiginoso al final. La novela está dividida en seis grandes partes más un prólogo y un epílogo. A su vez, cada una de las partes se subdivide en capítulos con un total de 89. Son capítulos cortos, de esos que se leen en pocos minutos y que incitan a seguir leyendo.

Hay mucho diálogo, más que narración, algo también típico de las novelas que priman el ritmo sobre todo lo demás. Habrá dos narradores en esta novela: Alex Cross, en primera persona, cuando es él el que protagoniza el capítulo. Y un narrador ominisciente en los demás casos (cuando es el asesino el protagonista del capítulo). El autor utiliza un lenguaje sencillo y hace que el libro resulte muy ameno y fácil de leer.

En cuanto a personajes, me gustó Alex Cross en “Vías cruzadas” y me ha gustado en ésta donde es unos cuantos años más joven. Lo que tiene empezar una serie por el final, es que yo había conocido a sus hijos creciditos y ahora son niños pequeños pero bueno, no pasa nada. También aparece Nana Mamá, la abuela de Cross y quien le crió. Un personaje que se ganó mi cariño en la otra novela y que me ha gustado reencontrar. Junto a Cross, acapara protagonismo el asesino Gary Soneji. Hay muchos capítulos dedicados a él. Son capítulos narrados por un tercero omnisciente pero que se meten muy dentro de su personalidad por lo que podremos meternos en una auténtica mente criminal. Tremendo. Además, tenemos otros personajes, la mayoría miembros de la policía o del FBI.

La trama transcurre de forma lineal. El autor va dando pistas poco a poco aunque no os fiéis demasiado porque vuestras teorías pueden desbaratarse al minuto siguiente de hacerlas. El ritmo y el interés no decae en ningún momento, no hay partes más lentas o flojas, toda la trama es igual. Además, hay una parte en la que se convierte en thriller judicial con lo que a mí me gusta ese género



Conclusión final

Si os gustan los thrillers y queréis una lectura ágil y amena, de ésas que no puedes parar de leer, ésta es una buena opción. Una novela que nos meterá en la mente de un sociópata y nos traerá los intentos de la policía por atraparlo. Pero que, además, se enriquece con algunas cuestiones personales que en algunos casos me dejaron noqueada.

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